09/05/2024

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Aniversario del incidente del puente de Marco Polo

06/07/1988
Concluida la Primera Guerra Mundial, el Japón trató de saciar sus deseos imperialistas procurando extender sus dominios sobre toda Asia. Su primer objetivo fue apoderarse de China, considerada como nación débil y clave para el control de la masa continental asiática. Con esos siniestros designios, los japoneses sabotearon parte del Ferrocarril de Manchuria del Sur y armaron una emboscada contra los ejércitos chinos del Nordeste, el 18 de septiembre de 1931. Cinco meses más tarde, en febrero de 1932, las tres provincias chinas de Manchuria eran formalmente ocupadas por los japoneses, quienes la consideraban una región vital, estratégica y económicamente. A partir de septiembre de 1931, el gobierno japonés concluyó paso a paso la conquista de Manchuria y estableció un régimen títere conocido como Manchukuo.
China no estaba preparada para contener una agresión semejante, por lo que en ese entonces adoptó la estrategia de cambiar espacio por tiempo para reorganizar el ejército nacional y consolidar la infraestructura y la economía. Los japoneses, al echar mano de tan ricas y fértiles tierras y viendo la débil reacción de China, desataron sus bajas pasiones por conquistar todo el país. Sus bien organizadas incursiones los hicieron avanzar rápidamente hasta llegar cerca de las mismas puertas de Pekín.
La noche del 7 de julio de 1937 los japoneses prepararon otro avance más hacia el territorio chino. Bajo el pretexto de buscar uno de los suyos que se había perdido en el curso de una maniobra durante el día, tropas japonesas incursionaron en territorio chino y abrieron fuego contra la guarnición china estacionada en Lukouchiao (mejor conocido como el Puente de Marco Polo). El intenso tiroteo que allí se produjo marcó el comienzo de las hostilidades abiertas entre China y Japón.
Tras el íncidente del Puente de Marco Polo, el Consejo de Defensa Nacional de la República de China, bajo la dirección del Generalísimo Chiang Kai-shek, decidió el 7 de agosto de ese año la resistencia armada contra la agresión militarista del Japón. Es también la fecha gloriosa que marca la contraofensiva en respuesta a la animosidad generada por los militaristas japoneses, sus persecusiones y continuas invasiones por casi medio siglo, desde la firma del Tratado de Shimonoseki, en 1895.
La heroica Guerra de Resistencia contra el Japón constituyó una aguerrida epopeya para la joven República de China. La misma le ocasionó millones de víctimas e íncalculables daños materiales y espirituales y obligó a la nación china a consagrar todos sus esfuerzos en la lucha para mantener su determinación de ser libre y soberana.
Los ocho largos años de guerra ocasionaron la práctica suspensión de casi todas las actividades económicas, comerciales y culturales del país. Pero, gracias a los sacrificios del pueblo entero, a la tenacidad del Gobierno Nacional, al valor moral del Generalísimo Chiang Kai-shek y al apoyo por parte de las naciones aliadas, la República de China triunfó fmalmente sobre el Japón, logrando una de las grandes victorias de la Segunda Guerra Mundial.
Desgraciadamente, los comunistas chinos se aprovecharon de la guerra y desarrollaron secretamente sus fuerzas en medio de la turbulenta situación en que se encontraba la nación china. Bajo su intriga del "70 por ciento de esfuerzos para expandir el partido comunista,"el 20 por ciento para hacer tratos con el Kuomintang y el restante 10 por ciento de resistencia contra los japoneses", los comunistas llegaron a amasar tal poderío que se declararon en rebelión abierta, tras concluir la sangrienta guerra contra el Japón. Fue así como se consumó la ignominiosa división del país.
Las hostilidades surgidas a raiz del incidente del 7 de julio de 1937, conocido como el Incidente del Puente de Marco Polo, constituyeron un evento trágico para China y ocasionaron consecuencias desastrosas no solamente a nuestro país sino también a Asia y al mundo entero.

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