Taiwan Today

Desde épocas remotas la medicina autóctona de China ha desempeñado un papel importante para la conservación de la salud del pueblo. Aunque después del establecimiento de la República, la medicina occidental penetró en China con un ímpetu tan arrollador -a tal punto que los tradicionales métodos curativos fueron considerados como simples prácticas de curanderos, carentes de bases científicas- lo cierto es que la medicina china actúa eficazmente en enfermedades en donde los facultativos del Occidente se han mostrado impotentes. Esto revela que la medicina y los medicamentos chinos poseen un valor indiscutible y explica también el por qué la medicina occidental no ha podido sustituir del todo a la que se originó en China. Los comienzos de la medicina china se atribuyen a Shennung, el Agricultor Divino, quien probó diversidad de yerbas para determinar sus propiedades curativas, habiéndose intoxicado, según se dice, hasta setenta veces al día. A base de la experiencia acumulada compuso su famosa materia médica, que le ha permitido al pueblo chino emplear yerbas para la curación de multitud de enfermedades. La materia médica de Shennung divide los medicamentos en tres clases: los que favorecen la longevidad, los que tonifican el cuerpo y los que curan las enfermedades. Otra de las obras clásicas de la medicina china es el Nei Ching o Clásico Interno, que recoge las conversaciones sostenidas por el Emperador Amarillo con Chi Poh, acerca de asuntos terapéuticos. Posteriormente se ha de mostrado que las obras atribuidas a Shennung y al Emperador Amarillo, son realmente recopilaciones de conocimientos médicos, desde la más remota antigüedad, hasta los primeros tiempos de la dinastía Han, en el siglo II a. C. En la dinastía Chou (1100-722 a. C.) existían ya eminentes médicos. En la época de los Estados Guerreros (481-221 a.C ) existió Pien Chueh. De acuerco con las Crónicas Históricas de Szema Chien, Pien Chueh fue conocido como el Padre de la Acupuntura, pero se le debe también un sistema de diagnóstico que tiene vigencia permanente en la medicina. Aun en nuestros días, para diagnosticar la enfermedad de un paciente, los médicos chinos observan, escuchan, preguntan y toman el pulso, exactamente como lo hacía Pien Chueh, hace más de dos mil años. Otro médico de gran fama de la China antigua, fue Hua To, que vivió durante la posterior dinastía Han, hace aproximadamente 1800 anos. Hua To efectuó con gran éxito cinco intervenciones quirúrgicas, dos de ellas operaciones del abdómen, aplicando en las otras 3 anestesia general. Es interesante notar que en la farmacopea china figuran substancias de los reinos mineral, animal y vegetal. Para la preparación de los medicamentos chinos puede utilizarse una gran variedad de animales, vegetales y minerales, cuyo número se calcula pasa de cinco mil. Los de uso más frecuente llegan fácilmente a mil. Los preparados medicinales pueden ser tomados en forma de píldoras, grageas, caldos y polvos. Para preparar un remedio, se emplean generalmente varios ingredientes, los que se agrupan en cuatro categorías: los llamados soberanos, cuyos papel es curar la enfermedad; los ministros, que secundan la función de los soberanos; los asistentes, que neutralizan los efectos secundarios de la medicina y los enviados, que refuerzan la eficacia de los otros ingredientes. De modo que, aunque sea tomada durante largo tiempo, la medicina no crea hábito, ni produce efectos secundarios, característica que la diferencia de los remedios occidentales. A lo largo de la historia china, numerosos tratados han enriquecido la bibliografía médica. Larga sería su enumeración, pero cabe mencionar la monumental Materia Médica de Lee Shih-chen, de la dinastía Ming y Correcciones del Bosque de la Medicina de Wang Ching-jen, de la dinastía Manchú, anterior a la República. Después de 42 años de pacientes trabajos de disección, Wang escribió el primer tratado de anatomía en la historia china. Aunque en la República de China se ha enraizado profundamente la medicina occidental, la que proviene de los tiempos míticos de Shennung, sigue gozando de gran aceptación en todos los rincones de Taiwan. Al mismo tiempo, algunos aspectos de la medicina china son objeto de serios estudios en el campo de la medicina mundial. Por ejemplo, la acupuntura, ha demostrado definitvamente su eficacia como anestésico y como eficaz método terapéutico para diversos males. Centenares de médicos extranjeros han llegado a la República de China para seguir cursos de esta especialidad en la Escuela de Medicina China de Taichung. Desde julio de 1958 funciona la Escuela de Medicina China. Aparte de estudiar las asignaturas generales de la medicina occidental, sus alumnos tienen que reunir 103 créditos en materias propias de la medicina china. Los egresados de esta escuela están capacitados para coordinar los resultados del desarrollo de ambas medicinas. En efecto, muchos de ellos están empeñados en investigaciones cientificas que sin duda habrán de contribuir a darle todavía más prestigio a la medicina tradicional china.