Taiwan Today

Por: Luis M. Chong L. En "Vida y muerte en Shanghai", Nien Cheng recuenta en forma vívida e impresionantemente humana los horrores que vivió el continente chino al ser arrastrado a la vorágine de una locura colectiva iniciada por el delirio megalómano de Mao. El verano de 1966 entró al mundo sacudiéndolo con el estremecimiento de una grotesca campaña de lucha política iniciada por Mao Tse-tung. Utilizando como vanguardia política de las masas exaltadas a los guardias rojos, los seguidores de Mao iniciaron la "Revolución Cultural del proletariado". Lo que siguió fue una serie de hechos que dejaron perplejos a los observadores en Occidente: la aparición del "Libro rojo" de Mao como biblia inexorable de orientación en la vida diaria, hordas de jóvenes fanáticos enarbolando dicho libro, desorden y caos absoluto propiciado por el estado y destrucción sistemática de todo lo que oliera a tradicional. En su reciente obra "Vida y muerte en Shanghai", Nien Cheng nos recuenta de nuevo todas las vicisitudes y horrores de esos turbulentos años de la década del sesenta. La única diferencia es que la Sra. Nien nos revela con la intimidad de alguien que vivió el drama de aquellos días, muchos aspectos interesantes de la sítuacíón especial que sumergió a China en el limbo. Sus descripciones van mucho más allá de las frías descripciones y comentarios de la prensa. La autora del libro, Nien Cheng, es una intelectual china de gran calibre cultural graduada de economía en Londres. Se casó con un importante diplomático del gobierno nacionalista chino y tuvo una vida normal como esposa de un funcionario público. Con la toma del continente chino por los comunistas en 1949, el esposo de Nien Cheng se retira del servicio público. Poco después retorna a China continental como gerente general de la Shell en la ciudad de Shanghai, cargo que ocupó hasta su muerte en 1957. Tras la muerte de su marido, Nien continuó como asesora de la gerencia de la Shell hasta 1966. El inicio de la "Revolución Cultural" fue a la vez el inicio de una cruel y desesperante pesadilla para Nien, quien fue arrestada y acusada como espía británica. Nien fue encerrada en confinamiento solitario durante seis años y medio, torturada no sólo mediante los padecimientos físicos, sino también mentalmente mediante la angustia de la vida y muerte de su única hija. Nien Cheng, con sus estudios superiores, experiencia de trabajo entre China y el Occidente, así como su determinación de permanecer neutral ante los hechos, posee un criterio de amplia visión que le permite emitir no sólo un juicio crítico, sino también una evaluación psicológica de la determinación por sobrevivir en medio de un ambiente tan hóstil. Durante las campañas de dicho período, los guardias rojos actuaron con gran libertad de acción, siguiendo solamente las indicaciones de Mao y algunos cabecillas muy selectos, para criticar severamente a elementos considerados revisionistas, incluyendo a Teng Hsiao-ping, en grandes asambleas. Nien Cheng fue liberada de la cárcel al concluir el auge de los guardias rojos, pero siguió siendo vigilada y controlada por el régimen hasta que finalmente fue puesta en libertad para emigrar, como parte de un gesto de buena voluntad hacia Occidente y EE.UU. en particular durante los recientes esfuerzos de aperturismo hacia el mundo exterior por el régimen de Pekín. "Vida y muerte en Shanghai" es un documento histórico que recoge la vigencia de los acontecimientos de ese período exasperante dentro de la historia contemporánea de China. También es el testimonio de alguien, que como la gran mayoría inocente del pueblo chino, luchó, no sólo por no ser doblegada, sino también por conservar la tradición y cultura de una civilización varias veces milenaria que ahora se veía perturbada por una herejía dialéctica que la intentaba destruir. En su relato poderoso y estremecedor, Nien Cheng recoge toda la marejada de presiones sicológicas que abierta o sútilmente oprimieron a centenares de millones de personas, cuyo único pecado fue haber pensado contrario al delineamiento esquizofrénico de Mao. El costo de eso fue: miles de muertos e innumerables tesoros culturales que han desaparecido para siempre del patrimonio histórico de la humanidad. "Vida y muerte en Shanghai" constituye una de las pocas aportaciones humanistas de esta mayor aberración de la historia moderna.