07/05/2024

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EL DUODECIMO MES

06/02/1988
El pueblo chino se refiere a la duodécima luna del calendario lunar como La Yueh, que de acuerdo con el calendario Gregoriano caerá este año entre el 19 de enero y el 16 de febrero.
El significado original de la palabra La sería "mes de rituales". La vida de un agricultor chino en el transcurso de un año, transcurría generalmente en la siguiente forma: primavera, para la labranza; verano, para la siembra; otoflo, para la cosecha e invierno, para el almacenamiento de la misma. Durante las tres estaciones anteriores su vida era muy agitada y solamente durante el invierno podía disponer de tiempo libre. Tomando esto en cuenta, los sacrificios que tenían lugar después de haberse concluido el almacenamiento de invierno, era llamado La Yueh.
Después de las dinastías del Sur y del Norte (420-589 d. C.), el Budismo llegó a ser muy popular. La antigua ceremonia invernal de sacrificio, tenía lugar tres días después del solsticio de invierno y el día en que Sakyamuni (Buda) alcanzaba la ilustración -el octavo día de la duodécima luna del año lunar se convirtió en una extendida leyenda del Budismo. Desde ese entonces se inició la costumbre de comer arroz glutinoso en memoria de cuando Buda consiguió la verdad, derivándose desde este día también, otras ceremonias de sacrificio.
El evento más grande que tiene lugar durante la duodécima luna del ano lunar es la cena de final de ano, la que suele ofrecer el propietario de un almacén o de una fábrica, para agasajar a sus empleados, para el día decimosexto del último mes lunar. Si la cabeza del pollo servido en la mesa apunta a la silla de uno de los empleados, significará que su contrato de trabajo ya no le será renovado el año próximo.
Sin embargo, actualmente existen leyes de protección laboral. Además, lo más seguro es que el jefe de cocina antes de servir el pollo ya le ha cortado la cabeza. Sin embargo, esta costumbre constituye aún un tema de conversación a costa
del cual todos suelen gastar bromas.
De acuerdo con el folklore, la gente considera que el Dios de la Cocina es nom brado por el Cielo para vigilar a las familias. En vista de ello, para el día vigesimotercero de la duodécima luna del afio lunar, cada familia prepara melón dulce de invierno o bolas dulces de arroz glutinoso, como sacrificio. Esto se hace con la creencia de que así pueda dar un buen informe y le lleve paz a la familia. Además, para esta época la casa debe limpiarse de uno a otro extremo. En igual forma, debe limpiarse el altar familiar y prepararse para quemar pebetes de incienso en homenaje al regreso del Dios de la Cocina.
La víspera del Año Nuevo Lunar es el momento culminante de la duodécima luna. Para entonces, toda la familia se reúne para disfrutar de una deliciosa cena. La atmósfera se colma entonces de risas y alegría para recibir eufóricamente la llegada del Afio Nuevo.

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