“No puede ser de polvo, tiene que ser un afiche”, argumenta la gentil dama taiwanesa, quien, emulando a Santo Tomás, extiende su mano, acercándose más y más a la imagen religiosa pintada en el suelo hasta que… ¡záz! Su mano roza la faz de y la hace desaparecer por arte de magia. El recinto queda en silencio, mientras que la acongojada dama mira pasmosamente en su mano el polvo desgranarse, vuelve a ver la pintura, y otra vez a su mano…
Esta escena se dio en el Museo de las Religiones del Mundo, en la ciudad de Yonghe, Nuevo Taipei. Por seis meses, desde el 26 de marzo al 18 de septiembre, los visitantes podrán disfrutar del tradicional arte religioso de las alfombras de Huamantla, sin tener que tomar un avión y trasladarse a México.
“Incredulidad. Esa ha sido la reacción más generalizada de los visitantes ante las alfombras de Huamantla”, afirma Martín Muñoz-Ledo Villegas, representante de de Enlace de México en Taiwan, al preguntársele sobre la reacción del público taiwanés ante esta muestra de arte típico religioso tan autóctono.
No se les puede culpar a los taiwaneses de su sorpresa; es difícil creer que con materiales tan sencillos y humildes, como el polvo de colores, los elotes y las hojas secas de la planta de maíz, se puedan crean obras tan monumentales, detalladas y delicadas. No obstante, éste es un arte efímero y frágil, se pudo comprobar desde el primer día de la muestra. Claro está, se han tomado mayores precauciones, pero sin apartar al público goce de tan admirables obras.
Un San Miguel de maíz.
De hecho, el plan original era hacer un despliegue de estas bellas creaciones en la plaza frente al Monumento Conmemorativo a Sun Yat-sen, uniendo la estructura principal con el anfiteatro adjunto por medio de una calzada . Los artistas constructores se presentaron con sus herramientas y materiales para hacer una demostración de cómo se elabora una alfombra de este tipo a partir de cero. Sin embargo, ese mismo día, el frío y la lluvia impidieron hacer la delicada obra de arte al aire libre. Una versión resumida, hecha bajo los aleros del Monumento, fue el aperitivo de la exposición.
A los artistas mexicanos que viajaron a para elaborar las obras de la muestra se les unieron en el Monumento una serie de jóvenes voluntarios, la mayoría estudiantes de arte de . Otros taiwaneses probaron hacer sus pinitos con esta técnica, elaborando sencillas alfombras geométricas que están en exposición dentro del Museo. Tal intercambio cultural es de gran valor para las relaciones entre ambas naciones y aporta un nuevo punto de vista con relación a la cultura de México.
El grupo que vino de Huamantla estuvo integrado por los maestros alfombristas Efrén Chacón Godos y Alejandro Lira Carmona; el pintor Rodolfo Durán, y apoyados por Miguel Ángel Miranda y Miguel Ángel Miranda González, así la periodista e investigadora del este arte, Isabel Aquino, y el periodista José Hernández. Como nota interesante, cabe destacar que si bien los materiales como la “palma” de maíz fueron traídos de México, muchos otros debieron conseguirse acá en Taiwan, y los instrumentos empleados para la elaboración de las alfombras tuvieron que ser “construidos” también in situ.
de Guadalupe, patrona de todos los mexicanos, y Emperatriz de América y Filipinas, fue una de las imágenes más apreciadas. El realismo y la na-turalidad de su expresión cautivó a los espectadores.
Las imágenes más conmovedoras son las magnas representaciones de de Guadalupe y de San Miguel Arcángel, construido mayormente con elotes, es también sumamente llamativo. Un Cristo en caña de maíz recibió también grandes elogios por parte de los locales. Estos dos últimos son obras de género mixto, con maíz, frijoles de varios colores y arena coloreada.
Para la ciudad de Huamantla, en el estado de Tlaxcala, la noche 14 de agosto es “la noche que nadie duerme”. Las familias enteras se unen para decorar calle por calle, hasta que toda la ciudad queda hecha un manto de color y arte religioso. Kilos y kilos de , adornos de papel, aserrín y otros materiales naturales son empleados para crear obras efímeras a lo largo de la kilométrica extensión de la urbe. Dichas obras sólo pueden desaparecer oficialmente al ser tocadas por el paso de las imágenes religiosas de la procesión de de , patrona de la ciudad. Las figuras representan , símbolos religiosos, siluetas de , Jesucristo y otras estampas religiosas.
Estas imágenes pueden parecer algo distantes para los taiwaneses, ya que el porcentaje de católicos, por ejemplo, es muy bajo. No obstante, los locales cuentan con sus propias manifestaciones religiosas y el tiempo de la exposición coincide con las procesiones de en Dajia. Durante su gira por la campiña de la isla, la diosa es acompañada por un séquito, y los fieles se tiran al suelo para que el palanquín donde va la imagen de la deidad pase sobre ellos. Esta acción, se cree, trae las bendiciones de a los fervientes seguidores. Lograr esto no es fácil: los feligreses deben hacer jornadas largas y difíciles, dejándolos exhaustos. No obstante, ellos están dispuestos a invertir su tiempo y energía para dar reconocimiento de su fe.
Los artistas mexicanos despliegan orgullosamente sus colores patrios mientras elaboran la alfombra exhibida en el Monumento a Sun Yat-sen.
Este es el mismo espíritu que impulsa a un pueblo entero a laborar primorosamente en las celebraciones realizadas en Huamantla, que culminan con la creación de sus afamadas alfombras. El nombre “Huamantla” significa “lugar de árboles formados o juntos”. Siendo una comunidad que data de la época prehispánica, cuenta con notables zonas arqueológicas y edificaciones coloniales de gran importancia. Entre sus muchas celebraciones tradicionales, destaca de Huamantla, celebrada en honor de de , del 1º al 15 de agosto, todos los años.
La primera alfombra de flores de la temporada se elabora frente a de Huamantla. Si bien se preparan alfombras todas las noches, la actividad 14 de agosto es considerada la principal. Desde temprano en la mañana de ese día, se decoran especialmente las calles donde pasará la procesión de de ; y por la tarde, se empieza la elaboración de las alfombras. A medianoche culmina el evento, con grandes fuegos artificiales y una misa solemne en de
Gracias al esfuerzo de de Enlace de México y el Museo, los taiwaneses pueden apreciar obras tan bellas y perecederas.
Texto recopilado por Silvia Villalobos