Natural de Ling-ho Hsien, en la provincia de Hopei, se destacó como discípulo del maestro Chang Ta-chien y en 1965 viajó con él a una exposición de sus obras en Brasil. Sus obras, dicen los críticos, desbordan el plano clásico y se proyectan en fuertes relieves, por lo que al observarlos pare ciera que se está dentro o, por lo menos, al "borde" de ellas.
Sun, actualmente profesor en la Universidad Nacional de Taiwan y en el Colegio de Artes de la República de China, es aceptado ampliamente y en todas partes por su gran calidad.
Ha recibido numerosos premios, pero modestamente él sostiene que "ningún pintor que se respete hace su trabajo para ganar premios, sino para satisfacerse a si mismo y a los demás". Pareciera, entonces, como si el arte fuera para Sun una manera de ayudar a la gente a ver el mundo. Y ese simple detalle, ese valor - por así de cirlo - afirma aún más la identidad y autenticidad de este pintor, dando paso a la atmósfera poética que día tras día ilumina a cada uno de sus cuadros.
Sun, un maestro con rumbo propio.