Taiwan Today

CHENG MAN-CHING comenzó a estudiar pintura a los diez años. A los 20 enseñaba en dos colegios de artes en Peiping. Sus pinturas, especialmente de flores, le dieron renombre de artista. En medio del éxito, se dedicó al estudio de la medicina china, haciendo de la pintura solo un pasatiempo. Habilitado para la práctica, abrió su consultorio. En busca de métodos de mantenerse en buen estado de salud, comenzó el estudio del boxeo chino llamado TAI CHI CHUAN. En Nueva York enseñó el arte del boxeo chino a numerosos extranjeros. Profunda respiración abdominal y flexibilidad de los músculos disponen a una actitud mental de paz y serenidad y producen en el experto una asombrosa capacidad de resistencia física. Sin dar un solo golpe, CHENG MAN-CHING ha superado adversarios 40 años más jóvenes. Hoy, a los 70 años, CHENG pinta y practica el Tai Chi. Seriamente enfermo de tuberculosis durante su juventud CHENG atribuye su curación no a la medicina sino a la práctica del Tai Chi. La pintura de la naturaleza también contribuye a inducir esa disposición de bienestar mental que influye poderosamente en su estado físico.