De acuerdo con el calendario lunar chino, este año será el Año del Dragón, el quinto y único animal imaginario del ciclo zodiacal de 12 años, originado en China y que actualmente se observa también en Japón y muchas otras partes del Este Asiático.
El dragón es también el símbolo de los emperadores, formando el espíritu divino de sus temas, está antecedido por el conejo y seguido por la serpiente, suponiéndose que sus orígenes míticos los tuvo en las praderas de Mongolia Interior.
En China, el dragón representa poder y buena suerte y su origen es bastante debatido, habiendo dado lugar a una serie de fantasías. Los arquéologos afirman haber descubierto el dragón más antiguo en la cerámica encontrada en el distrito de Aohan, 500 kilómetros al nordste de Pekín, un sitio histórico de 6.800 años de antigüedad, conocido como Nueva Edad de Piedra, cuyo diseño muestra un animal aparentemente deificado por sus creadores, con cabeza de cerdo y cuerpo de serpiente.
Otros expertos afirman que es un animal formado con almejas de concha y el encontrado en un lugar de la provincia de Honan al centro de China, podría ser el primer ejemplo de arte inspirado por el dragón en China.
El dragón chino, que se ha transformado a través de los años, es una elegante versión del monstruo que arrojaba fuego, que raptaba a las damiselas y contra el cual batallaban los caballeros en la Europa medieval. Se afirmaba que tenía cuernos de venado, ojos de tigre, nariz de león, orejas de buey, garras de halcqn, crines de caballo, cuerpo de serpiente y escamas de pescado.
El dragón que según los antiguos habitantes de China podría representarse entre nubes, se pensaba que poseía el poder de ofrecer lluvia, por lo que los agricultores lo adoraban, reputándosele el poder de dador de vida, por lo que se le construían miles de templos en su honor por todo el país.
Un informe del periódico China Daily, indicó que durante el período de los Estados Guerreros (475-221 a. C.), el dragón era pintado sobre sudarios de seda, para que así los m uertos pudieran cabalgar sobre él hasta el cielo.
Durante la dinastía Tang (618-907), el dragón se convirtió en el símbolo de la corte imperial y los emperadores considerábanse ellos mismos, encarnaciones del animal mítico.
Los palacios, templos y jardínes, eran adornados con dragones que circundaban las columnas o se ondulaban por el cielo de los techos. Fue así como los cometas o barriletes en forma de dragón, las competencias de botes dragón, las danzas del dragón y los farolillos en forma de dragón, llegaron a formar parte de nuestra cultura.
En la provincia de Szechwan, existen más de 1.000 lugares conectados con el "Iung" o dragón y la provincia de Heilungkian, al nordeste de China, signífica literalmente "Río del dragón negro".