07/05/2024

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Dichos Populares: Yeh Hsia Lao Jen: El Viejo de la Luna

26/04/1977
En tiempos de la dinastía Tang; las familias acomodadas solían mandar a sus hijos de viaje como parte de su educación. La majestad de las montañas y la inmensidad de los ríos daban profundidad y solidez al carácter del jóven; la vida alegre y suntuosa de las ciudades refinaba sus modales; y los rigores del viaje endurecían su cuerpo. Un jóven estudiante llamado Wei Ku se encontraba en uno de esos viajes, comenzado por orden de su padre. Acompañado por un sirviente, Ah San, también jóven e impetuoso, Wei Ku había llegado a regiones distantes. Con el otoño ya avanzado y las hojas cambiando su color, sus pensamientos se dirigían con más frecuencia a su hogar. Aquel día habían cabalgado desde la madrugada y se sentían muy fatigados. Divisaron entonces una pequeña posada fuera de la puerta de la ciudad de Sung. Wei Ku decidió reposar allí hasta la mañana siguiente, antes de entrar a la ciudad a visitar a sus parientes. Después de lavarse y saborear una suntuosa comida, los viajeros fueron a dormir antes de la caída de la noche. Wei Ku durmió profundamente en el duro lecho de la modesta posada. De pronto se despertó sobresaltado. Sintió como si alguien le tirara del pie izquierdo. Pero fuera de su sirviente, que roncaba a pierna suelta, no había nadie en el cuarto. Un rayo de luna penetraba por la ventana. El patio con su pequeño estanque de loto, presentaba una extraña belleza. Sobre una roca junto al estanque, se sentaba un viejo de pelo blanco como seda que producía un halo brillante. A su lado había un saco muy lleno y un libro enorme. El viejo consultaba su libro mientras ataba dos hilos rojos que había sacado de su saco. No pareció sentir la presencia de Wei Ku. "Viejo Tío, puede decirme qué libro es ese"?, preguntó Wei Ku cortésmente. "Y por qué está atando esos hilos?". "Mi libro? Oh, es el registro de futuros esposos y esposas", respondió el viejo con una sonrisa picaresca. "Qué? Futuros esposos y esposas? Qué quiere decir, Viejo Tío?" "Jóven, ves esos hilos rojos? Pertenecen a un muchacho y una chica. Yo los ato juntos, y cuando ellos crezcan se casarán. Por que yo soy el Viejo de la Luna, el Casamentero Celestial", dijo el viejo mientras se ocupaba en atar más 'hilos y hacer anotaciones en su libro. "Aquí anoto sus nombres". "Viejo Tío, eso es ridículo! A quien se le ocurre tal cosa?", Wei Ku dijo riendo. "Ah sí? , No me crees, eh? Pues acabo de atar tu hilo al de una niña de tres años", respondió el viejo con una guifiada. "Una niña de tres años, mi futura esposa? Ja ja ja..." Wei Ku rió hasta que le saltaron las lágrimas. "Sabe usted que yo tengo dieciocho?" "Sin embargo, tu futura esposa tiene ahora tres años" dijo el viejo con firmeza; "Si quieres te la puedo mostrar". "Me la puede mostrar, eh? Mi sirviente la podrá ver?". "Por qué no?" consintió el viejo sonriendo. Wei Ku corrió al cuarto y despertó a Ah San, quien salió adormilado. "Tomen mi mano", les mandó el viejo. Y al hacerlo, en un abrir y cerrar de ojos se encontraron en un mercado. La gente iba de aquí allá en medio de un gran vocerío. Entre la multitud, una vieja ciega de un ojo, llevaba en brazos a una chiquita. "Cómo se atreve a decir tal cosa a mi señor?" prorumpió Ah San airadamente. "La hija de una mendiga!". En su enojo, empujó rudamente a la mujer; la niña cayó al suelo y la sangre brotó de una pequeña herida en la frente. Antes que Wei Ku pudiera intervenir, el viejo los tomó de la mano, y se encontraron nuevamente en el patio de la posada. Pero el viejo había desaparecido. Ah San se preguntaba si todo había sido un sueño; y Wei Ku tampoco podía explicarlo. Discutieron por largo rato sin poder dar razón del extraño incidente. Catorce años más tarde, Wei Ku era Magistrado de Chinchow, después de haberse destacado en los exámenes imperiales. Sus padres y parientes habían fracasado en sus intentos de encontrarle esposa, y era todavía soltero aunque pasaba los treinta años. Unas veces los horóscopos no habían sido compatibles, otras veces por otras razones, Wei Ku seguía sin esposa. El Gobernador de Chinchow tenía una hija que había llegado a la edad conveniente, y era muy bella y muy bien educada; pero su horóscopo indicaba que estaba destinada a un hombre mucho mayor. El Gobernador ansiaba casarla pronto, pero no había podido encontrar un candidato aceptable. El jóven Magistrado de Chingchow, tan apuesto y culto, vino como caído del cielo. En poco tiempo se concertó la boda y Wei Ku se convirtió en yerno del Gobernador. Su esposa, era bellísima y de un aspecto encantador. Una pequeña cicatriz entre las cejas daba realce al encanto de su sonrisa. "Cómo te hiciste esa herida entre tus lindas cejas?" preguntó un día Wei Ku, que contemplaba a su esposa mientras ella se alisaba las cejas con la punta carbonizada de una ramita de sauce. "Tuve suerte de salir con sólo esta herida. Cuando tenía tres años mi niñera me llevó al mercado. Un loco nos empujó y yo me caí. Me pude matar con el golpe". "Tu niñera era tuerta?" "Sí; cómo lo sabes?" Wei Ku quedó sin palabras con la sorpresa. Aturdido, se preguntaba cómo explicar a su querida esposa que había sido su sirviente quien la había puesto en ese peligro. Y el Viejo de la Luna, el Casamentero Celestial, era realmente un dios. Finalmente relató a su esposa, el extraño encuentro de catorce años antes. "Me podrás perdonar?" preguntó al concluir su narración. Yo era un muchacho impetuoso, y también lo era Ah San." "No hay nada que perdonar, mi señor y querido esposo", respondió la jóven con una suave sonrisa. "Pero se lo debemos decir a mi padre. Siempre se ha preguntado por qué alguien hubiera querido causar daño a su hija única". "Bendito sea el Casamentero Celestial, o lo debemos llamar el Viejo de la Luna? ", dijo el Gobernador con una alegre sonrisa, cuando oyó la historia de Wei Ku. "Le estoy muy agradecido por haberme encontrado un yerno tan bueno". YUEH HSIA LAO JEN: EL VIEJO DE LA LUNA, se aplica en general a los que conciertan un casamiento. Por ejemplo, uno puede decir: "Su hija es muy hermosa, y ya está en edad de casarse. Permítame ser su Viejo de la Luna.

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