Taiwan Today

Dentro de los numerosos y variados festivales chinos, el Año Nuevo Lunar es sin lugar a dudas el más grande y el de mayor importancia. A las cero horas del primer día de la primera luna del calendario lunar (20 de febrero del presente año), una criatura diferente (el buey para este año), reinará durante el mismo, dentro del respectivo ciclo mitológico. Como es tradicional, esta transición será marcada puntualmente por el ruidoso estampido de los cohetes, con la intención de ahuyentar a los malos espíritus y de invocar a los dioses, implorándoles su bendición. Cinco días antes del Año Nuevo, se quema la representación del dios de la Cocina, simbolizando en esta forma su ascenso a los cielos, para informar acerca de los asuntos de las familias en la tierra. Es lanzado también a las llamas el dinero de los espíritus, simbolizando así el pago de los gastos de su viaje de regreso a la tierra. Antes de este ritual, se le impregna azúcar u otra substancia dulce a los labios del dios, para garantizar en esta forma un informe favorable en los cielos, o al menos, para que permanezca en silencio. El retorno del dios de la Cocina es simbolizado en la víspera del Año Nuevo, cuando es pegada en la pared una nueva representación del dios. Pero antes de esto, toda la familia se dedica a limpiar completamente toda la casa, con el objeto de ofrecerle a la deidad la mejor impresión posible. Nada es más apreciado por los chinos que las reuniones familiares, especialmente para entonces. Dicha fecha se caracteriza en la República de China por el mayor congestionamiento del tránsito, así como la mayor demanda de medios de transporte: autobuses, trenes o aviones, para dirigirse de uno a otro lugar y poder estar así reunidas todas las familias. Dentro de los preparativos para recibir el año nuevo, prevalece también un ambiente de agitación y entusiasmo, así como de impaciente anticipación, principalmente entre los niños, quienes esperan ansiosos los sobres rojos conteniendo dinero que habrán de recibir para entonces. La víspera del Año Nuevo es celebrada con feriado oficial, además de los dos días posteriores: los primeros dos días del año nuevo. Pero la festiva disposición de ánimo se prolonga en muchos casos hasta la celebración del Festival de los Faroles que tendrá lugar en el decimoquinto día de la primera luna, o sea el 6 de marzo próximo.