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Lenguas aborígenes de Taiwan en peligro de extinción

16/11/2012
La transmisión de las tradiciones en las familias aborígenes podría asegurar la subsistencia de las lenguas aborígenes.(Fotos de Chang Su-ching)

Los yamis (雅美族) son un grupo de aborígenes que viven en la pequeña Lanyu o Isla de las Orquídeas, y son lingüística y culturalmente más afines a los ivatanes de las islas Batanes, ubicadas al norte de las Filipinas. A pesar de que la isla se encuentra próxima a la costa oriental de Taiwan, los yamis, conocidos también como tao (達悟族), no están muy relacionados con las otras tribus aborígenes que residen en la isla principal.

Su nombre genérico, tao, significa “persona” o “ser humano” en la lengua de la diminuta tribu; y tiene el mismo significado en las lenguas filipinas. Los yamis o tao se mantienen básicamente de la agricultura de subsistencia y la pesca; siendo excelentes constructores de canoas, que constituyen un símbolo de su etnia.

Sin embargo, la idílica Isla de las Orquídeas se enfrenta a una triste realidad. Los pocos pobladores nativos de la misma se encuentran ahora en una dura batalla para evitar la extinción de la lengua nativa de los tao.

Liao Hui-ling, de 37 años de edad, es la única enfermera en la isla que es aborigen y siente gran preocupación por la pérdida de su lengua nativa. Su nombre real es Sinan Matopush, y al dirigirse a los turistas extranjeros, prefiere usar su pseudómimo en inglés: Teresa. El uso de tres nombres refleja una triste realidad a que se enfrentan la mayoría de los jóvenes aborígenes en Taiwan.

 

Muchas personas que hablan en forma fluida alguna lengua aborigen generalmente tienen más de 50 años de edad, ¿cuán cierto será que “una vez que se hayan ido, se habrá ido la lengua”?.

Liao confiesa que puede hablar su lengua nativa, el yami, pero que no lo habla bien. Incluso revela que habla mejor inglés que el yami. No obstante, ella considera que la influencia del mandarín constituye la mayor amenaza en la extinción de las lenguas aborígenes. “Los niños aprenden mandarín en la escuela. Luego, estudian con textos en chino y a la hora de tratar con los funcionarios, hay que hablar en chino. ¿Cómo podrá mi lengua llegar a la próxima generación de esta manera?”, señala con preocupación.

De hecho, todas las lenguas aborígenes en Taiwan se enfrentan a la grave amenaza de la desaparición. Oficialmente, se reconocen 14 grupos aborígenes, cuyos idiomas y dialectos se encuentran en un grave peligro de desaparecer.

En 2009, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, siglas en inglés) realizó una evaluación de las 24 lenguas aborígenes en Taiwan, descubriendo que nueve de ellas ya han desaparecido. En grave peligro de extinción se encuentran las lenguas que hablan las comunidades aborígenes de la costa occidental de la isla, incluyendo los idiomas de los grupos Siraya y Babuza, cuyos integrantes han pasado por un fuerte proceso de asimilación étnico-cultural en los últimos dos siglos.

Otros seis idiomas, incluyendo el kavalan que se habla en el oriental distrito de Hualien, y el thao de pequeños poblados que viven en las montañas del distrito de Nantou, han sido clasificados como en peligro crítico de extinción. Por ejemplo, en algunos idiomas aborígenes, sólo quedan unas docenas de personas que los hablan,

Incluso algunas de las lenguas aborígenes numéricamente más fuertes, como la de los amis, atayal, paiwan y puyuma, han sido clasificadas como “vulnerables” en el informe de la UNESCO. Estos grupos étnicos están presenciando una rápida pérdida de la lengua en los jóvenes, que tienden a concentrarse en el aprendizaje de las lenguas de los chinos han que habitan en los sitios urbanos más cercanos.

 

 Incluso algunas de las lenguas de tribus con gran población como los amis, han sido clasificadas como “vulnerables” en un informe de la UNESCO.

“Existe una idea de la identidad y etnicidad de una persona en su lenguaje”, revela Apay Yuki, miembro de la tribu taroko, que habla truku, la lengua de dicha tribu. Yuki es profesora asistente del Departamento de Lenguas Indígenas de la Universidad Nacional Dong Hwa y recientemente retornó a su tierra natal para realizar investigaciones sobre su lengua nativa.

En sus estudios, ha descubierto realidades muy alarmantes. Según ella, el truku está sufriendo muy serios daños. Las personas que hablan truku en forma fluida generalmente tienen más de 50 años de edad, y “una vez que se hayan ido, se habrá ido la lengua”, afirma con desesperación.

Aparte de los problemas del pasado, tales como la ocupación forzosa de la isla por los japoneses y el estado de emergencia que existió durante los años cincuenta y sesenta, la ola migratoria de aborígenes hacia los centros urbanos en búsqueda de mejores oportunidades de estudio y trabajo; así como una pérdida del valor hacia las lenguas locales, están dando un doble golpe a la existencia de esos idiomas ya fuertemente debilitados.

Yuki se lamenta que la política gubernamental de dar prioridad a la enseñanza de las lenguas aborígenes ha fracasado. Una clase de 50 minutos por semana en una lengua aborigen, muchas veces dada por una persona que no es hablante nativo, no es suficiente. El esfuerzo y los fondos que usa el Gobierno en este sentido son una simple pérdida de tiempo y dinero, agrega.

 

Al carecer de escritura, los diseños en los vestidos y adornos de la tribu paiwan son instrumentos esenciales en la transmisión del pensamiento tribal.

Según Yuki, es menester investigar primero cuál es la razón de fondo por la que la gente no quiere aprender su lengua nativa. Según la investigadora, es menester adoptar un enfoque de abajo hacia arriba; es decir, inculcar el sentimiento de que reaprender una lengua nativa identifica a uno con su familia, hace que uno tenga un sentimiento de pertenencia, y que se sienta orgulloso de ello.

El esfuerzo por preservar las lenguas aborígenes se ha convertido en algo mucho más urgente en el mundo entero. Diversos estudios han concluido que para fines del presente siglo, habrán muerto la mitad de la lenguas que se hablan en el mundo ahora.

Algunos autores consideran ésto como algo natural, un simple fenómeno inevitable dentro de la tesis del “darwinismo social”. Pero Liao considera que “cada tribu tiene una lengua y es una forma de conectar las viejas y nuevas generaciones. ¿Cómo subsistirán nuestras ceremonias, si ya no hablamos nuestro lenguaje?”.

Chiu Wen-lung, funcionario del Consejo para los Asuntos Aborígenes, opina que la enseñanza de las lenguas aborígenes de Taiwan constituye una misión “formidable”. Chiu, quien está a cargo de la Sección de Lenguas del Consejo, indica que una clave fundamental que explica el paulatino declive de las lenguas aborígenes es que existen “muy limitados sitios donde se puedan hablar las lenguas aborígenes”. A ésto, hay que agregar una prohibición en el uso de dialectos locales que estuvo en vigencia por casi sesenta años. La orden, cuya meta era afianzar el uso del mandarín como lingua franca en el país, en alguna medida, desalentó el aprendizaje de las lenguas nativas.

Sin embargo, Chiu considera que aún existen esperanzas para una final resucitación de las lenguas aborígenes. En 2001, el Consejo inauguró el Examen de Certificación en Destreza Lingüística Aborigen, como un instrumento para frenar la extinción de estas lenguas.

Por otro lado, ya se ha incluido la enseñanza de las lenguas aborígenes en el currículo escolar, especialmente en aquellos distritos donde viven grandes grupos de aborígenes.

Texto de Luis M. Chong L.

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