Taiwan Today

El día 28 de septiembre, la República de China celebró el Aniversario de Confucio, El Maestro. Muy apropiadamente, esa fecha es también el Día del Maestro, honrandose ese día a todos los que dedican sus vidas a la enseñanza y educación de la niñez y juventud. Confucio nació el año 551 antes de Cristo en el Estado de Lu, ubicado en lo que es hoy la provincia de Shantung. Sus enseñanzas han moldeado el pensamiento y todos los aspectos de la cultura china hasta nuestros días, y lo seguirán haciendo en el futuro. El sistema moral conocido como "Confucianismo" ha sobrevivido persecusiones y ataques en el pasado y sobrevivirá las campañas de denigración lanzadas por los maoístas. Al centro de ese sistema de ideas y prácticas morales se encuentra el "Jen". La riqueza del concepto requiere variedad de expresiones para su traducción: humanidad, benevolencia, la virtud en su pleno sentido moral. Siglos antes de Cristo, Confucio repetía a sus discípulos: "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a tí." Requerido por sus discípulos a ampliar el concepto, Confucio les hablaba de cortesía, magnanimidad, bondad, fidelidad y diligencia. Si alguno le pedía una explicación más concisa, decía simplemente: "Amor al prójimo." Confucio fue el primer gran propagador de la educación universal. Anteriormente, la educación era un privilegio reservado a las familias de posición elevada. Afirmando que "donde la educación echa raíces se extirpan las distinciones de clases", Confucio dedicó cuarenta años de su vida a la enseñanza, ya de asiento en un lugar, ya en vida ambulante. La enseñanza salió con él a la calle y a las plazas públicas y se puso al alcance de todos los que sentían el impulso de aprender. Confucio editó seis libros. Uno de esos libros, el "Chun Chiu" es considerado como obra suya; es una crónica histórica, mayormente del Estado de Lu. Los otros son: "Shih Ching" o Libro de Odas; "Li Chi" o Libro de Ritos; "Shu Ching" o Libro de Historia; "I Ching" o Libro de los Cambios; y "Yueh Ching" o Libro de la Música. Este último libro se ha perdido; los discípulos de Confucio editaron como libros separados partes del Libro de Ritos titulandolos "La Gran Enseñanza" (Ta Hsueh) y Doctrina del Justo Medio" (Chung Yung) respectivamente y coleccionaron dichos del Maestro en las "Analectas de Confucio" (Lun Yu). El cuerpo de enseñanzas del Confucianismo pasó a la posteridad en estos tres ultimos libros a los que se agregó el "Mencio" y constituyen los "Cuatro Libros"; y en aquellos cinco que quedaron al perderse el Libro de Música, y son los "Cinco Clásicos". El "Mencio" lleva el nombre del más preclaro propagador del Confucianismo. Confucio concretó su visión del hombre ideal en el concepto del caballero o "chün tze". Este no lo era por su nacimiento o posición en la sociedad sino por sus virtudes de piedad filial, bondad y amabilidad, por su concepción moral de la vida. "El caballero es exigente consigo mismo; el hombre vulgar es exigente con los demás". El estudio, y los conocimientos que se siguen de él, deben conducir a la posesión de la verdad y a la formación de una voluntad firme y sincera. El sentido de justicia que de allí nace produce la personalidad equilibrada. El hombre posee así un fundamento firme para ordenar sus relaciones en la familia, en la sociedad y en el estado. La inteligencia y la voluntad debidamente equilibradas producen frutos en beneficio de la comunidad. En la República de China se mantienen intactas las tradiciones radicadas en las enseñanzas de Confucio. La memoria del Maestro se honra y se atesora. Esto es verdad de todo el pueblo chino. Los maoístas con sus locas campañas contra Confucio no han hecho más que demostrar una vez más que son renegados indignos de ser llamados chinos. Tanto aquí, en la República de China, como en las Comunidades de Chinos de Ultramar, el Día de Confucio ha sido celebrado con unción y solemnidad. Y mientras queden chinos en este mundo, las enseñanzas del Maestro serán transmitidas de generación en generación y serán recibidas con reverencia y veneración. Conmemoración Diversas ceremonias tuvieron lugar en la capital y en el interior en conmemoración del 2.526 aniversario de Confucio. En el auditorio de la Presidencia de la República, el Presidente Yen Chia-kan al frente de los más altos funcionarios del gobierno central y representantes de grupos civiles rindió homenaje al Maestro con las tres inclinaciones acostumbradas. Posteriormente, el Profesor Hua Chung-lin disertó sobre la piedad filial en las enseñanzas de Confucio. En el Templo de Confucio de Taipei tuvo lugar la solemne ceremonia ritual que reproduce ajustadamente las que se efectuaban durante la dinastía Ming, con el Intendente de Taipei, Lin Yang-kang, como celebrante principal. Al son de la música ejecutada con instrumentos antiquísimos, grupos de niños de escuela primaria vestidos a la usanza de aquellos tiempos efectuaban la danza ritual mientras el celebrante y sus asistentes procedían a los diversos aspectos de la ceremonia. El Ministro del Interior, Chang Feng-hsu, representó al Presidente Yen Chia-kan en la ofrenda de incienso. El Gobernador de la Provincia de Taiwan, Hsieh Tung-min presidió la conmemoración provincial tenida en Taichung. En otras ciudades y aún en pueblos pequeños, frente a la estatua del Maestro donde no existe su Templo, tuvieron lugar ceremonias semejantes. Más de 900 maestros destacados fueron honrados en varios actos especiales.