02/05/2024

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III. CUENTOS FANTASTICOS Mono y el rey de la muerte (final)

06/09/1986
Pues tened la bondad de venir por aquí, le dijeron, conduciéndole a una gran estancia donde encomendaron al oficial encargado del registro que trajera las fichas. El oficial se metió en una habitación contigua de donde salió con cinco o seis libros divididos en columnas y empezó a recorrerlas una por una. Insectos Pelados, Insectos Vellosos, Insectos Alados, Insectos Escamosos. Dejó aquel libro y buscó otro en el que estaban los Monos, pero como el Mono Rey tenía características humanas, tampoco estaba allí. No estaba entre los animales, porque no era súbdito del Unicornio y tampoco entre las aves, porque no lo era del Ave Fénix. Al fin hallaron una lista especial que el mismo Mono se empeñó en registrar por sí y en ella bajo el epígrafe "Alma 3.150", halló su propio nombre seguido de la descripción "Padres: producto natural. Descripción: Mono de Piedra. Duración de su vida: 342 años. Muerte tranquila". Mi vida no tiene término -dijo el Mono- soy eterno. Voy a borrar mi nombre. i Un pincel! El oficial se apresuró a ofrecerle uno empapado en tinta densa y el Mono borró con un trazo no sólo su propio nombre, sino también todos los que estaban en la lista de los monos. Entonces tirando el libro exclamó: Esto se ha concluido. Ahora ya no podréis detenernos. Y diciendo esto recogió su hierro, abriéndose paso fuera del Palacio. Los jueces no se atrevieron a protestar, sino se fueron a Ksitigarba el Guía de los Muertos, discutiendo con él la conveniencia de presentar una reclamación ante el Emperador del Jade en los Cielos. Mientras el Mono salía corriendo de la ciudad, tropezó y con la caída se despertó, encontrando que todo ello no había sido más que un sueño. Gran Rey -dijeron sus súbditos- tanto debisteis beber ayer, que os habéis quedado dormido aquí toda la noche. Soñaba que dos hombres venían a arrestarme –explicó- relatándoles el sueño. He borrado vuestros nombres del registro y así no se meterán con vosotros. Los monos se inclinaron y le dieron las gracias. Y desde entonces se ha visto que algunos monos de las montañas no envejecen nunca y es porque sus nombres fueron borrados de los registros del Rey de la Muerte.* *Este es un pasaje de la clásica novela china "La peregrinación del Mono", Hsi Yu Chi, escrita por Wu Cheng-en en el siglo XVI. Su protagonista es Mono, que ávido de conocer la verdad, peregrina en pos de Buda. Cuando al fin obtiene el conocimiento de 1as leyes del universo y de sí mismo, regresa con su pueblo, poseyendo extraordinarios poderes, como el de cambiar de forma y tamaño a voluntad y muchos otros. (c) Miraguano Ediciones Hermosdla 104, 28009 Madrid

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