En el transcurso de estos azarosos años, hemos logrado superar numerosas dificultades, hasta emergir como uno de los poderes económicos y militares de la región, cuyos habitantes disfrutan de libertad, democracia y una gran prosperidad.
Con tal motivo, el presidente Chiang Ching-kuo transmitió para todos los habitantes de la nación, un conceptuoso mensaje.
A través de todo el país se celebraron especiales ceremonias para conmemorar una ocasión tan especial, incluida una concentración masiva, patrocinada por el Gobierno Provincial de Taiwan y presidida por el Gobernador Chou Chang-huan, con un manifiesto proclamando el apoyo del pueblo a la recuperación de China continental y al derrocamiento del régimen comunista chino, de manera que los más de mil millones de nuestros compatriotas, puedan disfrutar de la misma libertad, democracia y prosperidad que nosotros.
Por su parte, el gobierno celebró también diversas ceremonias en Taipei, para conmemorar el Día de la Reintegración, día que todos los habitantes de la República de China habrán de recordar con gran alegría, puesto que marcó el retorno al pueblo y gobierno de la República de China, de un territorio que desde 1895 le había sido "robado" a China por los japoneses. La reintegración de Taiwan a la República de China, fue decidida en la Conferencia de El Cairo, en la cual participaron el Generalísimo Chiang Kai-shek, el presidente de los EE.UU. Franklin Delano Roosevelt y el primer ministro de la Gran Bretaña, Sir Winston Churchill, resolución que estaba contenida en la Declaración Conjunta del 3 de diciembre de 1943.
La reintegración de Taiwan a la República de China el 25 de octubre de 1945, constituyó un evento de gran regocijo para todos los habitantes chinos, particularmente para quienes habían vivido bajo el dominio japonés durante 50 años y habían sido oprimidos cruelmente por los gobernantesjaponeses, privándolos de cuanto habían tenido, incluida su libertad.
Sin embargo, como resultado de la indulgente y benevolente política adoptada por el Generalísimo Chiang, los gobernantes japoneses que habían maltratado a los habitantes de Taiwan, recibieron después de la reintegración, un trato mucho mejor y más amable por parte del gobierno de la República de China.
El gobierno no perdió tiempo en reconstruir la industria y la economía de Taiwan. Sus realizaciones al haber desarrollado Taiwan en una provincia libre y democrática de la Repoública de China, fueron realmente fenomenales. Taiwan ha llegado a ser un modelo de auto-ayuda y de acelerado adelanto en todos los campos, hasta llegar a convertirse en uno de "los cuatro principales dragones" de Asia.