Taiwan Today

"Sorprendente" y "fascinante" fueron las primeras palabras que la crítica internacional soltó -hace ya varios años­ cuando se conocieron las obras pictóricas de Yao Meng-ku. Hoy en día, a los 67 años de edad, el artista puede vanagloriarse de algo: su obra sigue teniendo el mismo valor y los conceptos no ha variado. Por el contrario, son mayores en cualquier parte donde sus telas sean colgadas. Su influencia, posiblemente, es la misma de la de muchos otros pintores chinos, pero se diferencia de aquellos en lo que podría llamarse "materia de su especialidad": una temática criolla, con paisajes y costumbres dentro de estilos auténticamente suyos. Nacido en Kiangsu, Yao Meng-ku se distinguió primero por sus aportes a la literatura, para luego desplazarse hacia los pinceles y llevar el arte nacional al exterior. Así, fue profesor en Corea; se distinguió como miembro de la Unesco y obtuvo un título honorario de la Universidad de St. John. Estados Unidos. Ha dirigido la Asociación de Pintores de China y, en suma, su contribución al arte puede considerarse como universal. Su costumbrismo, por otra parte, alcanza la escena social a través de la situación y modo de ver su pueblo. Un pueblo que participa consciente y colectivamente de su realidad a través de la pintura de este hombre. Sus telas son secuencias de extraordinaria belleza por su naturalidad. Con eso queda dicho todo de este maestro que es Yao Meng-ku.