03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Tiempos difíciles

01/09/2001
Las zonas de procesamiento de exportaciones tradicionales están cayendo silenciosamente. Si buscan la resurrección, tendrán que tomar serias cartas sobre su futuro rol.

as luces se mantenían encendidas toda la noche, y nos pedían trabajar tiempo adicional para que las líneas de ensamblaje continuaran funcionando a toda marcha”, recuerda Kuo Su-yun, quien trabajó durante más de veinte años en una de las zonas de exportaciones del sur de Taiwan. “Sin embargo, ahora las noches son oscuras y calladas. Algunas fábricas han cerrado o se han reubicado en el extranjero, y otras sólo ponen en marcha las líneas de ensamblaje un par de veces por semana”. La fábrica de electrónicos donde trabajaba fue una de las que fracasó. Cerró sin aviso el año pasado, y después de seis meses ella todavía no puede encontrar otro trabajo. “El Gobierno necesita inventar de inmediato maneras de revitalizar la economía local y estimular la apertura de trabajos”, dice, agregando que “de otra manera van a ocurrir serios problemas sociales”.

Varias estadísticas gubernamentales respaldan esta emotiva descripción de un sector industrial debilitado junto con un mercado de trabajo más reducido. El número de fábricas que cerraron durante los primeros cuatro meses de este año fue de 2.622, un 86 por ciento más que durante el mismo período del año pasado. En abril, la tasa de desempleo de la isla alcanzó el 3,96 por ciento, el nivel más alto en dieciséis años, con el número de desempleados en 385.000, principalmente por la pérdida de empleos en los sectores manufacturero, de la construcción, y comercial. Muchos estudiantes de colegios y universidades de Taiwan parecen preferir proseguir estudios superiores en lugar de buscar empleo.

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Los mayores precios de la tierra y la mano de obra están acelerando la partida de muchas industrias al extranjero.

A pesar de todo, las compañías aún están contratando personal, y por supuesto estas cifras deben verse desde una perspectiva global: la tasa de desempleo en Alemania llegó cerca del 10 por ciento el año pasado, seguida no muy lejos de Francia y Canadá con el 9,7 y el 7 por ciento respectivamente. Incluso Estados Unidos está frente a una tasa de desempleo proyectada del 4,5 por ciento. El Fondo Monetario Internacional ha ajustado negativamente su pronóstico de la tasa de crecimiento económico global para el 2001 al 3,2 por ciento, de la tasa previa de 4,8 por ciento. Las cifras correspondientes para Estados Unidos y Europa, los dos principales mercados de exportación de Taiwan, se han reducido del 5 por ciento y 3,4 por ciento, al 1,5 por ciento y 2,4 por ciento respectivamente. Esta es una tendencia global, y no sólo un problema a nivel local. Además, la economía de Taiwan continúa creciendo, aunque a un ritmo más lento. En el primer trimestre de este año, fue de apenas poco más del 1 por ciento, el índice más bajo en un cuarto de siglo, según la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas.

“Los tiempos difíciles están llegando”, advirtió Lien Chan, presidente del partido de la oposición Kuomintang (KMT), y su pronóstico pesimista es compartido por muchos, tanto en la isla como en el extranjero. La crisis en el sistema bancario de la isla que fue predicha por The Economist el año pasado, no se materializó, pero los financieros extranjeros siguen atentos, y en la isla siguen surgiendo muchos conflictos. Para la mayoría de los analistas, dos preguntas necesitan ser respondidas. ¿Hay que culpar al gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) por los problemas económicos actuales de Taiwan, o existen otros factores? Y lo más importante, ¿qué se necesita hacer para mantener Taiwan a flote?

Hay quienes creen que el desempeño de la administración de Chen no ha sido muy brillante. Algunos críticos llegan al punto de culpar al Gabinete por todo lo que ha salido mal en la economía, y quisieran cambiar la administración existente. Observadores menos duros indican que tales prolongados esfuerzos políticos servirán solamente para agravar la insatisfacción del público y deteriorar la confianza de los inversionistas. Pero, ¿qué piensa la gente ordinaria?

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“No a los despidos ni a las reducciones de salario; sí a los trabajos y a la estabilidad”, dice esta pancarta de protesta en una marcha durante el Día del Trabajador. Pero con el aumento del desempleo en más del 4 por ciento, podría representar el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.

