07/05/2024

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Septuagésimotercer aniversario de la República de China

16/10/1984
El 10 de octubre de este año marcó el septuagésimotercer aniversario de fundación de la República de China en 1911. Para dicha ocasión pueden verse cada año por todos lados festivas decoraciones, bajo los reflejos de la brillante luz del sol y de un claro y despejado cielo azul, con nuestra bandera tricolor ondeando tanto dentro del país, como en los países donde radican 45 millones de chinos de ultramar amantes de la libertad en el mundo entero. Como despertando de una pesadilla, hace 35 años, el Gobierno se apartó de China Continental, estableciéndose en Taiwan. Durante todos estos años ha venido confrontando una serie de privaciones y contratiempos y sufrido repetidos ataques del exterior. A través de ellos, el Gobierno de la República de China ha permanecido firme y luchado por promover su economía y principios democráticos. En los últimos veinte años, nuestro país se ha desarrollado y el pueblo ha podido disfrutar de una vida abundante y próspera; Taiwan ha llegado a convertirse en un importante socio comercial en la economía mundial. Como resultado de la democracia política, el pueblo ha tenido el derecho de disfrutar de suficiente libertad, consiguiendo que el Gobierno haya hecho de una isla de solamente 36.000 kilómetros cuadrados (100 veces menor pero a la vez 45 veces mayor que otros países del mundo), objeto de adoración y apoyo de parte del pueblo chino de todo el mundo. Pero lo más importante es que ha llegado a constituir un faro para miles de buscadores de libertad de China Continental. En el corto período de dos años, tres pilotos de aviones MIG han huído de la opresión y encontrado la libertad en Taiwan, esto sin mencionar la reciente llegada de los seis buscadores de libertad, quienes pasaron más de un año en Corea del Sur, así como de un gran número de científicos, músicos y atletas quienes han decidido abandonar el Continente, controlado por los counistas. La República de China surgió como la Primer República del Asia, formándose un Gobierno sobre la base de una Constitución promulgada por los delegados electos a través de todo el país en el Continente, en 1946. Esta Constitución fue escrita como una realización de las ideas de los Tres Principios del Pueblo y es la ley suprema, ofreciéndole al pueblo un estado "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". Esto fue lo que el Dr. Sun Yat-sen, fundador de nuestro país anheló durante su carrera de revolucionario. Refiriéndose a dicha Constitución, el expresidente Chiang Kai-shek prometió llevarla intacta hacia el Continente, solamente para mostrar su determinación por su cumplimiento. Los chinos se han opuesto a la tiranía del comunismo, tanto dentro como fuera del país, mostrando su impaciente expectación por ver la pronta realización de la expresada misión histórica de tanta significación. La República de China ha permanecido estos setenta y tres años, a la merced del cáos interno y de la invasión externa. Países con destino similar podrían haberse derrumbado o debilitado, pero China Libre, en cambio, se ha hecho cada vez más y más fuerte. Algunas personas podrían poner en duda la posibilidad de la persistente meta de la República de China,cuando comparan su tamaño y población con los del Continente, pero sin embargo, podrían no tener la penetración que los mil millones de personas que viven allí, son nuestros hermanos y hermanas y que permanecen de nuestra parte y no de parte del lado comunista. ¿Estarán conscientes que el imperio más fuerte de la historia china, la dinastía Chin, fue derrocada en solamente dos años? La filosofía política china enfatiza más la calidad que la cantidad y al factor de la variedad, más bien que al de la regularidad. Teniendo en mente esta confianza, podemos permanecer firmes sin ser vencidos y la historia habrá de probar tarde o temprano, quienes habrán de ser los triunfadores. Esa es la razón por la cual todos estos años nuestro país ha confiado en su meta y por qué la celebración de nuestro Día Nacional parece ser cada vez más y más festiva. Esta alegría nace del corazón del pueblo en las calles, lo cual evidencia la fuerza del pueblo, así como el poder del Gobierno. Para el Doble Diez de cada año, más de cien mil personas se reúnen enfrente del palacio presidencial para celebrar tan feliz ocasión. Por intervalos pasa también por allí un vistoso desfile cívico-militar. El cuerpo diplomático y los dignatarios extranjeros que llegan con dicho motivo, así como funcionarios de alto rango, son invitados para observar dicho desfile desde un graderío construido especialmente para dicha ocasión. Al momento de aparecer el Presidente en la tribuna presidencial, es aplaudido en medio del regocijo de todo el público allí reunido, dándose inicio así a las ceremonias. Puede verse una formación de aviones volando muy bajo sobre la multitud allí reunida, así como otros aviones que vuelan muy despacio, dejando una huella de humo sobre el fondo azul y blanco de un cielo claro y despejado. Cuando se inicia el desfile toda la atención se concentra sobre la calle situada enfrente del palacio presidencial. Las tropas saludan al Presídente al pasar por allí, luciendo vistosos uniformes, seguidos por una demostración de artillería de todas clases, tanques, misiles y cohetes. Las unidades femeninas, luciendo impecables uniformes constituyen siempre el centro de la atención. Por lo general lleva dos horas presenciar todo el desfile. Al finalizar el mismo, se sueltan al aire miles de palomas y globos de colores, marcando así el final de dicha ceremonia. Las calles se ven colmadas de espectadores. El Doble Diez es una de las principales festividades del año y la mayoría de almacenes permanecen cerrados, mientras que otros que permanecen abiertos logran aumentar sus ventas por la falta de competencia, principalmente los negocios de alimentos y golosinas. Empezando la víspera del Día Nacional y prolongándose hasta el último día del mes, las espectaculares luces decorativas del palacio presidencial y los arcos construidos en los alrededores, atraen la atención de los turistas visitantes, así como de los residentes locales. Los aficionados a la fotografía no pierden la oportunidad de poder tomar inolvidables fotografías. El último programa para este día constituye la fantástica presentación de fuegos artificiales y luces de colores que decoran el cielo en forma bella y por demás maravillosa, durante la noche, anunciando así el feliz final de estas actividades festivas. La ciudad de Taipei continúa en silencio las últimas horas de este día, pero cientos de chinos de ultramar quienes han vuelto a su hogar, permanecen aún alrededor del palacio presidencial, disfrutando la maravilla de las luces que no se apagan sino hasta que los entusiastas participantes se marchan de regreso.

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