Taiwan Today

El Día de la Juventud es la conmemoración anual de la muerte de setenta y dos mártires quienes sacrificaron sus vidas por sus creencias políticas -inspiradas en los Tres Principios del Pueblo- en la Revolución de los Kuangchou en el año 1911. Sin embargo, dicho evento desencadenó el decimoprimer intento en la lucha por la democracia en la historia moderna y dió por resultado la fundación de la República de China. El Dr. Sun Yat-sen, padre fundador de la República de China, expresó en una oportunidad:"Sacrifiquemos nuestras vidas mortales por la inmortalidad de la nación", para incitar a los jóvenes a participar en la Revolución. La vida del hombre es como el tictac de un reloj comparado con la historia del universo. Si no hacemos nada por mejorar la vida de la humanidad, entonces nuestra vida será como la del árbol, desprovista de un significado perdurable. Quienes lucharon y murieron en el Alzamiento del Montículo de las Flores Amarillas, en Cantón, intentando derrotar a la dinastía Ching, fueron todos muchachos jóvenes. Aunque desafortunadamente fracasaron, su acción sirvió de inspiración para la nación. Tan sólo unos meses más tarde tuvo lugar la Sublevación de Wuchang, que guió directamente a la fundación de la República de China. Aunque los setenta y dos mártires revolucionarios enterrados en el mismo sitio en el que perdieran heróicamente la vida no lograron ver la fundación de la República, su hazaña será recordada siempre por el pueblo y servirá de fuente de inspiración para la juventud. En 1941 el gobierno acordó fijar el 29 de marzo, fecha en que estos valientes jóvenes ofrendaron su vida por su patria, como el Día de la Juventud, para mantener vivo el espíritu de los mártires y para trabajar juntos para completar la inconclusa Revolución Nacional. La juventud es la mejor parte de nuestra vida. Una persona joven es enérgica y llena de ambiciones y tiene la responsabilidad de llevar a cabo su herencia nacional. Los mártires revolucionarios ofrendaron sus vidas por el establecimiento de una república. Fue a través de su sacrificio que nosotros ahora podemos tener una República de China libre y democrática. Actualmente muchos jóvenes soldados se encuentran situados en primera línea para defender a nuestra nación. Debido a sus sacrificios, nosotros podemos disfrutar al presente de una buena vida y disfrutar de libertad y democracia. En este Día de la Juventud, debemos recordar a los mil millones de compatriotas nuestros que viven en China Continental, quienes se encuentran sufriendo de falta de libertad y prosperidad. Debemos tener el espíritu humanitario de hacer todo lo posible por salvar a todos estos nuestros compatriotas. Obligados a cumplir su herencia nacional, los jóvenes de la República de China deben tener una fe firme en los Tres Principios del Pueblo y apoyar todo lo posible a su Presidente Chiang Ching-kuo en la causa de la recuperación nacional.