07/05/2024

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El "Doble Nueve", Día de los Ancianos

06/11/1987
Por Kwe Fang-chen

Soy extranjero y vivo solo en tierra extraña;
los días de fiesta aumenta la nostalgia por mifamilia.
Desde lejos sé que mis hermanos suben a una montaña, llevando consigo cornejo ...
y sólo falto yo.


Wang Wei

(Escrito el día noveno del noveno mes lunar, pensando en mis hermanos que se encuentran en Shantung)

La festividad del Doble Nueve, recibe este nombre por coincidir con el dia noveno del noveno mes del calendario lunar chino, que este año cayó el pasado 31 de octubre, conociéndosele también como la fiesta de ascender alto.


De acuerdo con la tradición, el famoso letrado Huan Ching, de la dinastía Han del Oeste (25-220 d.C.), bajo la dirección del maestro Fei Chang-fang, estudió artes taoístas. Un día el maestro le advirtió a su discípulo que para el doble nueve, le ocurrirían a él y a su familia, grandes desgracias, aconsejándole que la única forma de evitarlas, era llevar envuelta en un paño rojo, una rama de cornejo; luego ascender a una gran monlaña y beber allí un buen licor de crisantemos. Cuando llegó dicha festividad, Huan siguió meticulosamente los consejos de su maestro y por la noche, al regresar al hogar familiar, observó aterrorizado que todos los animales de la casa habían muerto. Este es el origen de la expresión "subir a un sitio elevado, para evitar calamidades".


El cornejo es un arbusto empleado en la medicina china, para proteger la parte inferior y mediana del cuerpo, contrarrestar los efectos de la humedad; alejar la melancolía, disolver las flemas y eliminar las bacterias. Durante el doble nueve sus ramas se usan para ahuyentar a los malos espíritus.


El licor de crisantemos es un excelente protector contra el frío. El crisantemo norece en otoño y sus hojas se dejan fermentar en licor de arroz. Este vino se prepara cada doble nueve, para la festividad del año siguiente.


Todas las festividades chinas están asociadas con una comida especial; para esta ocasión se saborean los pasteles del doble nueve, rellenos de dátiles chinos, castañas y almendras.


Existe una variante mucho más lujosa de estos dulces, consistente en pequeñas pagodas de nueve niveles, coronadas por dos pequeñas ovejas, puesto que el nombre de esta festividad en chino es Chung
Yang que es el mismo sonido para doble oveja. Los nueve niveles de la pagoda, son una alusión a la fecha de la festividad; el ascender alto, se representa por la misma forma de la pagoda. El número 9 (chiu), es homófono del ideograma: largo tiempo; por dicho motivo, el pastel en forma de pagoda de nueve pisos, es una alusión a la longevidad. Por esta misma razón se aprovecha tam bién esta fecha, para celebrar el día de los ancianos.


Junto con la llegada del doble nueve, llegan también las primeras lluvias y soplan también los primeros gélidos vientos invernales. Los campesinos chinos observan este fenómeno atmosférico para predecir las nevadas de ese invierno y las cosechas de la siguiente estación. Si la festividad mencionada coincide con un día de lluvia y de mucho viento, que impida así subir a la montaña, puede posponerse para cuando mejore el tiempo; si es al día siguiente se le llama doble nueve pequeño, pero si pasa más tiempo, recibe el nombre de doble nueve pospuesto.


Celebrar el doble nueve es un ejemplo de cómo los chinos utilizamos la tradición para enriquecer nuestra vida, compartiéndola también con los demás.

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