Noticias de Taiwán
Literatura: La Anciana del Río Lu (II)
06/08/1975
(Viene del Nº anterior)
"No, su esposa y su hijita murieron el año pasado".
La vieja Feng se sintió horrorizada. "Eso es un cuento", exclamó. "Anoche me tomó la lluvia y pasé la noche con su esposa e hija. No pueden haber muerto."
El vecino le aseguró que era la verdad y le preguntó dónde se había alojado esa noche. El lugar no era otro que la tumba de la fallecida señora Tung y de su hijita. El viejo matrimonio que la señora Feng había visto eran los padres de Tung Chiang, ambos fallecidos.
Oyendo eso, la vieja Feng gritó aterrorizada, creyendo que sólo una persona muy cercana a su muerte podría ver espíritus. Tung Chiang, el novio, oyó su voz y salió a preguntar de qué se trataba.
La vieja Feng ya se había ido, pero el vecino relató a Tung Chiang lo que ella había dicho. "Debe ser brujería", exclamó Tung Chiang enojado. Mandó un criado a prender a la vieja Feng y se disponía a mandarla a la cárcel. El vecino se la impidió diciendo: "Creo que contaba una historia verdadera. No conocía ni nunca había visto a tus padres ni a tu esposa. Cómo podría inventar una descripción tan exacta de tus padres, tu mujer y tu hija? Cada uno tiene su propio espíritu. Nadie puede negar la existencia de espíritus en este mundo de los hombres."
Tung Chiang aceptó esa exhortación y permitió a la vieja marcharse en libertad. Por su parte, procedió con su nuevo casamiento.