05/05/2024

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VI. CUENTOS DE HOMBRES EI bienhechor insatisfecho (I)

26/12/1987

En cierta aldea vivía una familia muy rica cuyo patriarca siempre estaba realizando buenas acciones. En el verano compraba abanicos y medicamentos para repartirlos entre los pobres; durante el invierno confeccionaba grandes cantidades de ropa forrada con lana, para dársela a cualquiera que padeciera de frío o necesidad. Reparaba los puentes y construía caminos, de modo que innumerables personas se vieron beneficiadas por su bondad extrema. Su fama se difundió de aldea en aldea y a través del tiempo no había nadie en todo el país que no lo respetase por su gran candad.


Fue tanto su renombre que con el tiempo llegó a oídos de los Ocho Inmortales del cielo. Queriendo ponerlo a prueba, un buen día de invierno, dos Inmortales: Hang Hsiang-tsu y Li Tieh-kuai*, se transformaron en mendigos y descalzos y semidesnudos se detuvieron a la puerta de su casa, tiritando de frío. De repente y sin saber por qué razón, empezaron a discutir entre ellos y acabaron dándose de puñetazos.


El hombre rico, que en ese momento se hallaba sentado en su casa, al escuchar los ruidos del combate, se dirigió rápidamente hacia la puerta, donde vio enzarzados a los dos miserables mendigos. Fue hacia ellos y los separó y luego ordenó a su sirvientes que les trajeran ropa, zapatos y calcetines y les prepararan algo de comer. Al escuchar estas noticias los mendigos dejaron de pelear.


Ambos empezaron a comer muy despacio, a propósito, para que el sol se pusiera y cayera la noche antes de que hubieran acabado. Entonces le dijeron al hombre rico: "Señor, ha oscurecido y no tenemos casa. ¿No podríamos pasar la noche aquí?" El bienhechor, sin dudarlo ni un instante, les dijo: "Por supuesto, quedaos aquí. Todo está preparado" Y los envió a la cama.


Intencionalmente, los mendigos se comportaron en la forma más desagradable posible. Escupieron sobre la cama, lo mancharon y destrozaron todo y a la mañana siguiente, después de desayunar en casa del hombre rico, se fueron sin decir adiós y sin darle las gracias. Lo que hicieron pensando que su bienhechor . ahora se enfadaría con ellos y los maldeciría. Pero en verdad aquel era un buen hombre, así que des pues del desayuno, cuando los mendigos se alejaron, dijo simplemente a los sirvientes que limpiaran la habitación y lavaran la ropa de cama, sin pronunciar una sola palabra contra los dos extranjeros, los que decidieron recompensarlo.


*Han Hsiang-tsu, sabio famoso que vivió hacia el 820. Tenía el poder de hacer crecer las flores y de que brotaran en un instante. Fue el discípulo predilecto de Lu Tung-pin. Su emblema es la flauta y es el patrón de los músicos.


A Li Tieh-kuai se le representa como un mendigo. Se dice de él que fue un excelso mago, que conocía inclusó la forma por la cual su espíritu abandonaba su cuerpo y ascendía a las regiones celestiales para discutir con Lao Tse. Su emblema es el cayado de peregrino.
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