27/04/2024

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Dichos Populares: Mao Sui Se Recomienda: MAO SUI TZU CHIEN

26/08/1977
Los seis reinos de Ch'u, Ch'i, Han, Chao, Yen y Wei se habían aliado contra el de Ch'in, que se mostraba cada vez más ambicioso y agresivo. Después de varios incursiones audaces en Chao, Ch'in se aproximó a la capital de aquel y la sitió. Huai-wang, el rey de Chao ordenó a su primer ministro, el príncipe Pin-yuan, que se dirigiera al reino de Ch'u para solicitar su ayuda. El príncipe Pin-yuan quiso llevar con­ sigo un séquito de veinte literatos y guerreros. Además de dar prestigio a su comitiva, podrían serle de utilidad en el camino y en la capital de Ch'u. Nadie se atrevía a pronosticar lo que pudiera ocurrir, y convenía tener consigo a hombres diestros en el manejo de los argumentos y de la espada. Como otros altos dignatarios de entonces, Pin-yuan tenía muchos huéspedes consigo. Entre ellos eligió a los que poseían las cualidades consideradas necesarias para su importante misión, pero sólo diecinueve se ajustaban a sus deseos. El príncipe entrevistó a muchos otros y consultó con sus consejeros, sin encontrar al que pudiera completar el número previsto. Desanimado por lo infructuoso de su búsqueda, Pin-yuan se disponía a organizar su expedición sin completar el número cuando un hombrecillo de corta estatura y figura obesa se adelantó. "Señoría, permítame a mí, Mao Sui, ocupar el vigésimo puesto en su comitiva", dijo el hombrecillo con una profunda inclinación. El príncipe Pin-yuan no recordaba a tal persona entre sus huéspedes. "Cuánto hace que está aquí, maestro Mao", inquirió. "Tres años, Su Señoría". "Un hombre capaz es como un instrumento agudo", dijo el príncipe. "Si se lo pone en un saco de paño, su punta perforará el paño y se dejará ver. Si usted ha estado en mi casa por tres años sin que yo me enterara, será mejor que se quede aquí". "Ahora por primera vez he pedido que se me ponga en el saco de paño", respondió Mao Sui con una sonrisa. "Si Su Señoría me hubiera puesto antes en el saco, mi aguda cabeza hubiera perforada el paño hace mucho tiempo". El príncipe pensó que la audacia de ese hombre que se atrevía a recomendarse a sí mismo en tales circunstancias, podría serie útil, y lo aceptó. Los diecinueve elegidos anteriormente, sin embargo, no vieron con buenos ojos que se uniera a su grupo un hombre tan falto de buenos modales y tan desfachatado, y comenzaron a referirse a él como "el cara dura". El príncipe y sus veinte acompañantes llegaron a la capital del reino de Ch'u sin contratiempos. El rey de Ch'u recibió al príncipe y a su séquito cortésmente. Hubo banquetes y funciones en su honor. Pin-yuan quiso exponer inmediatamente el motivo de su visita, pero el rey, que lo sabía muy bien, difirió cuanto pudo una entrevista privada. Por fin se le agotaron los pretextos, y ambos se retiraron a una sala del rey. Los veinte acompañantes de Pin-yuan quedaron en la antesala. Pin-yuah explicó la apurada situación por que pasaba su rey, mencionó la alianza que unía a los seis reinos contra Ch'in, y pidió formalmente la ayuda de Ch'u en la emergencia. El rey de Ch'u respondió con numerosas y largas consideraciones de tiempo, lugar y otras circunstancias, afirmó que la alianza permanecía en efecto, pero escapó a todos los intentos de Pin-yuan de arrancarle la promesa de ayuda inmediata. La audiencia se prolongaba, y los veinte esperaban en la antesala con creciente impaciencia y desasosiego. "Su Señoría ha permanecido con el Rey por varias horas", dijo Mao Sui a los otros; "no es buena señal". "Quizás sería conveniente que usted mismo hablara con el rey, maestro Mao", dijo uno de ellas con sorna. Y se cambiaron entre ellos sonrisas significativas. "Es precisamente lo que voy a hacer", respondió Mao Sui, y se encaminó a la sala de la conferencia antes que nadie pudiera detenerlo. Con mirada fría y ademán altivo pasó entre los guardias sin hacerse anunciar y se acercó a la plataforma donde estaban los asientos del rey y del príncipe. "Señoría", dijo Mao Sui con una reverencia al príncipe Pin-yuan; "la importancia y necesidad de mantener en fuerza la alianza contra Ch'in se puede enunciar en pocas palabras. A qué se debe que después de tantas horas de conferencia no se haya tomado ninguna decisión?" "Quién es ese insolente", preguntó el rey encendido en ira. "Uno de mi comitiva, Majestad", replicó Pin-yuan sumamente intranquilo y confundido. "Retírese inmediatamente", ordenó el rey. "Cómo se atreve a interrumpirnos cuando estoy hablando con su señor?" En vez de retirarse, Mao Sui subió a la plataforma aproximándose al rey, mientras su mano jugaba con la empuñadura de su espada. "Oh poderoso Rey de Ch'u", dijo con voz burlona. "Con tantos guardias y cortesanos, Su Majestad cree que puede reprenderme en presencia de mi señor. Pero estoy ahora a dos pasos de Su Majestad. Su vida está en mis manos; nadie podría salvar a Su Majestad". Diciendo eso, dirigió una mirada alrededor, como desafiando a los presentes a dar un solo paso hacia él. Después añadió: "Su Majestad sabe sin duda que el santo emperador de T'ang que fundó la dinastía Shang, tenía al principio apenas setenta lis de tierras, y que el emperador Wenwang de Chow tenía sólo 100 lis y sin embargo fundó la gran dinastía Chow. El reino de Ch'u cubre miles y miles de lis y tiene un ejército de un millón de hombres. Pero cuando Ch'in atacó a Ch'u, varias ciudades cayeron en sus manos, y en una batalla hasta el templo de los antepasados de Su Majestad sufrió injurias. Mi señor pide a Su Majestad que se nos una para combatir al enemigo común, no tanto por los intereses de Chao, sino porque todos sentimos las injurias inferidas a los antepasados de Su Majestad. Qué razón tiene Su Majestad para amonestarme?" El rey de Ch'u se sintió avergonzado y prometió disponer una expedición de ayuda a la mayor brevedad posible. Mao Sui pidió entonces que se hicieran las ceremonias habituales que formalizaban un compromiso de esa índole. El rey, el príncipe, nobles y guerreros de la corte de Ch'u sumergieron sus manos en un recipiente lleno de sangre de animales sacrificados. Mao Sui hizo lo propio y llamó después a sus compañeros, diciéndoles: Ahora pueden venir ustedes, después de mí". Con los refuerzos de Ch'u unidos a las tropas de Chao, Ch'in levantó precipitamente el sitio de la ciudad y se retiró a su territorio. Y mientras Chao y Ch'u permanecieron unidos, no se atrevió a iniciar aventuras semejantes. MAO SUI TZU CHIEN: MAO SUI SE RECOMIENDA, se usa para animar a uno a ofrecerse para una misión de riesgo o para poner freno a una actitud demasiado audaz; por ejemplo, se dice: "anímate, MAO SUI TZU CHIEN," o en el segundo caso, "no sería prudente MAO SUI TZU CHIEN.

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