Entre la generación más joven, Amy Huang es quizás un ejemplo típico. Huang, estudiante universitaria, fue una de varios miles de participantes que realizaron una marcha el Día del Trabajador para solicitar que el Gobierno tomara medidas inmediatas para mejorar las condiciones económicas domésticas. “Tenía muchas esperanzas en este nuevo gobierno”, dice. “Pero estoy desilusionada porque no ha podido resolver efectivamente los problemas, en especial el del aumento del desempleo. Aunque la nueva administración no es la única culpable. Algunos legisladores tratan de sacar ventaja del Gobierno, boicoteando la revisión de los proyectos de ley, lo que dificulta implementar las políticas”.

Aunque Huang no se refiere a ello, otros argumentos se centran en la “herencia” del gobierno de Chen. Esto atribuye gran parte de las debilidades e incertidumbres presentes a la anterior administración del KMT, que fue famosa por la economía de amigotes y el apoyo con préstamos bancarios cuantiosos que eran simplemente una manera de encubrir el lavado de dinero.

Richard Vuylsteke, director ejecutivo de la Cámara Americana de Comercio (AmCham, siglas en inglés) en Taipei, atribuye los problemas económicos de Taiwan a una combinación de la burbuja del mercado de valores que reventó repentinamente, la transformación de la estructura industrial doméstica, y el impacto de la depresión económica global. Todo esto, sumado a la tendencia —ya muy familiar— hacia la globalización, le sigue inevitablemente la reducción y el desempleo. “Independientemente de quien fuera elegido el año pasado, iba a enfrentar los mismos asuntos, algunos internacionales, otros heredados, y ellos no son culpa del presidente Chen Shui-bian”, dice Vuylsteke. Wu Hui-lin, investigador en la Institución para la Investigación Económica Chung Hwa (CIER, siglas en inglés), está de acuerdo con él. “Nuestros problemas económicos vinieron en secuencia, y no juntos. No comenzaron a ocurrir después que el PDP asumió el poder”.

No hay dudas de que continuará el debate sobre a quién achacarle la culpa, pero el ciudadano común está mucho más preocupado por lo que se está haciendo para arreglar los problemas. Ellos saben que no pasará nada si no se hace un esfuerzo serio para resolver el problema. Taiwan ha perdido su antiguo rol, y todavía está buscando uno nuevo. “El problema principal de hoy es que originalmente, durante treinta años, fuimos manufactureros de equipos originales. Eso es mucho tiempo”, dice Joseph Chou, director general de la Administración de la Zona de Procesamiento Económico del Ministerio de Asuntos Económicos. “Con el continuo aumento del costo de la mano de obra y la tierra, así como los mayores problemas ambientales, Taiwan necesita cambiar su rol”.

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El Gobierno anunció recientemente planes para invertir dinero en la biotecnología y ofrecer exenciones tributarias a los inversionistas en el campo.

Según Chou, si Taiwan quiere mantener su competitividad debe centrarse en la investigación y desarrollo, diseño, productos con marca propia, mercadeo, y suministro de componentes claves. “Taiwan tendrá que aprender cómo sacar dinero de la sabiduría y el conocimiento, y no del procesamiento de productos”, predice, y de hecho, eso ha sido el principal objetivo político del Gobierno durante el pasado año desde que el presidente Chen Shui-bian asumió el cargo.

Incluso durante su discurso de toma de posesión el 20 de mayo de 2000, el Presidente describió la dirección futura del desarrollo económico de Taiwan. “Frente al impacto de las cambiantes tecnologías de la información y la liberalización comercial, Taiwan debe dirigirse hacia la economía basada en el conocimiento”, dice. “Las industrias de alta tecnología necesitan ser constantemente innovadoras, mientras que las tradicionales deben transformarse y mejorarse”.

Hay consenso general en cuanto a que la isla debe convertirse en un centro de investigación y desarrollo de valor agregado y de más alta calidad, o de lo contrario fracasará. El reto es saber cómo hacerlo. En agosto del año pasado el Gobierno aprobó el “Plan para desarrollar una economía basada en el conocimiento en Taiwan”, que es limitada en términos generales pero sirve para identificar las siguientes metas: establecer mecanismos para animar la innovación y promover las nuevas empresas, promover la aplicación de tecnología de la información e Internet, y ofrecer la infraestructura necesaria para apoyar el desarrollo de las industrias de conocimientos intensivos.

