Taiwan Today

"El Día" de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España Por Elina Baldwin Durante los recientes y tristes sucesos de la Plaza Tienanmen, la mirada del mundo se concentró en China y en la tragedia de su pueblo. Mucho se ha hablado y escrito acerca de la falta de libertades, la pobreza y el sometimiento del pueblo chino y también de la valentía y la desesperación de esos jóvenes estudiantes que desafiaron al régimen en busca de un cambio radical para su país. Pero poco o nada se ha hablado de los grandes logros que ha conseguido ese pequeño gran país que es la República de China en Taiwan, con un Gobierno totalmente opuesto al régimen de China continental. Me encontraba yo precisamente de visita en Taiwan durante la tragedia de Beijing, y los chinos de Taiwan, que sueñan con la reunificación de China y poder visitar la tierra de sus antepasados, sintieron la tragedia como propia. Los sucesos de Tienanmen impidieron que pudiera visitar China continental como la llaman en Taiwan, para poder comparar (in situ) la diferencia entre los dos lados del Estrecho de Taiwan, pero no me es difícil establecer la comparación con todo lo que hemos visto y oído de China continental y lo que yo he vivido en Taiwan. Mi viaje a esta maravillosa isla, antigua Formosa, obedeció a motivos profesionales, como agente de viajes; y personales, ya que tuve el honor de ser invitada a la boda de Li Wen, mi(gran-nur) o ahijada china, una encantadora joven que el año pasado pasó seis maravillosos meses en Tenerife como mi huésped, perfeccionando el español. Por ser su invitada, he convivido con su familia y compartido sus amigos y no tengo palabras para describir la hospitalidad del pueblo chino. Un pueblo laborioso, con una capacidad de trabajo increíble, altamente cualificado, con gran sentido de responsabilidad y respeto a sí mismos y a los demás, que me ha impresionado vivamente. Esta vez he quedado gratamente sorprendida por el gran cambio que ha experimentado el país y el gran aumento en calidad de vida. Taipei me había parecido una ciudad agradable pero relativamente modesta; pero hoy es una ciudad moderna, pujante, dinámica y muy rica, al igual que las otras grandes ciudades del país, que crece a pasos agigantados. La República de China, un país joven, ha llegado a ser una de las grandes potencias económicas del mundo, gracias a los esfuerzos de su pueblo, grandes trabajadores. En Taiwan el comercio abre los siete días de la semaha y hasta las 11 de la noche, aparte de los innumerables mercados nocturnos donde se puede comprar de todo. El correo está abierto todos los días hasta las 11 de la noche y hay varias recogidas y entregas de correspondencia al día. El índice de paro es mínimo, no hay mendigos y todos los niños están escolarizados. Las escuelas son sumamente exigentes con los estudiantes y los exámenes de acceso a la universidad muy rigurosos. El nivel cultural y técnico es altísimo, ya que todos los universitarios aspiran al doctorado, primero en una universidad de Taiwan y luego en una universidad extranjera. El estudio es parte de su vida, y una obligación moral para los jóvenes. Visité el Departamento de Español de la Universidad Católica Fu-Jen de Taipei, donde unos 300 alumnos aprenden nuestro idioma. Fu-Jen es una de las 3 universidades en Taiwan donde se enseña español con un total de mil alumnos inscritos. El idioma inglés se imparte en todas las escuelas y en las numerosísimas academias que se han creado a raíz del gran interés por el perfeccionamiento de esta lengua, instrumento indispensable en el comercio internacional. La gastronomía china merece un párrafo aparte, pues fue todo un goce para el paladar y la vista, por la variedad de exquistos sabores, y la combinación de colores que juega un papel muy importante en su presentación. Tanto en el más modesto (chiringuito) de un mercado como en el más elegante restaurante, se puede disfrutar de exquisitos manjares: mariscos, langosta, algas, verduras fresquísimas, carnes, pollo, y otras exquisiteces que aquí no existen, todo acompañado de los más deliciosos y digestivostes. Siento una gran admiración por el pueblo chino de Taiwan que ha logrado el milagro económico gracias a su propio esfuerzo, en un país libre y decididamente anticomunista. Dios quiera que sus hermanos los chinos continentales puedan algún día no muy lejano vivir y trabajar en libertad y disfrutar de esa alegría de vivir que se respira en la República de China en Taiwan.