El Solsticio de invierno es para nosotros tan importante como el Año Nuevo; todos intercambian felicitaciones con ropa nueva y sombrero.
Las costumbres de Chekiang y Kiangsu son las mejores.
Los jóvenes muestran sus respetos a sus mayores.
(Wu Chung: "Poema de la rama del bambú")
Por medio de este poema tradicional de Soochow, podemos ver cómo los chinos celebrábamos el Solsticio de Invierno, tanto como el Año Nuevo Chino. Para este día, todos estrenaban ropa y sombreros y salían a la calle para felicitar a sus vecinos y mostrar respeto por sus mayores.
Tungchi es el término chino para Solsticio de Invierno y literalmente significa "extremo del invierno". El invierno chino empieza con el periodo solar litung o "comienzo del invierno"; el Solsticio de Invierno es realmente un indicio de que ya se acerca la primavera. Los días que durante el verano eran largos, se van acortando, para dejar más espacio a las noches invernales. El Solsticio de Invierno es la noche más larga del año, que generalmente coincide con el día 22 ó 23 de diciembre y que este año cayó el pasado 22 del presente mes.
Basados en el ritmo de las actividades agrícolas, los chinos dividimos el año en 24 periodos solares. Estos periodos son: Solsticio de Invierno, Fresco, Frío, Inicios de la Primavera, Despejado y brillante, Chaparrones, Inicios del Verano, Despertar de los insectos, Equinoccio de Primavera, Despejado y brillante, Chaparrones, Inicios del Verano, Brotar de las semillas, Espigar de las semillas, Solsticio de Verano, Calor, Tórrido, Inicios del Otoño, Rocío frío, Escarcha, Inicios del Invierno, Nevada ligera y Gran nevada. El Solsticio de Invierno está considerado como el inicio del año astronómico. En esa fecha empiezan las actividades agrícolas de la siguiente cosecha, siendo por eso la época más importante de los 24 periodos solares.
Según nos refiere la historia, en el Solsticio de Invierno salían los emperadores a las afueras de la ciudad, para adorar a los dioses del cielo. Actualmente en Taiwan se celebra esta ocasión por las mañanas, con una sopa de arroz glutinoso, acompañada por unos budines redondos, que sirven de ofrenda para nuestros antepasados. Después de esa ceremonia, la familia se reúne y consume la sopa, siendo el símbolo de haber llegado sanos a este año y de añadir otro a nuestras vidas. El budín redondo representa la buena fortuna, sacrificándose también patos y pollos, para comerlos sazonados con hierbas vitalizantes que nos ofrecerán energía extra para pasar el resto del invierno.