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El Sutra Dragón

06/06/2011
El conjunto completo de una caja o volumen del Sutra Dragón, con las tapas internas y externas, frazadas protectoras, cintas de seda y las hojas del texto sagrado. (Foto cortesía del Museo Nacional del Palacio)

El vocablo sutra es un término sánscrito con que se describen las escrituras canónicas del budismo, especialmente las enseñanzas orales de Siddharta Gautama (¿563 – 483? a.C.), el primer Iluminado y fundador del budismo. En chino, estas obras de contenido sacro se denominan ching (, jing).

El Museo Nacional del Palacio (NPM, siglas en inglés), ubicado en los suburbios de la ciudad de Taipei, posee una rica colección de sutras originales, muchos de ellos profusamente ilustrados y esmeradamente preparados por sus autores. Entre tales valiosos documentos, resalta el Sutra Dragón Tibetano, comisionado en 1669 por el emperador Kanghsi (1654 – 1722, 康熙, Kangxi) de la dinastía Ching (1644 – 1911, Qing), y manuscrito en tinta de oro.

La obra, en cuyo contenido están recopiladas las palabras textuales de Gautama o Sakyamuni, el Buda histórico; así como varios tratados compuestos posteriormente por sabios maestros de la India antigua, se divide en seis grandes capítulos. En conjunto, acuerpan dos importantes tratados, el Kangyur o traducciones al tibetano de las enseñanzas del Buda histórico; y el Tengyur o compendio de tratados. En el budismo tibetano, el Sutra Dragón tiene la sagrada posición de ser uno de los tesoros del dharma (ley).

Los seis capítulos o secciones en que se divide el Sutra Dragón son: 1) Rgyud o Tantra, que contiene las enseñanzas esotéricas. 2) Sher phyin o Prajñāpāramitā, el sendero hacia la perfección de la sabiduría. 3) Dkon brtsegs o Ratnakūta, el cúmulo de joyas, que es la colección más antigua de sutras de la escuela Mahayana o del Gran Vehículo. 4) Phal chen o Avatamsaka, sutra de las guirnaldas de flores, que explica la evolución del budismo primitivo al sistema completamente desarrollado del Gran Vehículo y revela la naturaleza búdica en todos los seres del Universo. 5) Mdo sna tshogs o colección de sutras. 6) Vdul ba o Vinaya, un tratado sobre disciplina monástica. La obra total consta de 1.057 unidades y es la traducción más completa de los canones budistas en tibetano. Se supone que para la traducción se usaron las versiones originales en sánscrito o pali; sin embargo, estudios más recientes revelan que muchas partes de la voluminosa obra fueron traducidas de versiones chinas, tal vez por la disponibilidad de tales textos o escasez de los originales en sánscrito.

De estos seis textos sagrados, los dos más importantes son el Mdo sna tshogs, que consiste de diálogos del Buda con temas de práctica, temas morales, temas filosóficos y anécdotas con moralejas espirituales. Se considera la más importante escritura sagrada del budismo. Le sigue el Vdul ba o Vinaya, que en su forma actual consiste principalmente en reglas que gobiernan la vida en los monasterios budistas. A estos dos se agrega el Abhidharma-pitaka, o “Colección de la doctrina más elevada”, para integrar el Tripitaka, término en sánscrito que significa las “tres cestas” o sea “tres colecciones de textos sagrados del budismo”.

 

Tripitaka en escritura manchuriana en tinta bermeja. Obra comisionada por el emperador Chienlung para la Colección Imperial. 24,5 x 73 cm.

Según los Archivos del Departamento de la Casa Imperial, Hsiaochuang (1613 – 1688, 孝莊文皇后, Xiaozhuang), la Gran Emperatriz Viuda, ordenó la preparación de una copia del Sutra Dragón en la escritura de la Región Occidental (Tíbet) en tinta dorada sobre papel azul cobalto con incrustaciones de gemas. La gran emperatriz Hsiaochuang, cuyo nombre original era Borjigit Bumbutai, del clan de los korchines de Mongolia, fue la madre del primer emperador de la dinastía Ching, Hsunchih (1638 – 1661, 順治, Shunzhi ) y abuela del emperador Kanghsi.