La realidad básica del empuje de Taiwan para convertirse en una isla del silicio verde es más difícil de hallar.Chen Po-chih, presidente del Consejo para la Planificación y Desarrollo Económicos (CEPD, siglas en inglés), mantiene que ya han sido formuladas cincuenta y siete medidas, y se invertirá un promedio de NT$36.300 millones (US$1.100 millones) en ellas durante los próximos cinco años. “El futuro pertenece a las economías basadas en el conocimiento y en la tecnología”, dice, admitiendo la necesidad del Gobierno de asistir en los campos de biotecnología, multimedios de Internet, comunicaciones sin cable, y farmacéuticos. “Durante el pasado año, hemos formulado muchos planes y no se trata de medidas a corto plazo, sino objetivos a largo plazo”.

A pesar de estas afirmaciones, poca gente podría decir que comprende los detalles de la política económica del Gabinete. La comunidad empresarial extranjera de Taiwan, en particular, ha estado presionando desde hace mucho tiempo por políticas económicas detalladas y claras, y prioridades, preferiblemente después de que el Gobierno consultara con aquellos afectados más profundamente. “Se ha llegado a un acuerdo general en cuanto a que la administración de Chen ha ideado muchas iniciativas buenas para el desarrollo de Taiwan, pero el problema es cómo llevarlas a cabo”, dice Richard Vuylsteke, de AmCham. “Tenemos problemas para encontrar los detalles de los planes económicos del Gobierno, y por ello, no podemos evaluarlos adecuadamente”.

Opiniones similares fueron expresadas por los presidentes de 1.000 compañías principales de Taiwan en una encuesta realizada a principios de este año por la revista mensual local, Common Wealth. Aproximadamente el 77 por ciento de los encuestados instaron al Gobierno a buscar una política económica práctica y concreta, mientras que el 63 por ciento quería ver la eficiencia mejorada como una de las principales metas de la administración.

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La comunidad empresarial desea que el Gobierno acelere el establecimiento de los lazos directos con China continental, advirtiendo que de lo contrario Taiwan quedará marginada.

ero, sin duda, son los expatriados quienes llevan las riendas aquí. En su Libro Blanco del 2001, AmCham enfatiza que las reformas, particularmente la liberalización, debería realizarse de modo que estimule la eficiencia operacional y atraiga más inversión extranjera. “El ambiente reglamentario de Taiwan ha restringido el desarrollo de muchas de sus industrias”, indica Vuylsteke. “Para estimular su competitividad global, así como para darle acceso a los consumidores locales a la amplia gama de productos y servicios de alto nivel, Taiwan necesita perfeccionar y mejorar drásticamente los procedimientos legales, y crear un campo de juego adecuado para que las empresas extranjeras operen aquí”.

¿Por ejemplo? El cita la cantidad de tiempo y dinero excesivos que se necesitan para registrar una compañía en Taiwan. “Nos gustaría ver el establecimiento de un servicio de una sola ventanilla”, dice Vuylsteke. “A largo plazo, si aquí se continúa ejerciendo el proteccionismo, Taiwan no va a ser un jugador importante en los mercados mundiales”.

Wu Hui-lin, de CIER, expresa preocupaciones similares. “La raíz de nuestros problemas económicos actuales se basa en la implementación de políticas reglamentarias”, dice. “En comparación, la razón por la que Taiwan disfrutó de un rápido desarrollo durante los años sesenta y setenta fue porque actuó más rápido que sus competidores al abrir nuevos mercados”. Pero luego, en los años ochenta, apareció el proteccionismo nuevamente. “La única manera de que Taiwan sobreviva es si se abre”, dice Wu. “Todo depende de los mecanismos del mercado, sin intervención o cierta protección gubernamental”.

