Taiwan Today

La República de China es ampliamente conocida en todos los países del extranjero por su prolífica producción de películas con temas de artes marciales, principalmente de Kung Fu. Sin embargo, ello no quiere decir que todas las películas que acá se producen, pertenezcan exclusivamente a este género. Por el contrario, de un tiempo a esta parte se ha producido un cambio por demás evidente en la producción cinematográfica de nuestro país, no solamente en lo que se refiere a su calidad artística y técnica, sino que así también en cuanto a los argumentos de las películas, en donde puede evidenciarse la marcada predilección existente por producir películas de carácter realista. Una de las películas de mayor calidad y que muy bien podría considerarse como auténticamente china, no sólo por su argumento, sino que también por su ambientación, escenografía, vestuario, etc., es "La rueda de la existencia". Dividida en tres partes, está basada en el tema del karma budista o reencarnación, relacionada también con la teoría del samsara o de la transmigración. Tres artistas -dos hombres y una mujer- aparecen como los principales protagonistas de las tres partes y lo único que sirve como leitmotif o punto de enlace entre ellas es una daga, antigua reliquia que es la que al final de cada una de las tres partes que componen la película, produce la muerte de los tres personajes. La primera de ellas ocurre durante la remota época de la dinastía Ming (siglos XIV a XVII). Una muchacha se suicida haciendo uso precisamente de esta daga, con la cual por equivocación, había dado muerte a su prometido, al haberlo confundido con otro pretendiente suyo, quien en cambio, enceguecido como consecuencia de haber ingerido un veneno, encuentra la muerte al fondo de un abismo. En la segunda parte, cuya acción trascurre durante la época de la fundación de la República, o sea, a principios del presente siglo, tiene lugar un triángulo pasional entre los tres protagonistas, cuyo final es la trágica muerte de la protagonista a manos de su celoso tutor, quien se vale para ello de la misma daga. La parte final tiene lugar en la isla de Penghu (Pescadores), en la época actual. Aquí, el triángulo se repite, con la única diferencia que acá la joven es una bailarina de un grupo de danza moderna, mientras que su enamorado es un joven escultor, entre quienes se interpone la siniestra figura del hermano de éste -un sacerdote taoísta- quien en la escena final de la película, al estar celebrando unos ritos religiosos y luego de subirse a una escalera cuyos escalones están hechos de cuchillas, encuentra la muerte accidentalmente, al resbalar y caerse de la misma, clavándose dentro del pecho la daga que llevaba en la boca. Esta película logra alcanzar un equilibrio casi perfecto, presentando partes mejor ambientadas y logradas que otras; pero por encima de todo, ofrece un fiel panorama de la vida china, con sus ritos, supersticiones, costumbres, etc. La magnífica actuación de Shih Chiun, uno de los principales protagonistas, le hizo merecer el premio al mejor actor principal en el Festival Cinematográfico del Pacífico del Asia, que tuviera como sede la ciudad de Taipei, en noviembre de 1983. Asimismo, en la vigésima ceremonia de la entrega de premios "Kinma" (Caballo Dorado) -equivalente al famoso y codiciado premio "Oscar" que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos concede anualmente a la mejores películas, directores, actores, etc., del año- otorgó también a dicha película los premios a la mejor escenografía y al mejor guión cinematográfico. Así también, King Hu, director de la primera parte de la misma, mereció el premio más importante en la categoría de dirección de películas, en el Tercer Festival Cinematográfi'co de Fantasía y Ciencia-Ficción realizado en Roma, Italia, en 1983. "Una flor en la noche lluviosa" es quizás, la mejor muestra del realismo en la cinematografia china. Su argumento, basado en la novela del mismo nombre del escritor Chung Li-ho, relata la historia de Pai-mei, una humilde muchacha campesina, quien ante la pobreza de sus padres, es adoptada por otra familia. Al llegar a la adolescencia, su padre adoptivo la lleva a trabajar a una casa de prostitución, para que pueda contribuir en esta forma al sostén del hogar. Debido al desprecio y a las humillaciones de que es objeto al regresar a su hogar, para participar en los funerales de su padre adoptivo, debido a su "profesión", decide hacer realidad su máximo anhelo: ser madre y tener su propio hogar y es así como entabla relaciones con un joven pescador, fuerte y humilde, pero a la vez noble e ingenuo, por lo que considera que precisamente él podría ser la persona indicada para el padre de su anhelado hijo. Deseando iniciar una nueva vida, emprende el viaje de regreso a su verdadero hogar, junto con su legítima madre, quien -a diferencia de su madre adoptiva- la recibe con mucho afecto, tratándola con gran consideración, principalmente cuando se entera de que muy pronto habrá de convertirla en abuela. Tiempo después de dar a luz, Pai-mei decide regresar al pueblo de pescadores en donde conoció al padre de su hijo, para así poder ofrecerle un verdadero hogar La magnífica actuación de Lu Hsiao-fen en el papel de Pai-mei, le mereció obtener el "Caballo Dorado" a la mejor actriz principal, mientras que Ying Yinh, otra veterana actriz, quien hizo el papel de la verdadera madre en la misma película, conquistó también el galardón a la mejor actriz secundaria. La Organización Católica Internacional Cinematográfica del Festival del Pacífico del Asia, le concedió también a esta película el premio "Antorcha Dorada", como reconocimiento por su exaltación y enaltecimiento a la dignidad humana. En noviembre de 1984, junto con la película "El joven fugitivo", "Una flor en la noche lluviosa" participó representando a nuestro país, en el Festival Internacional Cinematográfico de Chicago, EE.UU.