Entonces, apareció el funcionario encargado de dirigir la ceremonia, en esta ocasión el alcalde de Taipei, Lee Teng-hui. Uno por uno, de acuerdo a su rango, los funcionarios presentaban obsequios ante la placa de Confucio. Así comenzó a transcurrir la ceremonia de un poco más de una hora.
Durante la misma, el Ministro del Interior, Chiu Chang-kuan, representó al Presidente Chiang Ching-kuo en el ofrecimiento de incienso, pasando posteriormente a leer la apreciación del Primer Mandatario en honor del gran filósofo y educador: Confucio. Al finalizar el culto, tuvo lugar una reunión en el Edificio de la Ciudad de Taipei, a la cual fueron citados 1.592 profesores retirados y sobresalientes. Entre ellos, uno se desempeñó como maestro por más de 40 años; 209 más de 30 años; 434 más de 20 años; 948 más de 10 años y 21 fueron llamados por sus destacadas realizaciones en el campo de la educación.
Pero, además de la ceremonia y de la reunión mencionadas para conmemorar el 2.529 aniversario del natalicio de Confucio -o Día del Maestro- otros ritos y celebraciones tuvieron lugar en varias partes de la isla como Changhua, Chiayi, Tainan, Kaohsiung, Kinmen y demás.
Enseñanzas que perduran
Los eventos trajeron una vez a los ciudadanos las teorías de Confucio, como aquella de "aplicar los ideales a la acción". Es que -vale la pena recordarlo el gran maestro chino instaba al humanismo.
Así, reconocía que "la medida del hombre es el hombre". El principio central de la enseñanza de Confucio es jen, el caracter chino que significa humanidad, benevolencia, perfecta virtud o "el sentido moral", que es probablemente lo más cercano.
Otro principio es shu: tolerancia o reciprocidad. Confucio decía repetidamente: "No hagáis a otros lo que no queréis que os hagan a vosotros". Explicando el jen, Confucio anotaba cinco virtudes: "cortesía, magnanimidad, buena fe, diligencia y bondad. Quien es cortés no es humillado, quien es magnánimo se gana las multitudes, quien tiene buena fe es creído por el pueblo, quien es diligente consigue su objetivo, y quien es bondadoso puede obtener servicios de la gente".
En otra ocasión, al preguntársele sobre el sentido del jen, contestó con estas palabras: "Amor a la gente".
El confucianismo, pues, como sistema de cultura humanista, como punto de vista fundamental sobre la conducta de la vida y la sociedad y, sobre todo, como forma de vida que ha probado su valor después de 2500 años, sigue siendo todavía muy actual y caro al corazón de todo chino. Eso fue lo que volvió a demostrarse este año en los ritos para conmemorar el nacimiento del sabio.