Lin Yi-fu, viceministro político del Ministerio de Asuntos Económicos (MOEA, siglas en inglés) está en general de acuerdo con ésto, aunque él menciona una dificultad. “La flexibilización de las reglamentaciones que impiden la competencia justa es uno de nuestros principales objetivos”, dice. “Pero para progresar, necesitamos la cooperación del Legislativo”. Sin embargo, dada la actitud obstructora hasta ahora adoptada por los legisladores, podría ser más fácil decirlo que hacerlo, por lo menos hasta que hayan concluido las elecciones de fin de año.

Una vez que el Legislativo sea electo, sin embargo, el MOEA tiene mucho material que considerar. El Gabinete comenzó estableciendo un comité para revisar la organización de la estructura legal de la isla. Dieciocho representantes del Gobierno, el sector comercial y el académico fueron reunidos para trabajar junto con los departamentos administrativos a fin de eliminar las reglamentaciones opresivas. Siguiendo su recomendación, el MOEA completó revisiones de las leyes que afectan la apertura de los sectores de la electricidad y el petróleo a la empresa privada, el registro de compañías, la contratación de expertos del extranjero, y la zonificación de la tierra.

La mayoría de éstos ya han sido enviados al Legislativo para su aprobación, y algunas revisiones son minuciosamente detalladas. Por ejemplo, los proyectos de enmienda a la Ley de Compañías de la isla afecta un total de 214 artículos. Entre los cambios propuestos están que las licencias y permisos de las compañías sean eliminados, los procedimientos para la revisión de la categorización de las empresas sea simplificado, y que la escala temporal para la autorización de fusiones corporativas sea acortada. También existe un montón de alteraciones menores que afectan asuntos que van desde la separación de compañías hasta las deudas topes.

En cuanto a las demoras para registrar nuevas empresas, el MOEA realizó recientemente una prueba de registro de una sóla ventanilla y de los centros de solicitud en catorce parques industriales. En consecuencia, ahora es posible obtener permiso para comenzar una nueva empresa en noventa días, una marcada diferencia con los 131 que se necesitaban antes. A partir del 1 de julio, los mismos procedimientos se hallarán disponibles en todas las cincuenta y dos zonas industriales de Taiwan.

El Ministerio pretende resolver algunas fuentes eternas de quejas, mejorando sus comunicaciones con la comunidad empresarial a través de seminarios y reuniones-desayuno. “Ahora estamos en una etapa de sembrar muchas semillas”, dice Lin. “Puede que no produzcan resultados inmediatos, pero están dirigidas a beneficiar el desarrollo económico a largo plazo de Taiwan”.

El sector de servicios financieros tampoco se ha escapado de este escrutinio. El Ministerio de Finanzas ha iniciado una serie de reformas para tratar el omnipresente problema de préstamos bancarios que no devengan interés, ayudar a reestructurar las empresas en quiebra, y mejorar los procedimientos de supervisión, mientras se estimula a las instituciones financieras a ponerse en orden mediante las fusiones, la diversificación de servicios financieros, y la búsqueda de economías de escala. La Ley de Bancos y la Ley para la Fusión de las Instituciones Financieras serán revisadas, y se prepara una nueva importante reglamentación, incluyendo la Ley para las Compañías Holding Financieras y la ley orgánica que regula la Comisión para la Supervisión y el Control Financiero.

En vista de que el Gobierno ha tenido muchas buenas ideas para transformar la economía debilitada, ¿cuáles son las perspectivas de implementarlas a tiempo de evitar el desastre? Lai Shyh-bao, legislador del Partido Nuevo, un partido de la oposición, admite que el Gabinete está trabajando duro para formular medidas pertinentes, pero también señala que el tiempo es corto y hasta ahora el progreso ha sido lento. “El Gobierno ha celebrado varias reuniones para solicitar la opinión de los diferentes sectores, y saber exactamente lo que hay que hacer”, dice. “Pero hay muchos obstáculos en el camino. Entre ellos, la falta de apoyo estable en el Legislativo, y la escasez de personal calificado en el Gobierno con las destrezas financieras y económicas necesarias”.

