Significativamente, este es el Año del Gallo en el ciclo zodiacal chino. Como se sabe, los chinos dividen el día en doce vigilias de dos horas cada una, presididas por un animal que bien puede ser mítico, salvaje o doméstico. Los doce animales son la rata, el buey, el tigre, la liebre, el dragón, la serpiente, el caballo, la oveja, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Estos animales -cuenta la leyenda- hicieron su aparición cuando Buda agonizaba e hizo llamar a todas las criaturas del mundo a su lado.
El gallo es asociado con el arduo trabajo y aplicación, atributos que el pueblo chino en Taiwan necesitará para continuar en el exitoso camino del progreso.
Se estima, sin embargo, que el pueblo encontrará adecuados recursos para hacer frente al desafío, tal como lo ha hecho en el pasado.
De acuerdo a los observadores, las principales dificultades en el frente económico serán, probablemente, la recesión en los mercados internacionales -que podría afectar las exportaciones de Taiwan- y la posibilidad de que los países de la OPEP aumenten nuevamente los precios del petróleo.
El gobierno, empero, ha fijado un objetivo prioritario para disminuir la tasa inflacionaria. Por otra parte, el crecimiento máximo en lo referente al abastecimiento monetario ha sido fijado en 15-20 por ciento, y las tasas de interés sobre ahorros y préstamos han sido elevadas para llevar más dinero al sector bancario.
Pero si bien los desafíos recibirán la urgente y adecuada atención en el nuevo año, los mismos fueron puestos a un lado durante cinco días, cuando la nación celebró el más importante festival del calendario chino.
Iniciándose con la tradicional cena en la víspera del Año Nuevo -el 4 de febrero- la festividad continuó con una serie de reuniones familiares, obsequios para los niños y observación, en general, de las costumbres tradicionales.
El gobierno, a su vez, tomó medidas para que hubiera un adecuado suministro de alimentos y otras necesidades diarias. Buses, trenes, barcos y aviones -por otra parte- transportaron a miles de personas desde sus diferentes lugares de trabajo para que pudiesen pasar el Año Nuevo con sus familias. La demanda de transporte fue un 20 por ciento más alta que durante el año anterior.
Tradición y objetivos
Y, como todos los años, a las doce en punto de la noche, al iniciarse el día 5, en todas las aldeas y barrios estallaron fuegos artificiales porque, de acuerdo con la tradición, con la llegada del nuevo año llegan también los dioses de la Riqueza, la Fortuna y la Longevidad, descendiendo desde diferentes direcciones a la Tierra.
La festividad continuó varios días, Más, al finalizar las celebraciones, el pueblo de la República de China está dispuesto para llevar a cabo el objetivo establecido por el gobierno de alcanzar una tasa de crecimiento económico del 7.5 por ciento, mucho más alta que la del año pasado que fue del 6.6 por ciento.