Taiwan Today

A medida que se próxima el viaje del Secretario de Estado Vance a Peiping, se ha hecho evidente con mayor intensidad que la opinión pública de Estados Unidos, representada por la gran mayoría de los miembros del congreso nacional de ese país, lo mismo que de los congresos de los varios estados, gobiernos de estados y municipales, intelectuales, militares y pueblo en general, se opone con mayoría abrumadora a que el gobierno de Carter proceda a reconocer al régimen maoísta del continente a costa de las relaciones diplomáticas formales que tiene con la República de China por más de 60 años y del tratado de defensa mútua, de más de 20 años de existencia. Los correveidiles del maoísmo en Estados Unidos, que como sus amos, son maestros en la decepción y la mentira, han echado a correr toda clase de calumnias y rumores con la esperanza de despertar dudas en el pueblo de Estados Unidos respecto de la República de China y enajenar, si es posible a la opinión pública, para allanar el camino a la "normalización de relaciones". Con una desvergüenza que resulta increíble, esos consumados perseguidores y destructores de toda religión, píamente derraman ahora lágrimas de cocodrilo ante la "falta de libertad religiosa en Taiwan". Las autoridades del Seminario Evangélico de China han dirigido una carta al conocido evangelista, Dr. Billy Graham, que es respuesta adecuada a esa calumniosa difamación. La carta dice como sigue: "Nos ha sorprendido al extremo saber en esta semana que en Estados Unidos ha tenido amplia circulación en la prensa y en televisión un informe que afirma que en Taiwan no hay libertad religiosa. No sabemos dónde comenzó ni por qué le le ha dado circulación. Pero sabemos que es completamente falso. Usted vino a Taiwan a tener su primer Cruzada en 1956. La Cruzada se tuvo en el mayor estadio que había entonces en Taiwan, en el corazón de Taipei, a poca distancia del Palacio Presidencial. Usted y todos los cristianos relacionados con la Cruzada tuvieron completa libertad para llevar el Evangelio a todos, fueran soldados o civiles, budistas o confucianistas. En 1975 se tuvo en Taipei la segunda Cruzada de Billy Graham. El Gobierno adelantó las fechas del Campeonato Atlético Provincial, fijadas con anterioridad, para que la Cruzada pudiera disponer del Estadio Municipal en las fechas de su conveniencia. A pesar de la lluvia, la concurrencia fue enorme, con 50.000 personas cada noche. Más de 12.000 hicieron sus decisiones por Cristo. Esas dos Cruzada no son ejemplos aislados de la libertad religiosa de que gozamos en Taiwan. Desde la caída del continente chino en manos de los comunistas, en 1949, centenares de misioneros han venido a Taiwan para servir en iglesias, escuelas, hospitales, orfanatrofios, y en medios de comunicaciones. Hay libertad para evangelizar en las altas montañas, entre los aborígenes, y en los prósperos centros urbanos, donde nuevas iglesias parecen diariamente en los suburbios residenciales que crecen rápidamente. Sólo en Taipei hay más de 300 iglesias Protestantes. Los pastores y evangelistas chinos tienen también libertad absoluta para tener campañas unidas en todo Taiwan. Desde la muerte del Presidente Chiang Kai-shek, hace dos años, se han tenido más de 25 crusadas urbanas a cargo de iglesias locales, con 10.000 decisiones por Cristo. Las organizaciones de estudiantes cristianos extienden sus actividades a todas las universidades e institutos en Taiwan. Durante las vacaciones de verano se realizan retiros y conferencias de estudiantes en toda la isla, con participación de miles de estudiantes. Cada año más de 200 nuevos estudiantes entran en los quince diferentes seminarios en Taiwan para prepararse para una vida totalmente dedicada al servicio de Cristo. Durante el año pasado se ha venido desarrollando una campaña "Aquí está la Vida" en Taipei y en toda la isla. Este mes, 8.000 cristianos reciben preparación para hacer trabajo personal cuando la campaña culmine, en Agosto. Es necesario decir más? Esas son sólo algunas pocas ilustraciones del tipo de libertad de que lazamos en la República de China, para creer según el dictado de nuestra conciencia y para transmitir nuestra fe a otros. Si puede usted hacer algo para hacer llegar al Presidente Carter y al pueblo de Estados Unidos la verdad sobre la libertad religiosa en Taiwan, le quedaremos muy agradecidos. Respetuosamente, Wu Yung, Presidente del Directorio. James H. Taylor, Jr., Presidente del Seminario Evangélico de China. Esa carta se refiere directamente a la libertad de que goza una Iglesia Protestante. Basta pasar por las calles de cualquier ciudad de Taiwan o por los pueblos y villas para comprobar lo mismo, tanto de otros grupos protestantes como de los budistas, católicos, taoístu y otras religiones.