Taiwan Today

"Las fiestas de los dioses" se llevan a cabo en el área rural de la isla de Taiwan con una bonanza turística de música, color y presentaciones folclóricas. Tanto en el Taiwan rural -como lo era en el Continente Chino antes de la usurpación comunista-, el cumpleaños de un dios local es un evento importante, y una cita para la gente nativa y los turistas visitantes. El centro de las celebraciones es el atrio del templo de la deidad y son denominadas localmente como "las reuniones del templo". Las actividades incluyen la presentación de ópera, ir de compras, exhibiciones de arte floclórico, y muy a menudo, hacer festejos y competencias. Pero, ninguno es tan espectacular como "la reunión del templo" para la deidad Hsuan Tien, en el Centro Comunitario de Kuanglu en Chiayi, pueblo en el sur de Taiwan. El punto culminante de las celebraciones es el concurso del balanceo en columpios gigantes, realizado el sexto día del tercer mes del calendario lunar de cada año bisiesto durante más de cien años. Este año, Chiang Wan-shui, jefe del subdistrito donde está situado el Templo de Hsuan Tien, presidió la fiesta. De acuerdo con Chiang, la estatua de Hsuan Tien vino de la provincia de Fukien en el Continente. Durante la época del emperador Kanghsi (1667-1723), una parte del distrito de Chiayi fue plagado por las epidemias. El pueblo pidió a Hsuan Tien su protección, y las epidemias disminuyeron. Para expresar su gratitud, la gente celebró el cumpleaños de la deidad con gran pompa. Realmente -y al parecer- no hallaban qué hacer para complacerle. Luego, un íntelectual de edad avanzada sugirió el certamen del balanceo en columpio,porque -según él- ésta sería la mejor manera de acercarse al cielo. La propuesta fue aceptada y el concurso originó una tradición. El andamio se hace tradicionalmente de gigantescos palos de bambú y mimbre, los cuales crecen en el distrito de Chiayi. No se permiten las anillas de acero ni los clavos. El andamio, de unos 13 metros de altura, es erigido por miembros del templo, lo cual provoca grandes escalofríos entre la audiencia, ya que el andamio rechina durante el balanceo. No obstante en más de cien años nunca ha ocurrido ningún accidente. El andamio tiene cuatro palos que indican la altura alcanzada por los concursantes. El asiento del columpio está a unos tres y medio metros del suelo, por lo cual en la competencia no se permiten los niños. El balanceo se hace de pie. El concurso de este año se dividió en cuatro grupos según la edad. Lai Chin-huan, de 16 años, se lanzó fuertemente y llegó la altura del tercer palo pero luego tuvo que sentarse a descansar. Lai Wen-tai, de 63 años, el participante más viejo, ganó el tercer lugar en su grupo. Lai dijo que nunca había dejado de participar en el original torneo desde su primera tentativa a los 16 años, en el año 1935. Los mejores intérpretes fueron jóvenes de unos 20 años quienes habían realizado constantes ejercicios en el servicio militar. Mientras el maestro de ceremonias anunció el comienzo del certamen, todas las otras actividades se paralizaron y la multitud se reunió para comtemplar este evento único. El concurso en columpio es también una característica de la fiesta organizada por los aborígenes de la tribu de Rukai en un pueblo de Pintung, en el sur. Es un espectáculo anual que celebra el culto de la consecha el cual cae en el 15 de agosto de cada año. El andamio es un trípode, también hecho de gigantescos palos de bambú. Hay tres columpios: los dos que están a los lados son para que los concursantes vayan animándose. Tanto los muchachos como las chicas se visten con los trajes tradicionales para el acontecimiento, participando un hombre y una mujer en cada equipo. La chica se coloca de pie en el columpio mientras su compañero tira de una cuerda en el suelo para empezar el balanceo. Los jueces son precisamente las madres de los participantes y, finalmente, no falta la cortesía: se considera como un privilegio para el hombre el ayudar a su compañera a bajar del columpio. (Free China Review)