Una iniciativa que genera cierta controversia es la propuesta del Gobierno para salir del problema, invirtiendo NT$810.000 millones (US$23.800 millones) en una serie de proyectos de infraestructura pública. Este proyecto ambicioso impulsará los sistemas de transporte, servicio público, preservación ambiental y cultural, así como también ofrecerá nuevas escuelas e instalaciones industriales. Algunos proyectos que fueron planeados originalmente para ser puestos en marcha en 2002, están siendo apurados con la esperanza de impulsar el crecimiento. Como otra medida para combatir el desempleo, el Consejo de Asuntos Laborales ha prohibido contratar obreros extranjeros a las compañías con contratos para proyectos de infraestructura, y ha realizado ferias del trabajo y cursos de formación vocacional con el fin de ayudar a la gente a encontrar trabajo. El primer ministro Chang Chun-hsiung ha ordenado informes de progreso que deben presentarse en las reuniones semanales del Gabinete.

“A corto plazo, se planea que estos proyectos de infraestructura a gran escala estimulen el consumo doméstico, creando 100.000 oportunidades de trabajo para mejorar el actual problema de desempleo”, dice Chen Po-chih, presidente del CEPD. “A largo plazo, el plan mejorará los estándares de vida de Taiwan, fortalecerá sus bases económicas, y mejorará su clima de inversión”.

El problema es saber dónde encontrar el dinero efectivo. El Gabinete tiene problemas para lograr la aprobación de las más mundanas propuestas de presupuesto a través del hostil cuerpo legislativo. Recientemente, ha acordado pagar mucho dinero para mejorar las capacidades defensivas de la isla, y aún no se sabe si el llamado que se hizo al tesoro para obtener el monto necesario con el fin de financiar estos proyectos de infraestructura, recibirá una respuesta positiva.

n resultado de la economía deteriorante es que el Gabinete ya no puede diferir la decisión de flexibilizar o no la inversión en China continental. Muchos industrialistas están instando al Gobierno a flexibilizar las reglas como un asunto muy urgente. AmCham está también instando los enlaces directos con China continental, indicando que así la economía de Taiwan se beneficiaría, atrayendo más capital extranjero. Al mismo tiempo, los críticos advierten que de lo contrario, Taiwan podría quedar marginada. “Para las empresas multinacionales, Taiwan no es el último mercado”, indica el legislador Lai Shyh-bao. “La razón principal por la que están aquí es para usar Taiwan como un trampolín hacia el vasto mercado de China continental”.

El presidente Chen ha enfatizado que habían buenas razones históricas para la política “ir lento, ser paciente” del Gobierno de la República de China en cuanto a China, incluyendo los asuntos de seguridad que todavía necesitan tratarse. Pero él ha aceptado en principio que la política debe ser modificada, en cuanto a que las inversiones continentales son un enlace necesario en las estrategias empresariales globales contemporáneas. Por lo tanto, ha solicitado al Gabinete que se logre un equilibrio entre la “apertura activa” y la “administración efectiva”.

Mirando el futuro, el Presidente también ha indicado que, en una medida para romper el actual estancamiento político, él estará preparado para formar un gobierno de coalición a través de negociaciones entre partidos, una vez que la composición nueva del Legislativo se haya determinado en diciembre. La mayoría de los analistas están de acuerdo en que ningún partido va a asegurar la mayoría, por lo que formar una coalición parece la única solución si se van a aprobar leyes que tengan un impacto en la vida de los ciudadanos, la economía y el bienestar social.

Pero sobre todo, el presidente Chen está haciendo un llamado a la cooperación nacional. “A largo plazo, Taiwan enfrenta menor crecimiento económico y mayor desempleo. Es una guerra que Taiwan debe luchar”, señala. “Pero las agencias administrativas no pueden lucharla por sí solas. Sólo con la sabiduría del sector privado, y de los partidos gobernantes y de la oposición, será posible que Taiwan gane”.

Dado el clima económico desfavorable en Taiwan y en el extranjero, la isla enfrenta una difícil batalla. ¿Cuáles son las perspectivas para el futuro? “El tiempo es corto, pero tengo mucho optimismo sobre el futuro económico de Taiwan”, concluye Richard Vuylsteke, de AmCham. “La línea final es que debe haber una planificación económica clara, real y sólida, y que los partidos políticos deben resolver sus diferencias y trabajar unidos para el pueblo”. Quizás sólo el tiempo pueda decir qué tan efectivamente trabajan los taiwaneses por el bien público.

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