Taiwan Today

Reconstrucciones basadas en los fragmentos encontrados en 1929 en las cueva de Choukoutien, en la provincia continental de Hopei y en los estudios realizados por antropólogos, muestran la vida y actividades del Homo Pekinensis en la exhibición que se realiza en el Museo Nacional de Historia. Mientras fotos de las excavaciones de Choukoutien, a unos 48 kilómetros al sudoeste de Peiping y pinturas del Sinantrophus en varias actividades ayudan a idealizar la vida de aquellos hombres hace unos 500.000 años, según la edad que generalmente se les atribuye, esculturas de tamaño natural presentan con vivo realismo a hombres, mujeres y niños de aquellas épocas remoras, comiendo, bebiendo en un arroyo,juntando leña, haciendo sus instrumentos de piedra, calentándose junto al fuego, luchando contra bestias salvajes, madres jóvenes dando el pecho a sus niños, una amplia variedad de sus acciones en su vida ruda y primitiva. Réplicas de los huesos e instrumentos excavados por Teilhard de Chardin y por investigadores posteriores dan vuelo a la imaginación en la reconstrucción mental de aquellos lejanos antepasados. La exposición que comenzó el 15 del corriente y durará cuatro semana, ha atraído ya a numeroso público.