04/05/2024

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ARTE: Los Caballos Celestiales del General Yeh Tsui-pai - Por Julia Sun Su-ming

06/09/1981
El General Yeh Tsui-pai, uno de los más destacados pintores de los denominados "caballos celestiales", va a celebrar una exposición de sus obras en cuatro países latinoamericanos: Costa Rica, desde el 26 de septiembre al 2 de octubre; Panamá, desde el 5 al 12 de octubre; Honduras del 15 al 21 de octubre y Guatemala, del 24 al 31 de octubre. Yeh Tsui-pai nació en Cheklang. China Continental, en 1909. Su interés por el arte fue introducido por su abuelo que instiló en él la apreciación del arte oriental. Se distinguió como General del Ejército de la República de China y Comandante de importantes unidades. Pero su carrera no le impidió ser también un buen artista. Después de retirarse del ejército, realizó un viaje al extranjero por casi diez años con el fin de promover el intercambio cultural y las relaciones amistosas entre la República de China y otros países. Llevó a cabo exhibiciones públicas en los países del Sudeste Asiático y en las cincuenta principales ciudades del Japón. Su vasta producción, exhibida en muchas partes del mundo, habla por sí misma de una entrega pictórica que la ha caracterizado por más de veinte años. Cuando los Presidentes Eisenhower y Johnson fueron invitados a visitar la República de China, apreciaron el arte de los caballos celestiales del General Yeh. Al cumplir diez años de ausencia de su patria, celebró una exposición en el Servicio de Información de los EE. UU. en Talpei. El Ex-Presidente de la República de China, Yen Chia-kan, y muchas altas personalidades, tanto locales como extranjeras, asistieron para apreciar sus obras maestras. El General Yeh es el fundador del estilo de caballos con "manchas de tinta" entre los pintores modernos chinos. Se dedica especialmente a pintar caballos. animales que dibuja con rasgos Simples, pero siempre en movimiento, con lineamientos originales a los cuales mezcla la síntesis de técnicas y de conocimientos capturados en otras latitudes. Sus caballos ahondan profundamente en el alma de la filosofía antigua china y la combinan con gran imaginación, conteniendo de esta manera, tanto la virtud como el poder, los cuales simbolizan la inteligencia del artista oriental. El General Yeh no sólo es conocedor de la naturaleza de los caballos sino que también los ama. Cree en las palabras de Confucio: "El caballo es más notable por su virtud que por su poder", y considera que los caballos no solamente tienen Virtudes tales como la inteligencia, benevolencia, valentía, y fidelidad, sino que también hacen muchas contribuciones al género humano. Por eso, sus obras reflejan un cariño especial por este animal. Es capaz de pintar, inspirado únicamente por su imaginación, más de mil estilos de caballos. No ha tenido profesor, su único maestro ha sido la antigua filosofía combinando la experiencia del campo de batalla y el arte de la guerra, para pintar un perenne caballo sobre el papel. Uno de sus críticos tuvo suficiente razón al decir que "aún siendo una figura real, cada caballo suyo parece volar en deliciosas fantasías". El caballo es, en este caso, objeto de un culto especial por parte del hombre y del artista. El instrumento para la comprensión total de su obra va más allá del realismo y naturalismo en el que se le pretende encajonar a veces. Y, en este caso, quizás la expresión más simbólica del arte. Otro pintor, Chen Ting-san, ha señalado en un verso: "La vida es inmensa como el Mar Pacífico. Y la verdad es que Yeh Tsui-pai pintando sus caballos celestiales, es incomparable." Bill Yelland, un célebre artista norteamericano, dijo: "Es posible que el General Yeh Tsut-pai llegue a convertirse en otro Plcasso". El más famoso pintor chino Chang Ta-chien, indicó: "Aprecio los caballos celestiales de Tsui-pai semejantes a los caballos voladores en el cielo, los cuales parecen dragones divinos. Puedo ver la cabeza del caballo, pero no veo su cola. Después de los señores Tsao y Hang, solamente veo esta excelente pintura y tras verla, mis ojos se ponen brillantes de repente". Chang quiere decir que no ha visto nada más interesante que esta maravillosa pintura luego de las de Tsao Bar y Heng Kang, dos pintores famosos de la dinastía Tang. Esto muestra el gran aprecio de Chang por las obras del General Yeh. Los pinceles del General Yeh son diferentes, desde el indefinidamente pequeño hasta el gigantesco de tres a cuatro pulgadas de diamétro. Los porcípelos son de pelo de lobo y se forman en distintas figuras y longitudes. La tinta para su arte huele a pino y es preparada en una caja pequeña y cuadrada. De esta mezcla increíble, salen todas las sombras grises de caballos. No hay dos pinturas del General Yeh que sean exactamente iguales. No puede duplicarlas aunque trate de hacerlo. En sus palabras, pinta por "el poder interior del aire" que le viene una y otra vez pero nunca de la misma manera. Cuando termina una obra, sabe que jamás va a tener otra igual. Ahora el público de Costa Rica, Panamá, Honduras y Guatemala podrá apreciar la calidad de este arte.

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