Taiwan Today

Se desconoce la fecha exacta en que los palillos se utilizaron por primera vez, pero podemos imaginar que debió ser poco después de que los chinos aprendieron a cocinar. Los pa­lillos no fueron el resultado de una inspiración momentánea sino que se desarrollaron progresivamente por necesidad de los chinos, en la antiguedad. Cuando descubrieron que los alimentos cocidos tenían un sabor delicioso comenzaron a asar sus piezas de caza, pero surgió un problema: la comida perdía su sabor si esperaban a que estuviera fría para comerla; pero caliente tampoco podían retirarla de las brasas sin quemarse las manos. Fue cuando comenzaron a utilizar varitas de árboles, como prototipo de los palillos. Los palillos se fabrican en di­ferentes materiales, como bambú, marfil, y hasta de piedras preciosas como jade y ámbar, y de plata. Los de bambú son los que se usan más comunmente. Los reyes y em­peradores chinos comían con palillos de plata o con palillos recubiertos de plata, no para hacer alarde de su riqueza, sino como medida de protección en caso que alguien intentara poner veneno en las comidas. Se creía que la presencia de veneno en un plato ennegrece­ría inmediatamente la plata. Hablando de protección, los aficionados a las películas de "Kungfu" chino seguramente se acordarán de una escena fa­miliar: un esgrimidor experto está comiendo - con palillos, na­turalmente -, la cabeza casi es­condida en su tazón. De repente levanta sus palillos y, sin levan­tar la cabeza siguiera, los usa para detener en pleno vuelo una daga afilada que aparente­mente venía dirigida a él. Tal hecho, de ser cierto, requiere una gran fuerza y hábil manejo de los palillos. También se usan palillos en un baile popular chino, que pre­cisamente se llama "la danza de los palillos", en el cual el baila­rín maneja diestramente un par de palillos en cada una de sus manos, y los hace sonar tal como lo hace una bailadora de flamenco con sus castañuelas. Usar palillos en lugar de te­nedores y cuchillos en la mesa, también revela una diferencia entre la cocina china y la occi­dental. En la cocina china cada manjar es cortado en lonchas, cubitos o trozos, o es preparado de forma tal que facilite el lle­varlo a la boca solo con un par de palillos, sin tener que partir nada. Además, sirviéndose de la mesa, el comensal puede con sus palillos gozar de todos los platos que le gusten - y evitar los que no le agraden. Otra ventaja que tiene el comer la comida china con palillos es que casi toda la grasa queda en el plato; con una cu­chara se llevaría uno todo a la boca. Los palillos también son con­venientes para escoger algunos bocados especiales y dárselos a los invitados. Años atrás, los anfitriones chinos, tan cono­cidos por su hospitalidad, utili­zaban sus propios palillos para poner una cantidad de comidas en el tazón del convidado, pero ahora utilizan los palillos de los mismos invitados o voltean sus palillos y usan los otros ex­tremos que están limpios para atender a su invitados. Precisamente para impedir que se transmitan algunas enfermedades contagiosas con los pa­lillos, o que éstos no se laven bien y queden sucios, es que se fabrican ahora los pallillos dese­chables. Conocidos como "pa­lillos higiénicos", cada par de palillos viene unido en el extremo superior. Se separan cuando se van a utilizar, y una vez separados, no hay manera de volverlos a unir. Esto ase­gura el estado higiénico de los palillos. Dicho sea de paso, esa clase de palillos desechables es una de las cosas que los habitantes de Taiwan siempre ponen en sus maletas cuando viajan, especialmente por China continental pues temen contraer hepatitis, enfermedad difundida en muchas grandes ciudades del continente. Aunque sencillos, los palillos tienen un gran significado para los chinos. La palabra "palillos" se pronuncia en chino del mismo modo que la expresión "tener un hijo pronto". De ahí la costumbre de poner dos pares de palillos en el ajuar de una novia además de dos ta­zones, entre otros artículos, ya que es augurio de que el matrimonio tendrá un hijo muy pronto. Igualmente, cuando una pareja ha estado casada por mucho tiempo, pero no logra tener un hijo, es costumbre de que vayan a hurtar palillos a la casa de un amigo o pariente durante la noche de la Fiesta de los Faroles (día 15 de la primera luna). Las "víctimas", que deben tener muchos hijos, serán informadas del "robo" por anticipado para que no se aparezcan en el momento del hecho. Los palillos también juegan un papel importante en los rituales en homenaje a los antepa­sados. Para que los antepasados gocen de las ofrendas de sacrifi­cio, varios pares de palillos, con el mismo número de tazones, serán colocados delante de las ofrendas. Finalmente, los palillos han sido utilizados como ejemplo de la importancia de la unión: Hubo una vez un padre que es­tando moribundo llamó a todos sus hijos a su lecho para pronun­ciar sus últimas palabras. Pidió que le trajeran unos palillos, y cogiendo uno en su mano tem­blorosa dijo: "¿Veis este pa­lillo? Mirad, puedo partirlo en dos muy fácilmente". Luego, cogió un manojo de palillos en su mano y preguntó: "¿Véis este manojo de palillos? No podría partirlos todos juntos, y estoy seguro de que nadie podrá hacerlo tampoco." "Esto os enseña que la unión hace la fuerza", concluyó el padre. "Quiero que todos vosotros os mantengáis unidos después de mi muerte, y así nadie os podrá derrotar."