Taiwan Today

Para fomentar el amor filial, la principal virtud de Confucio, practicada por el pueblo chino desde hace 5000 años, se han emitido con anterioridad para esta fecha, otras series de estampillas conmemorativas, por ejemplo una serie en donde se presentan las siguientes historias: Tze Chien, discípulo de Confucio (551-479 a. C.) era objeto de malos tratos por parte de su madrastra, quien a sus propios hijos les daba ropa nueva y gruesa, mientras que a Tze Chien tan sólo ropas hechas de juncos. Cuando su padre se enteró que debido al frío, en un día de invierno no podía cumplir sus órdenes de conducir una carreta, le prometió que se divorciaría de su cruel madrastra, a lo que Tze Chien respondió: "Teniendo a mi madrastra, sólo yo sufro de frío, mientras que al no tenerla, sus otros tres hijos sufrirán también de frío." Al escuchar tan noble respuesta, su madrastra se arrepintió de sus malos tratos y en adelante lo trató como si fuese su propio hijo. Durante la dinastía Han (206 a. C. - 220 d. C.), vivió Tsai Hsun, un muchacho quien había sufrido la sequía y los desórdenes provocados por la usurpación de Wang Meng (9-24 d. C.). Al estar recogiendo moras, las que colocaba en dos canastas, fue capturado por unos bandidos. Al ser interrogado por ellos, Tsai Hsun les respondió que las moras negras ya maduras eran para su madre, mientras que las rojas (que todavía estaban verdes) eran para él. Los bandidos, al escuchar esto quedaron muy impresionados, por lo que lo dejaron libre, despidiéndolo con valiosos obsequios. Hacia finales de la dinastía Han (25-224 d. C.), Kiang Keh tuvo que llevar sobre sus espaldas a su madre viuda, huyendo de una calamidad, siendo obligado a unirse a un grupo de bandidos, los cuales lo liberaron al darse cuenta de su enorme amor filial. Posteriormente Kiang Keh se estableció en Hsia Pei en la provincia de Kiangsu, trabajando en el campo para sostener a su madre. Durante el período de los Tres Reinos (220-280 d. C.), Meng Chung perdió a su padre cuando era aún muy joven. En la época de invierno su anciana madre se enfermó, por lo que quería tomar sopa de retoños de bambú. Meng Chung se dirigió al campo a buscar los retoños de bambú y así preparar la sopa para su madre, quien se recuperó después de tomarla. La historia china revela que sólo los líderes que se distinguen por poseer la virtud del amor filial y servir de acuerdo a los deseos y la voluntad del pueblo, son amados por sus conciudadanos. La mayoría de líderes más queridos de varias dinastías declararon invariablemente que gobernarían basados en el amor filial, haciéndolo así. Con tales líderes sirviendo de guías, por lo general la sociedad china ha sido próspera y pacífica. Afortunadamente la República de China ha tenido líderes semejantes. En octubre de 1936, en ocasión de su quincuagésimo aniversario, el expresidente Chiang Kai-shek dio a conocer a sus conciudadanos un mensaje titulado: "Sirviendo a mi país y recordando a mis padres". En el mismo dijo que cuando tenía solamente nueve años de edad perdió a su padre, siendo sostenido por su madre a través de las circunstancias más difíciles, por lo que atribuyó todos sus logros en la vida a sus esfuerzos y a su estímulo. Dicho mensaje contenía un profundo amor filial. El recuerdo de su madre estuvo siempre arraigado en él profunda y permanentemente. Al llegar a Taiwan seleccionó un lugar pintoresco rodeado por un lago, en Taoyuan, no muy lejos de Taipei, como su lugar favorito de descanso, dándole el nombre de Tzuhu, en memoria de su madre. En chino, "Tzuhu" significa amor maternal. Cada día el mundo se va haciendo más y más pequeño. Las personas de diferentes culturas tratan de aprender cada vez más unos de otros. Un gran número de occidentales han tratado de practicar el amor filial al estilo chino y es por eso que han llevado a sus padres a vivir con ellos. O sea, pues, que no somos solamente nosotros los chinos quienes practicamos la principal virtud de Confucio: el amor filial; su influencia se ha extendido incluso hasta los más remotos países del mundo occidental.