04/05/2024

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Murciélagos: auspicios del atardecer

16/12/1992
Mientras en Occidente el murciélago y el vampiro son símbolo de algo malévolo, la experiencia y las observaciones del pueblo chino que quedaron plasmadas en las artes, nos muestran lo contrario.

En una profusión de distintos dibujos más o menos estilizados, puestos en la arquitectura tradicional, los respaldos de las sillas, las pinturas y los bordados de las prendas de vestir o la ropa de cama, el murciélago representa el mote clásico de las cinco felicidades (salud, larga vida, bienestar económico, amor a la virtud y morir de muerte natural).

En las imágenes en que el murciélago revolotea junto a un melocotón y a una granada está expresando la abundancia de hijos, nietos y mucha buena suerte. Este pequeño animalito no asusta, sino que llena de alegría y de esperanzas.

El murciélago también anuncia la llegada de la primavera, y como tal, agrada a todo el mundo.

Datos de él se encuentran en las raíces mismas de la historia china.

Antes de la Dinastía Shang (1766-l122 a.C.), la figura del murciélago ya formaba parte del estandarte de una de las naciones que componían este gran pueblo. Era su espíritu protector y se le rendía culto.

Los chinos, en realidad, no adoran las cosas en sí mismas, sino lo que éstas conllevan. La gente piensa que lo que puede ser captado por lo sentidos no es digno de su veneración. Por eso gusta mucho de los seres fantásticos como el dragón, el ave fénix, el kirín y otros. Todos tienen un gran sentido para ellos.

Los demás animales -los que están en el mundo- deben poseer cualidades muy especiales o haber sido objeto de profunda observación y un período de enriquecimiento para ganarse la devoción del pueblo.

Imagen poderosa

Con estos conceptos en el corazón y la mente, los chinos en las épocas antiguas, llenos de magia y superstición, sintieron al murciélago hechizante y poderoso y lo adoptaron como su espíritu protector. La gente pensaba que el sólo hecho de nombrarlo o ver su imagen era suficiente para obtener las cosas con las que se lo relacionaba.

El murciélago con las alas abiertas era imagen de las bendiciones bajadas desde el cielo y, por aparecer al atardecer, se le consideró signo de la "luz que se acostaba" y de la llegada de la noche.

A causa de que la gente ya entonces acostumbraba hacer juegos de palabras asociando las homófonas con significados auspiciosos, el nombre del murciélago fue equiparado a la palabra china de felicidad, Fu. Por ello, en la época de los Reinos Combatientes (403-221 a.C.) se llegó a venerar la puesta del sol por traer a estos benéficos animalitos.

Después de la unificación cultural que trajo la Dinastía Han (206 a.C.-24 d.C.), el murciélago pasó a ser signo de bendiciones para todo el pueblo. Estaba incluido en los ritos religiosos que la sucedieron y, con el tiempo, pasó a formar parte de las creencias populares quedándose en la memoria del pueblo, su diario vivir, su lenguaje y sus costumbres.

Más aún, al llegar la época de la decadencia de la Dinastía Ching (1664-1908), con la debilitación del país y el consiguiente sufrimiento del pueblo, la gente necesitó apoyarse en algo que le diera seguridad.

Para implorar días mejores, los chinos llenaron sus construcciones, muebles, instrumentos, vestidos y todo tipo de artículos con imágenes del murciélago. Era lo único que les daba esperanza.

"Espantamales"

El mucielágo era especialista en echar de los hogares las cosas malas, y por eso se ponía su dibujo con trazos muy estilizados en las puertas o en los lugares que se quería tener seguros.

Bastaba dar a entender que ese lugar estaba bajo la protección de los murciélagos, para que nadie se atreviera a contradecir a los guardianes.

Los tiempos van cambiando y las personas también. La mezcla cultural de Oriente y Occidente ha ido paulatinamente integrándose en las costumbres chinas.

Hay que indicar que, originariamente, no se distinguía entre el murciélago -en general, de pequeño tamaño y frugívoro o insectívoro y de color gris oscuro- y el vampiro, de mayor tamaño y que se alimenta lamiendo la sangre que mana de las heridas de aves y mamíferos.

Incluso en uno de los capítulos de la antigua novela de guerreros, Chinyong, existe un personaje que para poder curar su enfermedad y restañar sus heridas necesita beber sangre humana. A diferencia del vampiro occidental, éste sólo ataca a los malos y egoístas.

En la actualidad, la forma de las construcciones es distinta. Tanto las materias primas como las técnicas utilizadas han sido renovadas. Las artes populares del papel recortado, los nudos chinos y el bordado han quedado una tras otra en el pasado.

Del mismo modo, ya no es posible encontrar grabados con los tradicionales motivos de murciélagos pues los esquemas y dibujos occidentales de ese quiróptero han ido ocupando su lugar.

Con la reaparición en el cine de Batman, una figura occidental del murciélago entró con fuerza en la sociedad china. Se imprimieron camisetas, fondos de platos, portadas de libros y carteles. Incluso más de algún abuelo regaló a su nieto una capa negra y un disfraz de ese personaje. Era el murciélago que entraba en la vida de las generaciones jóvenes, pero de un modo y con un sentido distinto al que le dieron sus antepasados.

Sin embargo, hay gente que aún recuerda que "murciélago" es signo de felicidad y aún existen personas dispuestas a contárselo a las nuevas generaciones.

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