04/05/2024

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

Literatura: La Anciana Señora King

26/05/1976
(Viene del Nº anterior)

"Corrí a decírselo a mamá y ella se acercó de puntillas a la puerta de la vieja bruja." Al llegar a este punto de su narración, Hsiaohu bajó la voz hasta convertirla en un susurro, echando una mirada malévola mientras levantaba un hombro. Su expresión casi me hizo ver a la jóven señora King, con su dura mirada fija en la puerta de la vieja King, como una gata que se dispone a atrapar un ratón amedrentado.

"OH" - No pude evitar un temblor ante ese pensamiento, e instintivamente apreté el frente de mi chaqueta.

"Mamá abrió la puerta de una patada, entró de un salto y tomó a la bruja de los pelos. Empezó entonces a pegarle, y la vieja bruja chillaba como un cerdo muriendo y se desmayó."

"Ay". Aflojé mis manos y mi batata asada rodó al suelo.

Hsiaohu vió mi temor y eso le gustó más. Escupió en afirmación. "Mi papá vino entonces corriendo y le metió dos tazas de agua de jengibre por la garganta antes que ella se despertara. Después de eso la vieja bruja estuvo en cama por medio mes sin poder levantarse. Fue muy gracioso".

Con nuestras buenas relaciones con la familia King, Swen-sao se hizo amiga de la vieja señora King, pero esa amistad se mantenía en secreto. Siempre elegía los tiempos cuando la jóven señora King estaba en la cocina reprendiendo a los sirvientes o jugando al mahjong en la sala, para deslizarse al cuarto de la vieja señora King. A veces hablaban por mucho tiempo y al salir, Swen-sao tenía los ojos colorados y las mejillas hinchadas, señal segura de que había oído algo injusto.

"Swen-sao, quién crees que es la mejor persona en la familia King?", le pregunté un día cuando nos íbamos de una visita.

"La vieja señora King, desde luego". respondió sin la menor duda.

"Pero Hsiaohu me dijo que la vieja bruja era la cosa más odiosa" opuse, recordando todo lo que él me había dicho aquel día.

"Tonterías!". Las mejillas regordetas de Swen-sao comenzaron a hincharse. "Todos han pecado contra el cielo uniéndose de ese modo para maltratarla. Ay! No sabes qué vida más penosa ha tenido la pobre senora!".

"Cómo es eso?", pregunté por curiosidad, aunque yo también sentía que la pobre llevaba una vida muy penosa sin saber explicarme porqué.

"Los chicos no deben preguntar esto y aquello". Yo no podía soportar eso de ella, así que empecé a usar todas mis tretas para agobiarla hasta que me dijera. Finalmente prometió decírmelo después de comer pero insistió en hacerme jurar que nunca lo diría a nadie, porque si llegaba a oídos de la jóven señora King sería desastroso para la vieja señora King.

Después de comer tomé un banquito de bambú y salí al jardín con Swen-sao a tomar el fresco. Ella volvió a insistir que no repitiera una palabra de lo que me iba a decir; sólo después que cerré los ojos y se lo juré, comenzó su historia:

"La vieja señora King se habían casado antes en una familia muy rica. La casa en que vive ahora la familia King y la mayoría de sus tierras pertenecían a su primer esposo. En ese tiempo ella vivía con mucha comodidad, pero desgraciadamente su primer esposo estaba enfermo de tuberculósis al casarse. Después de pocos años, cuando ella tenía treinta años, su esposo murió dejándola sin hijos y sola. Naturalmente, cuando una mujer está sola, no faltan los que están dispuestos a aprovecharse de ella." La mejillas de Swen-sao comenzaron a inflarse nuevamente de indignación.

"Primero fueron los bellacos parientes de su esposo, quienes vinieron reclamando algo para sí. Y se dieron maña para alzarse con buena cantidad de tierras. Después, su mala suerte quiso que conociera al señor King, el mayor. En ese tiempo, el señor King era un muchacho de unos veinte años. Acaba de regresar de Shanghai, donde había estudiado y donde sólo había aprendido modales aduladores y palabras engañosas. He oído de otros que el señor King el mayor es un rufián de primera clase que tiene influencia con los malos elementos del barrio de Hsu Chia Hwei en Shanghai."