Apoyada por el Emperador, que era su joven nieto, la Emperatriz pudo sobreponerse a todas las opiniones contrarias, así como superar los obstáculos y dificultades relacionados con los artistas y calígrafos, el financiamiento de la magna obra y los recursos materiales necesarios. Con la fuerte asistencia de su clan familiar, los poderosos mongoles korchines, tomó dos años en terminar el monumental proyecto.

Al culminar la obra, ocupó un total de 108 cajas, con más de 50 mil hojas escritas con una mezcla saturada de oro en polvo fino con tinta clara. Cada caja que contiene las partes del Sutra Dragón tiene una tapa y contratapa de madera preciosa suntuosamente decorada. Cada tapa y contratapa está decorada con budas y símbolos mántricos pintados con mucho detalle y colorido. En total, 756 budas decoran exquisita y elegantemente los paneles de madera, impartiendo a la obra un aire imperial y solemne.

Esta monumental obra fue reproducida en varias copias, siendo la más exquisita aquélla que se guardó en los palacios de la Ciudad Prohibida en Pekín. Del total de 108 cajas o volúmenes de la copia de Pekín, doce se encuentran actualmente en el NPM en Taipei. El resto, se encuentra dentro de la colección del museo homólogo en Pekín.

En 1987, el NPM inició un proyecto para fotografiar y digitalizar la obra, que tardó siete años en completarse por lo voluminoso de la misma. En 2006, el museo publicó Ilustraciones del Sutra Dragón tibetano, en dos volúmenes. Después de tres años de intenso esfuerzo investigativo y de clasificación, una obra final fue finalmente publicada a inicios de 2011.

Junto con la presentación de El Sutra Dragón tibetano: el gran tesoro de escrituras budistas en el Museo Nacional del Palacio, el NPM inauguró recientemente una exhibición de los volúmenes de la magnífica obra en su colección. La muestra, que estará abierta al público hasta el 22 de julio del presente año, permite que los visitantes tengan la rara oportunidad de ver los extraordinarios manuscritos de este tesoro del Dharma.

La exposición está dividida en dos secciones. Junto con las muestras de las seis partes del Sutra y sus accesorios de empaque y montura, también se exhiben dos sutras adicionales. En primer lugar, se encuentra el Sutra Bkav vgyur, un manuscrito tibetano en tinta dorada. También se encuentra una copia del Tripitaka impreso en manchuriano en tinta bermeja, que fue comisionada por el emperador Chienlung (1711 – 1799, 乾隆, Qianlong), que fue fiel seguidor durante toda su vida de las enseñanzas de su abuelo, el emperador Kanghsi.

Con el fin de proteger el sagrado contenido de las escrituras, aparte de las tapas y contratapas lujosamente decoradas, cada volumen del Sutra viene custodiado con pequeñas cortinas en cinco colores —azul, rojo, blanco, amarillo y verde— exquisitamente bordadas.

Bajo la supervisión del Departamento de la Casa Imperial, dos grupos de artesanos se encargaron del proyecto de recopilación. En primer lugar, un total de 117 monjes tuvieron a su cargo la transcripción de las escrituras. Por otro lado, un equipo de artesanos civiles se encargaba de suministrar los materiales necesarios para realizar la obra, así como de la seguridad y los aspectos de la vida diaria de los escribanos religiosos.

Siguiendo el ejemplo de su abuelo, el emperador Chienlung quiso dejar una obra que por su grandiosidad causara admiración y sensación en la posteridad. Para lograr esa hazaña, optó por comisionar una copia del Sutra Bkav vgyur en escritura tibetana en oro, que pasó a ser parte de la Colección Imperial de la Dinastía Ching.

