03/05/2024

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II. CUENTOS DE ANIMALES - La rata y el buey

26/04/1986

Había una vez un dios que vivió entre los hombres -no se sabe exactamente en qué época- que quiso encontrar doce animales para el primer zodíaco y así identificar con su nombre los meses del año.

Había decidido ya el lugar que le correspondía al dragón, la serpiente, el tigre y la liebre, cuando la rata y el buey empezaron a discutir acerca de quien de los dos era el más grande. Claro que el cuerpo y la envergadura del buey eran, evidentemente, enormes en comparación con la rata; así que cuando escuchó sus protestas, empezó a mover los cuernos y a gritar:"Todo el mundo sabe que yo soy mucho más grande y muchísimo más fuerte. ¿Cómo puede una rata que sólo pesa unos pocos gramos, atreverse a competir conmigo? i Es ridículo! La taimada y astuta rata sonrió fríamente ante la arrogancia del buey y dijo: "Cada uno puede vanagloriarse de su propio tamaño y de sus propias capacidades, puesto que no existe modelo alguno. Debemos inclinarnos ante lo que opine la mayoría. Es verdad que sólo soy una pequeña rata, pero hoy voy a medirme contigo".

Temiendo que la batalla dialéctica entre el buey y la rata se convirtiera en una de verdad, el dios les interrumpió rápidamente diciendo: "Por supuesto, una rata no es tan grande como un buey, pero puesto que ella no lo cree así debemos confiar en la opinión de la gente. Este será el medio más justo de tomar una decisión. Te sugiero que pienses en ello y salgas a escuchar el veredicto de la gente". En seguida el buey se mostró de acuerdo con la sugerencia del dios, pensando que tenía asegurada su victoria.

Sin embargo, la rata, simulando estar desesperada y hundida en el abatimiento, dijo:
"Tengo que ser un poco más grande antes de presentarme ante la gente" .

Viendo a la rata tan descorazonada, el buey pensó que, pasara lo que pasara, la rata sería siempre más pequeña que él, así que consintió en que se duplicara su tamaño; a él no le preocupaba, puesto que era casi cien veces más grande que ella.

Cuando la rata hubo crecido, se dirigieron hacia la ciudad. i Vean! decía la gente. Nunca habíamos visto una rata tan grande. Es increíblemente enorme". y desde el momento en que dejaron la casa hasta que volvieron, no cesaron de escucharse las exclamaciones y comentarios de asombro ante el tamaño de la rata, por lo que el buey pasó desapercibido, quizá porque la gente estaba acostumbrada a verlo todos los días, mientras que jamás habían visto una rata de tamaño semejante.

El estúpido buey había caído en la trampa de la rata, pero no comprendió que había sido engañado, simplemente pensó que la gente no tenía ojos. Como había perdido, ya no le quedaba dignidad y tuvo que resignarse a ceder el primer lugar a la rata. Desde ese día, la rata se convirtió en el primer animal del zodíaco chino.

(c) Miraguano Ediciones Hermosilla 104, 28009 Madrid

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