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El Festival del "Yuan Hsiao": Tradición y esperanza del nuevo año

26/02/1981
El 19 de febrero se celebró en la República de China el Festival de los Faroles, también conocido como "Yuan Hsiao" o Fiesta de la Primera Luna Llena, evento que constituye el fin de todas las celebraciones del Año Nuevo Lunar.

Varias actividades conmemorativas de esta fecha -dedicada también al turismo- incluyeron las tradicionales danzas del dragón y el león en las calles. Y es que, en realidad, este festival se ha convertido con el correr del tiempo en un verdadero carnaval, en el que no faltan tampoco el teatro de marionetas, las óperas y -por supuesto- la exhibición de miles de faroles y linternas, hechos en las más variadas formas: al antiguo estilo palacial -con figuras de animales, flores, frutas- o más modernas, de acuerdo con la época: eléctricas, mostrando una gran variedad de máquinas modernas, autos, aviones, cohetes espaciales, etc.

No faltaron tampoco este año los concursos de faroles, para premiar a los mejores de cada especialidad. Las creaciones más ingeniosas -incluídos "pesebres" motorizados- se vieron en el famoso Templo Lung Shang, en el viejo barrio Wan Hua de Taipei. Miles de gentes convergieron en el patio de éste y otros templos para admirar los faroles, ofrecer incienso a los dioses u observar a los dragones danzarines, símbolos de la realeza china.

Como en todas las festividades chinas, la comida jugó también esta vez un papel importante: el "yuan hsiao", un pequeño pastel, hecho de arroz glutinoso con un relleno dulce o salado, fue la comida del día. La redondez del "yuan hsiao" tiene, igualmente, un significado: la luna llena que llega.

Tradición y leyenda

El orígen del Festival de los Faroles -de otra parte-, se pierde en los tiempos. Una leyenda indica que data de la dinastía Han. Pero otra explica que cuando el budismo fue traído a China desde la India -hace 2.000 años-, muchas personas vieron a un grupo de dioses (o diosas) danzando bajo la luna llena; los bailarines, sin embargo, estaban rodeados por las nubes, por lo que la gente resolvió portar antorchas en este día del año, para observarlos mejor. Otros historiadores sostienen que el emperador Jui Tsung, de la dinastía Tang, inició el festival cuando ordenó a mil mujeres bailar y cantar en un patio deslumbrante por la luz de los faroles. Y, finalmente, no falta quien asegure que fue el emperador Hsuan Tsung, hijo del anterior, quien inició las exhibiciones de luz, para saludar a la primera luna completa, celebración que cautivó la imaginación del pueblo para que, en los años siguientes, todo el mundo -desde el cortesano hasta el campesino- creara sus linternas y participara en las fiestas.

La diversión del décimo quinto día fue observada con mucho de superstición en tiempos pasados. Las mujeres -por ejemplo-, generalmente confinadas en la casa, eran estimuladas a salir a las calles, con la creencia de que cada mujer que caminara cien pasos se libraría de cien enfermedades.

Y aquellas que quisieran asegurar que su primer bebé fuese un hijo (que la primera criatura nacida en la familia fuese de sexo masculino era algo demasiado importante y signo de buena suerte para los chinos), deberían ir en romería por los templos y andar bajo los faroles, palabra que en algunos dialectos era sinónimo de "hombre". En la provincia de Cantón, valga el caso, la costumbre era observada tirando los faroles resplandecientes a lo largo del río. Una mujer que lograra tomar un farol de color blanco -tras su persecución en las aguas-, tendría luego un hijo. La mujer que agarrara un farol rojo tendría una hija.

Arrrmacion de un nuevo año

Así sucesivamente, aún hay costumbres que siguen practicándose en los pueblos pequeños, más lo importante es que con la Fiesta de los Faroles viene la verdadera afirmación espiritual del nuevo año. Los niños van en procesiones por las calles, agitando sus linternas. Dragones y leones -creaciones imaginativas de papier maché- divierten a los transeúntes en medio del clamor producido por los gongs, tambores y cohetes. Las luces significativas del Festival del "Yun Hsiao" titilan y se apagan y surge con más fuerza la esperanza en el año que comienza.

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