El expresidente Chiang Kai-shek nació el 31 de octubre de 1887 en Fung Hua, Chekiang. En la escuela primaria fue un muchacho brillante, habiendo sido también muy vivaz en el patio de recreo. Sin embargo, cuando se trataba de estudiar, solía concentrarse en sus libros, sorprendiendo a su profesor, tal poder de concentración. Fue dotado de una mente muy perspicaz y podía absorberlo todo de una sola vez. En la escuela militar situada en Paoting, Hopei, fue siempre el primero de su clase.
En 1907 se dirigíó al Japón para estudiar estrategia militar, permaneciendo allí hasta 1911. Cuando conoció al Dr. Sun Yat-sen, el joven muchacho le produjo una gran impresión, poniendo en él todas sus esperanzas. Más tarde, regresó a China para hacerse cargo de la revolución que habría de derrocar a la dinastía Manchú, destacando como un gran luchador y estratega.
En 1923 se dirigió a Rusia durante tres meses, a estudiar la Revolución Bolchevique, decidiendo que no se adecuaba a China. A su regreso fundó la Academia Militar de Whampoa, convirtiéndose en su director. Numerosos líderes militares egresaron de esa institución e hicieron. significativas contribuciones para la estabilidad de China.
Después del intempestivo fallecimiento del Dr. Sun, tomó sobre sus hombros la delicada responsabilidad de dirigir la jóven República. En 1926 consolidó a los habitantes y al Partido Nacionalista y guió las fuerzas de la Expedición al Norte de China, conquistando uno por uno a los señores de la guerra y unificando a todo el país en una forma como nadie más podría haberlo hecho. A partir de 1931, los japoneses expandieron su fuerza agresiva hasta Manchuria, provocando ñumerosos problemas en diferentes lugares y forzando a China a firmar una serie de "tratados desiguales".
El 7 de julio de 1937 los japoneses emprendieron una abierta y total invasión en China en el Puente de Marco Polo. Hubo quienes eran partidarios de la capitulación al enemigo, sin embargo él resueltamente los ignoró. Había mobilizado a todo el país, resistido a los "diablos del océano" del Oriente durante ocho largos años, hasta conquistar la victoria final en 1945.
Antes de fallecer, el 5 de abril de 1975, el Generalísimo Chiang Kai-shek, dejó un gran legado a todos los habitantes del país en sus discursos, cartas, diarios y mensajes, pues además de haber sido un gran soldado y hombre de Estado, fue también un literato.
Estos son algunos ejemplos que serán transmitidos a la posteridad:
-El hombre nació para la acción y la acción debe llenar su vida.
-Un hombre que pierde su voluntad de probar, está perdido.
-Lo que es bueno para el país y para los habitantes debe ser bueno para el invididuo.
-Debemos proteger nuestra cultura nacional y restaurar la libertad de nuestro pueblo.
-Entre más grande sea la dificultad, más grande será el desafio que habrá que superar y vencer.
-Con sentido de derecho y honor, un hombre es sabio, sin ellos no es más que un tonto.
-Haz lo que le pedirías hacer a los demás.
-No es posible darse cuenta de los errores, si no acepta escuchar un buen consejo.
-De vez en cuando, examínate a tí mismo y pregúntate: ¿Está tu mente desordenada, difusa, titubeante o abatida?
-Ayudar a los demás es una fuente suprema de felicidad en esta vida.
-Sé estricto contigo mismo; de lo contrario, no podrás ser estricto con los demás.
-Cuando un hombre busque la calidad divina de la razón y se libre de los deseos egoístas, será capaz de lograr un lugar en la unidad del cielo y la tierra.
-La prueba más firme de la fe llega cuando se está abandonado en el mundo.