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Paosheng Tati, el dios que cura los males

26/11/1992
Cuando se enferman, muchos taiwaneses suelen ir a dos sitios en busca de curación. Primero, van al hospital para que un médico les haga un diagnóstico y recete un tratamiento apropiado. Luego, acuden a un templo para pedir ayuda a Paosheng Tati, el "Gran señor que preserva la vida".

¿Exceso de precaución? Todo puede ser aunque, según se dice, la fe hace milagros. Y, en muchos casos, los mismos facultativos señalan que la voluntad del paciente es primordial en su recuperación.

Uno de los diez dioses más venerados en Taiwan, Paosheng Tati es llamado también Ta Tao Kung (Abuelo del gran camino). No es la única deidad dedicada a la medicina del panteón chino, ya que esta ciencia también la practican Hua Tuo, Sun Ssu miao y Sheng Nung. Todos ellos fueron personajes reales dedicados a ayudar a sus semejantes, deificados después de su muerte. Pero en la isla, Paosheng Tati goza de especial popularidad, debido a que su culto llegó con una de las más fuertes olas inmigratorias desde China continental.

Cuando uno entra a un templo dedicado a este doctor divino, además de las varillas y papeletas para adivinar la fortuna, se encuentra con notas sobre la curación de los males. Algunas están subdivididas en "especialidades". Es decir, se refieren específicamente a hombres, mujeres o niños.

Esperanzas en el más allá

Los humanos se sienten más indefensos cuando caen enfermos y, por ello, sus esperanzas son volcadas hacia los dioses, comenta el director de la Sección de Antropología del Museo Provincial de Taiwan, Ruan Chang-ruei.

El experto explica que, según la creencia popular, existen dos tipos de enfermedades. Unas vienen de la mente o de la posesión de los espíritus y demonios. En esos casos, hay que rezar a los exorcistas Chang Tien-shih o Fa Chu-kung. Los otros males, como afecciones o dolores físicos, requieren ser tratados por uno de los galenos del más allá.

En la época de las primeras inmigraciones a la isla, durante el siglo XVII, abundaban las epidemias y la medicina estaba poco desarrollada. Como Paosheng Tati era muy popular en Chuanchow, un puerto de la provincia de Fukien de donde provenía gran cantidad de colonos, fue natural su preferencia frente a otras deidades similares.

Sus fieles, sin embargo, ahora no limitan sus peticiones a la cura de enfermedades. También le piden que intervenga favorablemente en bodas y funerales. "La gente cree que cuando alguien se convierte en una divinidad, adquiere omnipotencia". expresa Ruan.

Como la religión folclórica china admite una gran diversidad de seres supremos, no es raro que en los templos convivan las imágenes de Paosheng Tati; Matsu, diosa del mar; Hsuan Tien Shangti, dios de los matarifes; Chu Sheng Niangniang, diosa de la fertilidad; Confucio; Kuan Kung, dios protector de las más di versas profesiones; Yao Chi Chimu, madre del dios del cielo; y otros.

Chismes divinos

Que tantos dioses estén bajo un techo común ha hecho surgir una serie de historias. Entre los fieles del Templo Pao An, en Talungtung, ciudad de Taipei, es sabido que Matsu, Hsuan Tien Shangti y Paosheng Tati no se llevan muy bien.

Se dice, por ejemplo, que la representación de Hsuan Tien Shanti tiene en una de sus manos la "Espada de las siete estrellas", que usó para derrotar a demonios y monstruos. Originalmente, el arma pertenecía a Paosheng y Hsuan Tien Santi se la pidió prestada. Como el dios médico sabía que su colega no era muy dado a devolver lo que solicitaba, requirió a su vez que le dejara en prenda a sus 36 oficiales. Hsuan Tien Shanti obviamente se quedó con la espada. Esa es la razón por la cual el generalmente pacífico y amable Paosheng Tati está rodeado de tres docenas de guerreros de aspecto feroz.

El chisme sobre Paosheng Tati y Matsu es más sentimental. Hay un refrán popular que dice "Viento en Ta Tao Kung y Lluvia en Matsu". Esto significa que, cada año lunar, el viento sopla fuerte para el aniversario del nacimiento de Paosheng Tati e, inevitablemente, llueve para el de Matsu.

El asunto partió cuando ambos dioses se empezaron a encontrar a menudo en el cielo, desde donde oían las peticiones de ayuda de los mortales. La belleza y serenidad de Matsu llenaron el corazón de Paosheng Tati, quien le confesó su amor. Pero, desafortunadamente, ella lo rechazó porque su corazón estaba reservado para los necesitados, especialmente los náufragos y víctimas del mar.

Despechado, Paosheng Tati se desquitó provocando una tormenta para el cumpleaños de la diosa, con la intención de borrarle el carmín de las mejillas. A esto, ella respondió con fuertes vientos en el de él para quitarle la gorra.

¿Buen material para telenovelas? No cabe duda. Porque a pesar de lo expandidas que están, estas historias carecen de bases históricas sólidas, como otros mitos chinos. Chang Chien-hsien, uno de los encargados del Templo Pao An, dice: "En realidad, no se puede creer a pie juntillas en las creencias folclóricas. Tati era un intelectual, ¿de dónde habría sacado una espada como ésa? Además, Matsu tiene al menos 20 años de edad más que Tati, de modo que es difícil pensar en un amor entre ellos".

Por otra parte, ninguna de estas leyendas es popular en Fukien. De modo que los estudiosos piensan que han sido fruto de la imaginación local.

Tigre atragantado

Otra historia -ya no sabemos si cierta o no- explica por qué las imágenes de Paosheng Tati tienen cerca a dos o tres tigres, además de los 36 militares. Se dice que, en una ocasión, el dios fue a las montañas a buscar hierbas medicinales y vio a un tigre sufriendo de dolor.

El animal se había comido a innumerables seres humanos y ese día se había zampado a una mujer, quedándosele atascada en la garganta una horquilla de jade. Una vez que la criatura juró que no seguiría haciendo daño a las personas, Tati le extrajo el objeto. Desde entonces, el felino se ha mantenido al lado de su salvador y lo lleva de un lado a otro sobre su lomo.

Al parecer, es esta fama de bondad con todos los seres vivos lo que hace a Paosheng Tati tan atractiva entre sus fieles. Especialmente devotos le son los ancianos. Y en el Templo Pao An se puede ver con frecuencia a algunos de ellos que van a consultar qué día es más favorable para una operación quirúrgica, ya sea propia o de un ser querido. Ciertamente, es una forma muy conveniente de combinar su confianza en la medicina moderna con la fe que tienen en este protector de la salud.

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