Taiwan Today

Los trompos de todo tamaño son conocidos con el nombre de Chen Chen y según la tradición empezaron a jugarse en la corte imperial china durante la dinastía Sung, hace más de mil años. Constituyó el juego favorito de los niños de la Corte, extendiéndose muy pronto por todo el país e incluso por toda Asia y Europa, por medio de los comerciantes extranjeros. La primavera es una época gloriosa en Taiwan. La naturaleza lanza más colores de lo que podría imaginarse. La frescura y belleza del campo se reflejan en las caras de los niños. Casi está por terminar el año escolar, lo que quiere decir que habrá más tiempo para el campo, para disfrutar de las flores nuevas y del color de la hierba. Un proverbio chino dice: "La primavera la reconocen primero las plantas que el hombre". Es la época para que los niños gocen de todo cuanto ofrece el campo y contribuye a hacer más maravillosa la estación. Los chinos suelen decir que la tierra misma es un juguete de la creación, puesto que de la mezcla de la tierra y el agua se obtiene la arcilla blanda, lista para moldearse y así poder hacer cuanto se desee; sólo falta dejarla al sol para que se seque. Para las niñas constituye también un entretenimiento la confección de "sachets", arte que les es enseñado por sus madres. Se trata de unas lindas bolsitas conteniendo en su interior sus perfumes favoritos. La tradición de las "sachets" data de los tiempos en que se usaban para ahuyentar a los malos espíritus. Hoy se usan como preciosas decoraciones y son muy. populares durante el festival del Bote-Dragón, a mediados de cada año. El bambú ha constituido siempre parte importante de la vida china. Se utiliza en la construcción de viviendas rurales, puentes y barcos. De él se fabrican también instrumentos musicales y sus hojas se utilizan para resguardar o envolver alimentos. Es una de las plantas más antiguas y útiles de la tierra. Por supuesto que el bambú sirve también como materia prima para los juegos de los niños, haciéndose de él pistolas de agua, cañas de pescar,así como flautas o silbatos. El retoño del bambú es indispensable en el tradicional juego chino del "bambú vacío". Para jugarlo se ahueca un trozo de retoño y se pasa por un hilo; ese hilo se ata a cada extremo de una varilla; al tirar de ellas el retoño circula entre las mismas. Mientras más rápido se tire, más rápido circula el retoño y mientras más se retuerce y tire de las varillas, más saltará el retoño y trenzará el hilo. El verano es mágico para los niños quienes disfrutan en el campo, de los arroyos, bosques y prados. Todo es allí perfecto para jugar; sin embargo para los niños pasa demasiado aprisa y el primer indicio del otoño es el manto formado por las blancas cañas en los valles y caminos, ofreciendo una visión inolvidable. El hermoso otoño es la época para el más universal de los juegos chinos: los cometas o barriletes, cuya confección demanda del niño no sólo buen gusto sino también una gran imaginación, puesto que habrán de ser elevados al cielo para provocar desde allí la admiración de tooos los espectadores.