Taiwan Today

El progreso económico alcanzado por la República de China es constantemente motivo de elogio por parte de expertos extranjeros. Sin embargo, el progreso ha traído consigo el decaimiento de muchas artes tradicionales chinas. Charles Deng, no obstante, ha sabido conservar un arte tradicional de muchos años de existencia. Siguiendo una tradición iniciada por su abuelo en el continente chino, Deng ha continuado en Taiwan la fabricación, siempre manual, de árboles de jade. Estos reflejan el amor del pueblo chino por la naturaleza y constituyen un delicado objeto de decoración. Tras suceder a su madre en la administración de la empresa, Charles Deng, que ahora cuenta 32 años, le dió un nuevo impulso y la orientó hacia la exportación, pero conservando su carácter artesanal. "Siempre ponemos nuestra mayor atención en la calidad de las obras y en su acabado," comentó Deng. Con 15 años dedicados a esta labor, Deng ha desarrollado sus propios diseños al mismo tiempo que ha perfeccionado la reproducción de los árboles. En la creación de estos arbolitos se emplea una amplia variedad de piedras semi-preciosas, que van desde el jade, empleado para hacer las macetas y las hojas, hasta el ónice, la coralina, la madreperla, el ágata, el cuarzo rosa y el coral utilizados para hacer las flores. El tronco es realizado a base de alambre envuelto en una cubierta especial. Todo el proceso de elaboración se realiza a mano y se inicia con la selección de las piedras. Una vez que las piedras han sido seleccionadas, son enviadas al taller de Charles Deng, donde tras ser clasificadas son cortadas y talladas según sus diseños. luego, se van uniendo las distintas piezas mediante resistentes hilos, las hojas a los tallos, los pétalos entre sí hasta formar la flor, y ésta a los tallos; una vez terminada la obra se examina su acabado y se saca al mercado. Los diseños son múltiples, pero los más populares son los ciruelos -cuya flor constituye el emblema de la República de China-, los rosales y los lotos. "Al constituir estas obras una reproducción de la naturaleza, podemos realizar cualquier árbol y cualquier combinación que nos dicte nuestro gusto; por lo general los diseños cambian cada año y siempre tratamos de conseguir la mayor exactitud posible, pero sin olvidar un pequeño toque artístico adicional," comentó Deng. La historia de esta artesanía es difícil de trazar, pero si se sabe, por ejemplo, que durante ciertos períodos estos árboles eran de uso exclusivo de la Corte Imperial. La calidad de estas obras depende por igual de los materiales empleados, de su corte y de su diseño. Mientras más finas sean las hojas y los pétalos, mayor habilidad precisa el artista y por ende mayor es el precio que alcanzan las obras. La Compañía Casa del Jade, que dirige Charles Deng, aunque especializada en la elaboración de árboles de jade, también realiza tallas de jade de animales y budas. Estas figurillas son productos de las manos de hábiles artesanos que precisan un minimo de tres años de experiencia. Las obras son altamente valoradas y entre sus clientes se encuentran personalidades como el senador estadounidense Golwater o el almirante Snyders, además de los numerosas turistas que día a día llegan a Taiwan y llevan un viejo, pero siempre nuevo, "souvenir" chino: un árbol de jade.