Taiwan Today

Durante el período de los Estados Guerreros, los príncipes en posiciones elevadas solían albergar a muchos huéspedes en sus palacios. El Principe Meng-chang del Reino de Ch'i era renombrado por su hospitalidad. Se dice que llegó a tener más de tres mil huéspedes simultáneamente, príncipes, intelectuales, caballeros, artistas y hasta ladrones. A todos recibía con gran generosidad. Su fama se había extendido a los otros reinos. Reyes y príncipes lo invitaban a trasladarse a sus territorios. No era mal visto entonces que hombres destacados prestaran servicios en otros reinos y territorios. En los últimos años de aquel periodo se hacía evidente que pronto se produciría el nacimiento de una dinastía nueva. El nuevo Emperador sería, muy probablemente, el rey de uno de los siete reinos existentes, y se pensaba que el rey que lograra atraer a mayor numero de hombres talentosos e ilustrados tendría mayor probabilidad de ser el nuevo Hijo del Cielo. El Rey Tsao-wang de Ch'in era muy capaz y ambicioso. Desde que ocupó el trono, su reino se había fortalecido hasta hacerse el más poderoso de los siete. Esperando persuadir al principe Meng-chang a ser su primer ministro, le mandó una invitacion incluyendo en ella a su séquito. Meng-chang aceptó la invitacion y se trasladó a Ch'in en compañía de buen número de sus huéspedes. El rey Tsao-wang en persona salió a recibirlo a las puertas de su capital y puso una gran mansión a disposición de su honrado huésped y su distinguido séquito. Los honores y atenciones prodigados a Meng-chang excitaron la envidia y recelos del primer ministro Ch'u Li-chi, quien inició una campaña de rumores contra el preclaro visitante. "Majestad, el Principe Meng-chang es, sin duda, un hombre capaz y virtuoso, pero después de todo, es un príncipe de Ch'i. Si Su Majestad lo nombra primer ministro, quien puede estar seguro que no usará su poder en favor de Ch'i, con detrimento de Ch'in? y una vez que tenga las riendas en su mano, no será fácil a Su Majestad vigilar todos sus movimientos. Majestad, debemos precavernos! ., Uno tras otros, los cortesanos de Ch'in susurraban al oido del rey admoniciones semejantes. Sospechoso por naturaleza, el rey Tsao-wang se dejó convencer. Pero, aunque resueltó ya a no nombrar a Meng-chang su primer ministro, tampoco quería dejarlo irse de Ch'in. Meng-chang había visto y oido demasiado, y sería peligroso que pudiera usar esos conocimientos contra Ch'in. Resolvió confinarlo entretanto, con su séquito, hasta que se le presentara alguna excusa para deshacerse de ellos. Un hermano menor del rey, el príncipe Ching-yang, se había hecho gran amigo de Meng-chang. Enterado de lo que ocurría, se apresuró a informar a su amigo del peligro. La noticia desconcertó a Meng-chang y a sus acompañantes, sin que nadie pudiera pensar en cómo escapar. "Mi hermano es muy voluntarioso y será muy difícil convencerlo. Sólo una persona puede influir sobre el -su reina favorita Yen-chi". Uno de los acompañantes de Meng-chang se ofreció para solicitar la ayuda de la reina. Esta respondió: "No me será difícil persuadir al Rey que los deje partir... si tu amo Meng-chang me obsequía con la piel de zorro blanco que usó en el banquete de bienvenida". (Continuará)