Confucio mismo la consideró como la más adecuada entre las cosas que deben aprenderse. De acuerdo con sus enseñanzas, es algo así como la parte integral de la disciplina y apreciación de la vida. "Nada mejor que la música -dijo- muestra las costumbres y maneras de una nación." Y, en gran parte, el viejo aforismo sigue teniendo validez.
Pero en lo relacionado con el folclor chino hay que añadir algo que, según los especialistas, tampoco deja de ser importante: cada una de las composiciones tradicionales parece ser -o haber sido hecha desde tiempo atrás- mediante determinadas connotaciones matemáticas, y no el producto de la simple improvisación.
Un poco de historia
En la antiguedad, la música china formaba parte -ante todo- de las ceremonias religiosas, hasta el punto que, dada su importancia como tal, llegó a constituírse durante la dinastía Chou (1122-256 AC) una especie de Ministerio de la Música.
En esa época los rituales budistas y taoístas consistían en cantar determinados pasajes escritos previamente, con el acompañamiento de instrumentos de percusión. Luego vinieron las flautas a sumarse a los coros y, posteriormente, la corte imperial promovió el establecimiento de orquestas, compuestas en su mayoría por mujeres.
Una de las imnumerables anécdotas de entonces señala que un compositor conocido como Ta Shao, realizó una pieza musical de tal afinidad que al ser escuchada muchos preferían apreciarla durante semanas e incluso meses, olvidándose hasta de probar alimento alguno en ese tiempo.
Aparte de lo que se cuente -o de lo que puede enseñar la historia-, sin embargo, la realidad es que la música china ha estado siempre asociada al teatro y sus tonadas hacen aún más interesantes las diversas situaciones de una obra, una farsa o una ópera.
En esta forma, el folclor es parte de la herencia china. Como en otras partes del mundo, los trabajadores rurales han inventado muchas de las canciones populares: más, hay un aspecto que -la verdad sea dicha- no existe en ninguna otra parte: la música china está relacionada con el lenguaje, la dificultad de alguna de sus inflexiones y tonos. No es sencillo explicarlo. Por ejemplo, tradicionalmente se emplean 84 escalas, mientras que la música occidental tiene siete o doce, en algunos casos, a lo sumo. "Es una música difícil", opinan los conocedores.
Instrumentos originales
Así, resumiendo, una original orquestación china tiene los siguientes instrumentos: violín, tambores, címbalos y el gong. Tampoco deben faltar el te ching, una sencilla y sonora pieza elaborada en jade; el yun, consistente en diez pequeños gongs, suspendidos en cuerdas de seda; el yu, encargado de dar determinados golpes al final de los rituales; la pipa, versión china de la mandolina; la Hsiao, una flauta de seis cavidades; el ti, similar al anterior; el sheng, compuesto de tubos simétricos, que al ser interpretado semeja un pequeño órgano, y el cheng, una especie de cítara.
Hay que anotar que todos estos instrumentos deben ser elaborados con materiales naturales tales como el cuero, piedra, hueso, caña, metal, arcilla, madera, jade -como en el caso del te ching, bambú y -aunque parezca broma- hasta calabaza.
De tal forma, es posible que la música china sea diferente y hasta difícil. Pero -también por ello- es como el espejo del sentir y ser de todo un pueblo. Confucio, al final de cuentas, tenía razón ...