"Pero el viejo señor King no parece malo", protesté pensando en su mostacho y su corbata roja.

"Bah! Acaso todos los hombres malos tienen una señal tallada en la frente?". Los gordos carrillos de Swen-sao parecían dos pequeñas bolas de carne." Precisamente porque no parece malo, la vieja señora King se dejó engañar. En ese tiempo él vivía frente a su casa y cada día se dejaba caer de visita hasta que consiguió atraparla. Ella me dijo que de recién casados él era muy bueno con ella. Sólo después de haberse apoderado de todas sus joyas y de los títulos de propiedad de la casa y tierras cambió haciéndose una persona enteramente diferente. La maldecía y le pegaba y jamás tenía para ella una palabra amable. Y para peor, cuando la jóven señora King se mudó a la casa tomó para sí la posición de la mayor en la familia y se unió al señor King el mayor para maltratarla. Ah! La pobre no tiene ni una persona en la familia a quien pedir consuelos!"

"No dijiste que tenía una cantidad de parientes?"

"Ay! No nombres a esos bandidos! Le basta al viejo señor King darles algún dinero y se callan la boca. Y como el señor King conoce a muchos maleantes en Shanghai nadie quiere meterse con él".

"Y esos sirvientes viejos, los que trabajaban con ella desde antes? Cómo pueden quedarse sin hacer nada?" Cuando yo estaba en su casa, rara vez vi a esos sirvientes hablar con la vieja señora King, y si lo hacían se escapaban como ratas si la jóven señora King aparecía a la distancia.

"Esos desalmados! Si sólo quieren congraciarse con la jóven señora King. Y aún los que tienen corazón, no se atreven a decir nada por temor de perder su taza de arroz. Ay! Verdaderamente la compadezco!". Swen-sao suspiró. Las pequeñas bolas se habían desinflado pero sus ojos estaban enrojecidos. Al ver la compasión en la cara de Swen-sao comencé a sentir que aunque las cejas falsas y los pies vendados con movimientos de pato de la vieja señora King eran tan desagradables, eran también dignos de compasión.

En los meses que fuimos vecinos de los King, Hsiaohu me decía algo sobre la vieja señora King casi cada día. Su tío había traído una cantante a comer en su casa y la vieja bruja había querido hacer una escena pero había terminado sufriendo golpes. La vieja bruja, al servirse té, había roto la tetera de su madre y la habían insultado hasta que corrió a esconderse en su cuarto y no asomó más. Ah-hung se había olvidado de llevarle la comida a su cuarto, y cuando la vieja bruja la quiso reprehender, Ah-hung le había respondido con tanta insolencia que se le habían saltado las lágrimas. En cada caso, con cualquiera que la bruja tuviera algún incidente en la casa, la que perdía era siempre ella.

Una mañana de invierno Swen-sao y yo estábamos sentados junto a la puerta gozando del sol cuando de pronto se oyó un grito desde el patio de la familia King, un penterante alarido de mujer seguido de una voz de hombre profiriendo juramentos. Empujé a Swen-sao corriendo hacia la casa. En el portón encontramos a Hsiaohu sonriendo y golpeando sus manos con satisfacción. Corriendo hacia el patio se puso a mi lado. "Hermano Yung, apúrate, apúrate! Mi tío y mamá se la están dando a la vieja bruja!"

Corrimos hasta el patio y vimos que toda la familia King estaba reunida allí. El señor King el mayor y la jóven señora King estaban atareados con la vieja señora King, uno la tironeaba de aquí y la otra la empujaba de allá mientras la pobre mujer se aferraba al balcón. Parecía peor que de ordinario. Su cabello blanco estaba todo enredado y caía sobre su cara, su vestido había sido rasgado por detrás y por el agujero pude ver su camisa blanca y una mancha de sangre fresca en ella. Se resistía y sollozaba histéricamente. "Oh, Cielos! Todos ustedes, cómo pueden ser tan desalmados. Ay, ay! Me quitan mi casa y ahora me quieren echar. Viejo King... viejo King... Debí estar ciega para casarme contigo! Hombre desalmado y sin conciencia; el Cielo te castigará.. Ay... y tú, jóven señora, no te tengo miedo! Moriré aquí pero no me echarán de mi casa!"

(Continuará)

Popular

Más reciente