Taiwan Today

Cada una de sus obras cuesta aproximádamente -y por lo bajo- 40 mil dólares. Ho Heng­-hsiung es, en esta forma, uno de los artistas millonarios de la República de China. Pero, aparte de su natural influencia en muchas partes, continúa trabajando y esforzándose por salir adelante en un empeño que tiene desde hace tiempo: su arte. Por ejemplo, a sus alumnos en la Academia Nacional de Artes de Taiwan, les insiste: "El proceso de la creación artística bien puede ser comparado con el hecho de enamorarse. El artista y el amor necesitan la misma devoción, paciencia y entendimiento". Nacido en 1942 en Taoyuan, al norte de Taiwan, Ho se mostró interesado desde muy pequeño en todo lo que fuese arte. "Desde pequeño -cuenta- me formé el hábito de hacer figuras con arcilla", y no hace falta que diga que su actitud era demasiado seria durante las lecciones de anatomía y dibujo, como tampoco que llegó un día en que fue la admiración de profesores y compañeros de curso. Después de ingresar a la escuela artística de Fu-hsing, donde aprendió sus mayores técnicas, fue asistente de Lo Chi-mei, quien se encontraba dedicado a completar toda una colección de cien esculturas verdaderamente históricas correspondientes a varias dinastías. Ya en 1962 ingresó a la Academia Nacional de Artes donde terminó sus estudios en escultura y, durante su primer año en este centro, llegó paralelamente su primer triunfo: expuso una de sus obras en el Salón de Artistas Jóvenes de París, llamando la atención de los más exigentes críticos internacionales. Ho continuó adelante. Trabajando, modelando formas con creatividad y originalidad, sin olvidar lo tradicional, pero tampoco sin dejar a un lado el futurismo que según él -aunque parezca ficción- hay que tener en cuenta. Uno de sus primeros trabajos fue el conocido como "Rendición" el cual representa a Cheng Chen-kung recibiendo las armas de los holandeses cuando su invasión a Taiwan y posterior rendición en 1661. Esta pieza es exhibida ahora en el edificio memorial de Tainan. Luego vinieron las formas abstractas y los nuevos reconocimientos a nivel mundial. Lo más importante de Ho, sin embargo, es la firmeza de sus convicciones. Si se le pregunta, valga el caso, cual es la fórmula para triunfar en el arte, simplemente responde: "Trabajar permanentemente. Ese es el secreto". No le falta razón...