Bkav vgyur significa en tibetano las palabras de Buda, y es la colección completa de todas las enseñanzas y leyes impartidas por Sakyamuni. En términos generales, el Sutra Bkav vgyur es ligeramente más pequeño en tamaño que el Sutra Dragón comisionado por el emperador Kanghsi. Sin embargo, tiene el mismo formato de encuadernación que este último.

 

El Sutra Bkav vgyur en escritura tibetana de oro. Obra comisionada por el emperador Chienlung para la Colección Imperial. 28,4 x 75,7 cm.

Este tipo particular de encuadernación se conoce como “hoja de palmera”, debido a que asemeja a los antiguos tratados sobre budismo en India, que eran tradicionalmente escritos en pequeñas planchas de hoja de palmera, y colocadas posteriormente una sobre otra para ser protegidas entre dos tablas de madera. Aunque las escrituras budistas en China se escribieron posteriormente sobre papel, se siguió usando este método de encuadernación, razón por la cual lleva ese nombre.

El Sutra Bkav vgyur fue escrito sobre papel de color azul cobalto, y cada tomo está cubierto por una tapa y contratapa de madera. El conjunto se envuelve en una tela de sutra de color naranja y amarrada con una soga de seda. Todo el paquete se vuelve a envolver en un manto de seda blanca y protegido por otro par de tablas de madera laqueada en rojo de tamaño ligeramente mayor a la tapa y contratapa. A su vez, este nuevo bulto es envuelto en un manto de sutra hecho de algodón amarrado por una larga cinta gruesa de seda. Finalmente, todo el bulto completo del manuscrito es protegido en una gruesa frazada rellena de algodón para protegerlo totalmente.

En un esfuerzo por pacificar a los mongoles y tibetanos, los manchúes adoptaron el budismo tibetano como parte de su política étnica. Para 1772, ya se había publicado el Tripitaka en chino, mongol y tibetano. Sin embargo, no existía una versión en lengua manchú. Por esa razón, el emperador Chienlung ordenó la creación de la Oficina para Escrituras en Manchú dentro del Departamento de la Casa Imperial.

La Oficina tuvo a su cargo la traducción, grabado en madera e impresión de la edición en manchú del Tripitaka. La obra se terminó de traducir en 1790, y se tardó otros cuatro años en grabar e imprimir el total de 108 cajas o volúmenes de las sagradas escrituras.

Un total de doce copias fueron impresas en tinta de color rojo bermejo, en ambas caras. Tales copias fueron repartidas a varios sitios estratégicos del Imperio para ser preservados. En la actualidad, sólo quedan dos copias de esta edición original personalmente supervisada por el Emperador. Una de las copias se encuentra en la Sala Sa-gsum Lha-khang del Palacio Potala, en Lhasa, Tíbet. La otra se encuentra guardada en dos porciones, 32 cajas o volúmenes en el NPM y 76 cajas en el Museo del Palacio en Pekín.

La versión en manchú del Tripitaka está compuesta por las porciones del Mdo sna tshogs o Sutrapitaka y el Vdul ba o Vinayapitaka, traducidos de la versión en chino. No se encuentra la parte correspondiente al Abhidharmapitaka.

Está de más decir que el Sutra Dragón posee un enorme valor académico, no sólo por su contenido, sino también por la estética, los materiales usados en su confección y el legado espiritual que transmiten sus enseñanzas. Sobresalen en la obra las 756 imágenes de budas, que ilustran profusamente bodhisattvas, dharmapalas, patriarcas y arhats de la tradición budista.

Siendo una extraordinaria obra maestra lograda a través del esfuerzo conjunto de los mejores pintores de la corte, así como excelentes calígrafos chinos y manchúes, el Sutra Dragón no sólo ofrece una apreciación visual de los mejores ejemplos de pinturas de imágenes del budismo tibetano, sino que también es una rica fuente para el estudio de la pintura palaciega de inicios de la dinastía Ching.

Texto y fotos de Luis M. Chong L.

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