29/04/2024

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Literatura: Ella Tendrá Música

16/01/1977
(Viene del No anterior)

A Ching le gustaba quedarse en cama un poco más con su muñeca. Pero en cuanto pensaba en la escuela y la señorita Hsia, se levantaba de un salto. Al vestirse, le decía a la muñeca "Duerme un poquito más. Pórtate bien hasta que yo vuelva de la escuela. No duermas tanto, como Mamá ... "

Tan pronto como veía a la señorita Hsia, Ching fijaba toda su atención en ella. La señorita Hsia era tan buena con ella. Si Ching se olvidaba del impermeable, la señorita Hsia le prestaba su paraguas. Recordaba cuando había pintado una tortuga en el libro de una condiscípula. Pensó entonces que la maestra la castigaría y que ya no sería buena con ella. Pero la señorita Hsia había dicho "Yo se que no tuvista mala intención, Ching. Tenías celos porque tus notas no habían sido tan buenas, no es verdad? Debes aprender a no ser egoísta. Si alguien tiene notas mejores, debes felicitarla, y aplicarte más. Te acordarás de esto, no es cierto?

Ching se había sentido muy confundida. Bajando la cabeza había dicho, como pronunciando un voto "Desde hoy me aplicaré más y me portaré bien". Y volviendose hacia la condiscípula, le había dicho, "Lo siento; espero que me perdones".

Un día Ching vió a la señorita Hsia leyendo un libro. Se sorprendió y le preguntó "Usted ya es maestra, por qué sigue estudiando? "

"Niña, nadie ha estudiado demasiado" respondió la señorita Hsia sonriendo. Lo que se puede aprender no tiene límites. Si leyeras y estudiaras hasta la vejez, todavía no sería suficiente."

"Oh, y qué podemos hacer? "

"No debes comenzar a preocuparte. Es como si subieras una escalera, peldaño a peldaño. Mientras no pierdas tiempo, tendrás éxito".

Su papá siempre le hablaba de la importancia de estudiar. Pero ella no había prestado mucha atención. Sin embargo, ahora que la maestra le decía lo mismo, pensó que sería verdad. Y lo pensó por mucho tiempo.

Una noche en el día libre de su padre, él abrió la radio y dormitaba en el sofá mientras Ching hacía sus deberes. Papá despertó bruscamente, como de un sueño, y dijo "No te has acostado todavía, Ching? Son casi las 10".

"No, no. Todavía no me puedo acostar". Miró con ceño al cuaderno de ejercicios. "Mira esto. Mi caligrafía es terrible, toda torcida. Lo escribiré hasta que salga bien". En realidad, su escritura era muy buena. Pero ella quería hacerlo todo a la perfección, por su maestra. Quería agradar a la señorita Hsia y verla sonreir como su madre había acostumbrado a sonreirle.

Un día percibió que había ocurrido algo. La maestra vino muy pálida. Ching se sintió nerviosa. Qué había pasado? Estaría enferma la maestra?

Todos estaban en silencio, sin atreverse a hablar. La señorita Hsia les habló.

"Debo dejarlos ....." dijo con voz apenada. "Debo dejarlos para ver a mi hija, mi única hija".

Hija? La maestra tenía una hija? Y se marcharía? Ching se sintió triste, como si hubiera sufrido un golpe. Y también sintió desengaño y abandono - o tal vez, celos. Era como si su madre la volviera a dejar. Bajó la cabeza y empezó a llorar. No se atrevía a pensar que la maestra se fuera. Sentía un impulso a gritar: "No me deje; no quiero que se vaya ... "

La maestra continuó: "Mi hija Ting Ting está en una escuela especial para ciegos y sordo-mudos". Ciegos? Qué era eso? Ching tembló.

"... es de la misma edad que ustedes. Hace cinco años, cuando tenía tres, se enfermó. En pocos días sus ojos ya no pudieron ver. Después fue a un hospital y tuvo una operación, pero nunca recobró la vista. Desde entonces no sabe la diferencia entre el día y la noche. No puede ver nada, ni siquiera la cara de su madre. Como ven, Ting Ting es una chica desafortunada".

"Entonces yo ya era maestra, pero dejé de enseñar para atender a mi hijita. En poco tiempo aprendió a hacer una cantidad de cosas que yo no me imaginaba. Recuerdo un día; yo todavía estaba en cama. Ella se levantó y se dirigió a la ventana. Estuvo allí por un momento, y volviendose me dijo: "Mamá hoy ha salido el sol". Había sentido el calor de los rayos del sol. Yo sentí una gran tristeza pensando: para Ting Ting es lo mismo si el sol ha salido o no, porque no puede ir a corretear como los otros chicos. Ni puede ver el pasto, ni las flores, ni las montañas lejanas que brillan en el nuevo día. Un día la llevé de paseo. De pronto me dijo: "Mamá, el martín pescador y la paloma tienen canto diferente". Me maravillé de que pudiera distinguir tan bien los sonidos. Yo sabía que ella prestaba gran atención a todos los ruidos. Mostraba mayor percepción de los sonidos que los niños que podían ver.

"A veces me decía: "Mamá, cuánto quisiera ver tu cara; ya me estoy olvidando de tus rasgos. Déjame mirarte, déjame mirarte! Qué podía yo decirle? Cómo explicarle? Entonces ella palpaba mis lágrimas. "Mamá, mamá, estás llorando", y se entristecía. Yo la abraza diciendole: "Mamá te quiero tanto! Ojalá que pudiera sacarme los ojos y . . ."

La maestra empezó a llorar. Todas las chicas y chicos en la clase lloraban con ella.

Después de un momento, la maestra siguió: "El año pasado Ting Ting llegó a la edad de ir a la escuela. Pero aquí no hay escuela especial. Me fue necesario buscar una escuela en otra ciudad. Es una escuela excelente y la cuidan muy bien. Eso no me causa preocupación. Pero Ting Ting no tiene padre". Suspiró. "La debí dejar en la escuela y volver aquí a enseñar. Ahora debo dejarlos a ustedes y volver junto a ella, aunque los quiero mucho a todos ustedes y los considero como a mis hijos. Me gustan tanto ... lo mismo que mi Ting Ting. Yo pienso cuánto deben agradecer esos hermosos ojos brillantes. No deben dar por supuesto un don tan admirable. Deben cuidar sus ojos. Y deben usar ese don para estudiar mucho y mirar con gusto a las bellezas del mundo".

Se detuvo un momento y continuó: "Ustedes se preguntarán por qué me voy en medio del semestre, por qué no puedo esperar hasta el fin. Ting Ting está enferma. Espero que no sea nada serio, pero estoy preocupada. Ayer recibí una carta de la escuela diciendome que vaya pronto a ver a Ting Ting. Creo que debo esperar hasta el exámen mensual; entonces iré. Es posible que no pueda volver, pero la escuela ya ha encontrado una maestra muy buena para ustedes. Deben comprender que es sólo porque Ting Ting necesita mucho mis cuidados. No la he visto por varios meses. Siento como si no hubiera cumplido con mis deberes de madre ... como si estuviera en deuda con ella. No debo vivir tan lejos de ella. Debo buscar un trabajo cerca de su escuela. A ustedes los extrañaré mucho y espero que nos volvamos a ver. Recuerden todo lo que les he enseñado y perdónenme por irme".

Se despejó la garganta y sonrió. Los chicos sollozaron con más fuerza.

Ching volvió a su casa como entre sueños. Un grupo de señoras vecinas conversaban y de cuando en cuando reían en voz alta. Ching se enojó por su falta de simpatía y pasó de largo cerrando la puerta de un golpe.
(Continuará)

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