Hua Kuo-feng, el ex-presidente maoísta del Partido Comunista Chino y ex-primer ministro, hizo recientemente un inútil intento de suicidio, según se informó. Una revista de Hong Kong, conocida por su información acerca de China Continental, relató que el intento de suicidio de Hua se mencionó en un importante documento secreto que circuló internamente entre funcionarios ministeriales de alto rango solamente. El corresponsal de Cheng Ming, -la revista de Hong Kong- Lo Bing, atribuyó su primera información a un vice-ministro de gabinete de China Roja quien rehusó dar su nombre, pero no dijo la fecha en que se había producido dicho intento de suicidio.
Contaminación espiritual
El maquillaje, los tacones altos y los pantalones acampanados no deben confundirse con la contaminación espiritual que se combate actualmente en China Continental, según se informó. La aclaración apareció en un editorial titulado "Debe eliminarse la contaminación espiritual y embellecerse la vida", publicado en uno de los diarios del país. El editorial reafirmó que la contaminación espiritual real fue reflejada en la propagación de pornografía, liberalismo burgués, individualismo y acaparaduría.
Se previno que esta confusión entre el deseo legítimo de los jóvenes por embellecer su vida y la contaminación espiritual podría provocar la hostilidad de la juventud. Esta clarificación fue seguida a la publicación del editorial de primer plano del Diario del Pueblo, el cual, nuevamente, constituye una manera de suavizar dicha medida oficial que se puso en práctica el mes anterior contra las influencias perniciosas del Occidente.
Suecos protestan por ejecuciones
El ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, Lennart Bodstrom, afirmó que expresaría la indignación de los suecos a los líderes del gobierno de China Roja, por la reciente ola de ejecuciones en China Continental. "Consideramos el castigo corporal como un medio cruel y bárbaro de castigo, el cual debe ser abolido en todos los países," expresó a los periodistas suecos.
Bodstrom, quien se entrevistó con el Primer Ministro de China Roja, Chao Tzu-yang y el ministro de Relaciones Exteriores, Wu Hsueh-chien, no dijo cuándo tenía planeado presentar dicha queja. "Ustedes podrían pensar que éste es un asunto interno" -dijo- "pero tenemos que expresar nuestra opinión, ya que los derechos humanos nunca pueden considerarse como un asunto nacional de carácter in terno."