05/05/2024

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Aniversario del nacimiento del Dr. Sun Yat-sen

06/11/1985
En 1865 el mundo se vió conmovido ante la intempestiva muerte de Abrahám Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos. Afortunadamente su espíritu se vió resucitado un año después, con el nacimiento del Dr. Sun Yat-sen, nacido el 12 de noviembre de 1866. Al igual que Lincoln, el gran emancipador que liberó a los esclavos negros, el Dr. Sun liberó a China -la mayor nación de la tierra- del tiránico poder de los Manchúes o de la dinastía Chin. El fundador de la República de China fue un gran admirador de Lincoln. Así, estableció los San Min Chu I, los Tres Principios del Pueblo, siguiendo su modelo de "un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". El Dr. Sun fue un revolucionario y un idealista. Habiéndose educado tanto en Oriente, como en Occidente, estuvo influido con la ideología de uno y otro lugar. Al establecer una nueva República, seleccionó el mejor pensamiento del Occidente y conservó la mejor parte de la tradición china. Para conocer mejor su personalidad, carácter y ambición, pueden leerse las siguientes anécdotas: A la edad de siete años, fue enviado a una escuela privada en su aldea, en donde se le pidió que aprendiera de memoria "Los Tres Caracteres" clásicos, sin explicársele previamente su significado. Cada alumno repetía fielmente los versos sin protestar, pero no así Sun Yat-sen, quien poniéndose de pie, díjole a su maestro:"Esta clase de aprendizaje es improductiva; no entiendo cuál es su propósito". "¿Cómo se atreve a poner en duda la lectura de los clásicos?" -le respondió el viejo maestro-. "No entiendo lo que estoy leyendo" -insistió Sun- a lo que su profesor replicó: "Tener objeción a leer los clásicos constituye un gran deshonor", a lo que el joven alumno, sin inmutarse, respondió: "Yo vine aquí en búsqueda del conocimiento de los filósofos y de los hombres sabios y espero que usted me ayude a comprender los clásicos", lo que hizo que el maestro quedara profundamente impresionado, por lo que en adelante optó por ser más razonable, cambiando sus métodos de enseñanza. Un día, mientras estudiaba en la escuela de la aldea, Sun escuchó afuera una gran conmoción. Era una banda de bandidos quienes habían robado a un chino de ultramar que acababa de regresar de los Estados Unidos. Todos huyeron asustados, exceptó él, quien permaneció en el lugar, observando desdeñosamente a los malos hombres. El hombre rico había perdido todo lo que tenía y se lamentaba diciendo: "Durante muchos años he estado esforzándome por trabajar y ahorrar dinero, sólo para que me robasen en mi propio país, que es una nación sin leyes". Esto hizo reflexionar al joven Sun, plantando en su mente la semilla de la revolución para derrocar a la corrupta dinastía Manchú. A la edad de doce años, se dirigió a Honolulú para vivir con su hermano. Cuando tenía 19 retornó a su nativo Cantón a través de Hong Kong. Al regresar a su tierra natal, fue buscado no menos de tres veces. Realmente los inspectores querían dejarse sobornar por el joven estudiante; sin embargo él no les dio la oportunidad, prometiéndose a sí mismo: "Tenemos que derrocar a los Manchúes". Luego de retornar a China, continuó sus estudios en el Queen 's college de Hong Kong. Fue bautizado y se convirtió formalmente al cristianismo. En esa misma época Lu How Tung, un colega cercano del Dr. Sun fue bautizado también. Cuando el Dr. Sun tenía 30 años, en 1896, fue secuestrado en Londres por los agentes de los Manchúes, siendo sólo su fé la que lo libró de esta situación. Al enfrentar el mayor peligro de su vida, el Dr. Sun oró con la mayor convicción, diciéndole a un servidor inglés, empleado por la dinastía Manchú: "Como devoto cristiano, quiero salvar a mi país de la esclavitud. Los Manchúes me han capturado, por lo que mi futuro es bastante incierto. Si es que no me matan, seré torturado; sin embargo, no cejaré en mi intento: estoy determinado a salvar y liberar a mi pueblo". El inglés quedó tan conmovido por su poderosa fe y determinación, que hizo pasar de contrabando para él una carta para su profesor. Posteriormente incluso le devolvió el dinero que había pagado en admiración de su espíritu cristiano. El Dr. Sun no fue solamente un hombre de estado, sino que también un filósofo, quien mantenía la teoría de que "Es fácil hacer, pero difícil conocer". Para exponer su pensamiento, citaba la siguiente historia: Una enorme máquina estaba descompuesta y el gerente de la fábrica telefoneó a los fabricantes, pidiéndoles que enviaran a un mecánico para repararla. En seguida llegó un ingeniero, la observó y sabiendo lo que tenía, solamente deprimió un botón, empezando la máquina, como por encanto a trabajar inmediatamente. Al día siguiente, el gerente de la fábrica recibió una factura por US$1.010. Muy enojado, volvió a llamar a los fabricantes diciéndoles: "¡ Esto es un robo!" "Tenga cuidado con lo que dice" -exclamó la persona al otro lado de la línea- "¿Qué es lo que Ud. está diciendo?". "¡Usted sabe bien de qué se trata! De su factura por US$1.010. Uno de sus empleados vino aquí y lo único que hizo fue deprimir un botón. Eso no cuesta más que diez centavos. ¿Por qué nos han cobrado tanto?" "Tiene usted razón, señor -fue la respuesta-, deprimir un botón es algo tan sencillo que hasta un niño puede hacerlo. Por eso sólo tiene que pagar diez centavos; pero por saber cuál es el botón que hay que deprimir, tiene que pagar US$ 1.000. "

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