04/05/2024

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III. CUENTOS FANTASTICOS - La hija de la bruja (I)

26/05/1986
En medio de una hilera de montañas salvajes había una choza de paja, donde vivía un hombre anciano con sus tres hijos. Cada día el padre salía a buscar combustible para el fuego. Un día se encontró en el bosque con una viuda, mayor de edad, vestida de blanco, sentada en una piedra cuadrada, jugando al ajedrez. Como el viejo era también un experto jugador, se detuvo a observar el juego. "¿Quieres jugar conmigo?" le preguntó la viuda. "Claro", replicó el anciano. Cuando la viuda le preguntó qué apostarían, el viejo sugirió apostar leña. Pero la mujer le dijo: "No, no podemos jugar por leña, porque yo no tengo. Aunque, ¿cuántos hijos tienes?" Cuando oyó que el viejo tenía tres hijos, se puso muy contenta y dijo: "Esto es perfecto. Yo tengo tres hijas. Si tú ganas te las mandaré como prometidas para tus hijos; pero si gano yo, tú deberás mandarme a tus hijos para que se conviertan en mis yernos". El viejo se pasó la mano por la barba y finalmente asintió. Perdió todas las partidas que jugaron y cuando la anciana viuda se levantó, señalando al oscuro valle, dijo: "Allí está mi casa. Mañana has de enviarme a tu hijo mayor, tres días más tarde al segundo y tres días después al más joven". Entonces se fue y el viejo volvió a su casa sin haber recogido leña alguna, contándoles a sus hijos lo sucedido. ¡Cómo se alegraron cuando lo oyeron! Al día siguiente envió a su hijo mayor; tres días después al segundo y al sexto, al más joven. Cuando el tercer hijo se hallaba en camino, se encontró con un viejo ermitaño de barba blanca, que le preguntó hacia dónde se dirigía. "Me dirijo hacia el valle para convertirme en el yerno de una viuda que lo habita. Mis dos hermanos están ya allí", dijo el más joven de los hijos. El ermitaño suspiró y dijo: "Esa viuda es una vieja bruja. Sólo tiene una hija, que ha atraído a muchos hombres jóvenes para matarlos. Tu hermano mayor fue devorado por el león que guarda la puerta de entrada y tu segundo hermano por el tigre que guarda la puerta interior. Has tenido mucha suerte al encontrarme". Y sacando de su pecho una perla de hierro, continuó: "Tírale esto al león de la puerta exterior". Luego le dio una varilla de hierro diciéndole: "Arroja esto al tigre que guarda la puerta interior. Corta entonces una rama del cerezo cercano al arroyo y cuando llegues a la tercera puerta, empújala con esa rama y podrás entrar sin que te pase nada". El joven tomó la perla y la varilla, se dirigió hacia el bosque de cerezos a cortar la rama y después de darle las gracias al ermitaño, descendió al valle. Prontó llegó a una gran casa. En la puerta de entrada, arrojó la perla de hierro al león, el cual empezó a jugar con ella. En la segunda, le lanzó al tigre la varilla de hierro, poniéndose también a jugar. La tercera puerta estaba firmemente cerrada, pero la empujó con el palo de cerezo y ¡crash!, un bloque de hierro de cien libras cayó, abriéndose la puerta. Si la hubiera abierto con la mano, habría quedado completamente aplastado por el bloque. La bruja estaba cosiendo en su habitación, cuando escuchó el ruido de la puerta. Miró y vio al joven, adivinando que era el tercer hijo del anciano. Se preguntó cómo habría pasado a través de las tres puertas, pero cuando el joven entró, fingió estar muy contenta y dijo: "Has llegado justo en el momento apropiado. Tengo una fanega de semillas de lino y me gustaría que las plantaras en el campo antes de que llueva. Cuando vuelvas, celebraremos la boda." El joven miró al cielo y se dio cuenta de que estaba lleno de oscuros nubarrones que amenazaban lluvia. (c) Miraguano Ediciones Hermosilla 104, 28009 Madrid

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