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Cambio de manos

01/12/2007

Los programas de televisión de títeres de mano llaman la atención de los televidentes jóvenes con su iluminación y efectos especiales llamativos; sin embargo, las tardes cuando se veían espectáculos de títeres en vivo en los patios de los templos locales, sigue siendo uno de los recuerdos más añorados de la niñez de muchos adultos, particularmente aquellos cincuentones o de más edad.

Ningún arte folklórico permanece intacto, y el drama de títeres de mano no es una excepción. Aún cuando la naturaleza de los títeres de mano se ha mantenido constante desde sus inicios a mediados del Siglo XVII en China, ha pasado por cambios significativos en cuanto al tipo de historia, estilo de narración y acompañamiento musical. La construcción física de los títeres también ha cambiado. Chen Yi-si, el líder de la tercera generación de Chang Yi Yuan, un grupo establecido en Changhua en los años treinta, explica que los títeres clásicos que trajeron los primeros inmigrantes a Taiwan medían 26,5 centímetros de alto, y tenían proporciones “normales” para que pudiesen moverse con una mano. La longitud de las piernas de los títeres, por ejemplo, es crucial para que el titiritero los pueda hacer “caminar” de manera apropiada.

En los años cincuenta, para que la gente de las filas traseras pudiera ver bien, algunos grupos comenzaron a emplear títeres con cabezas más grandes, mientras que el tamaño del resto del cuerpo seguía igual para garantizar la manipulación efectiva. Los títeres también crecieron cuando llegaron exitosamente a la televisión en los años sesenta. “Para atraer televidentes, cada grupo comenzó a usar cabezas grandes”, dice Chen. “Los clásicos se convirtieron en juguetes para niños, se guardaron en los áticos o se dejaron perder”.

Restaurar y manipular

El cambio preocupó a algunos titiriteros puristas. En 1985, algunos intelectuales formaron una fundación llamada la Sociedad Seden para que los títeres tradicionales no fueran sacados totalmente de la escena. Una de las prioridades de la fundación fue recolectar y preservar los títeres clásicos antes de que se perdieran para siempre. Logró recolectar varios centenares; sin embargo, la mayoría necesitó reparaciones mayores.

Cambio de manos

Guan Yu, el dios de la guerra, con el rostro pintado de color rosa, envez del comúnmente reconocido color rojo.

Se solicitó a Chen encargarse de esta tarea. El explica que los grupos de títeres grandes solían tener sus propios artesanos y la mayoría de los titiriteros conocían algunas técnicas, así que los días que no había actuaciones, se pasaban construyendo o reparando títeres. Como Chen creció en un grupo, era simplemente natural que conociera todos los aspectos del arte de los títeres. Cuando la Sociedad Seden contactó a Chen, él ya era un comerciante de té, pieles y arroz. Aunque también era el líder del grupo de títeres de la familia, y tenía un taller llamado Arte Clásico de los Títeres Chang Yi Fang donde fabricaba títeres. Actuar y hacer títeres es algo aparte de la vida cotidiana. “El grupo actuaba cien días al año como máximo, y teníamos que hallar otras maneras de ganar dinero el resto del tiempo”, dice. “Pero quizás, llevo esto en la sangre —decidí dejar mi otro trabajo y concentrarme en los títeres”.

El primer problema que encontró Chen fue que la mayoría de los títeres estaban en terrible estado, y que los colores y patrones originales no podían ya identificarse. “La restauración no permite adivinar e imaginar”, dice él. “Se necesita estar totalmente seguro antes de comenzar cualquier tipo de reparación”. Claro que algunas veces puede ser fácil. “No tendrá problema para hacer una restauración o una réplica del pie derecho si falta el izquierdo”, dice. Pero también puede ser muy difícil. “Imagine si faltan ambos, y no tiene referencias sobre los materiales”. La restauración de los colores puede también ser problemática, como el caso de Guan Yu, el dios de la guerra, cuyo rostro está pintado de rojo en todas las estatuas e imágenes. Pero en lugar de no hacer caso de Guan Yu, Chen investigó y encontró que el rostro estaba pintado originalmente de color rosa en los primeros títeres hace un siglo. La razón del cambio a color rojo, según Chen, fue la influencia de la cultura de la época, en este caso la ópera de Beijing, para la que un poco de exageración funciona bien en escenarios grandes. Para restaurar fielmente el títere Guan Yu, por lo tanto, Chen tuvo que determinar primero la edad del títere, para partir de allí. En situaciones donde no hay indicios, el método de Chen es buscar a los viejos artesanos —idealmente los fabricantes originales de las partes en cuestión. Como gran parte de la colección de la Sociedad Seden viene de China, ocasionalmente Chen ha cruzado el Estrecho de Taiwan en búsqueda de estos artesanos.

Cambio de manos

Los esposos Chen en su tienda ubicada en la Librería Eslite.

La ausencia de referencias históricas y cotidianas fueron oportunidades también para el nuevo diseño. Sin embargo, la cabeza y el traje de un títere son diseñados de forma separada, lo que significa que la cabeza de un títere puede esperar varios años antes de tener un traje que usar.

El personaje de un títere se expresa en gran medida mediante su expresión facial. Cuando la cabeza está siendo tallada, hay siempre comunicación intensa entre el diseñador y el artesano. Después de tallarse en una pieza de madera sólida, la cabeza es ahuecada y se hacen las partes movibles, tales como los ojos o mandíbulas, antes de esto, un trozo de papel de algodón se pega en la superficie externa para protección. La pintura del rostro puede requerir hasta 20 capas completas o parciales, y luego se pega el cabello y la barba. Para un títere de mayor calidad, se usa cabello humano genuino. La talla no dura más de una semana, pero terminar una cabeza completa puede llevar un mes o dos.

Cabezas giratorias

Los esfuerzos de los grupos privados, tales como la Sociedad Seden, llamaron la atención del Gobierno, y del público hacia los títeres tradicionales. Los coleccionistas comenzaron a mostrar interés en el trabajo de Chen, y a medida que se formaron más grupos de títeres escolares y universitarios, él diseñó nuevos títeres para las obras que éstos crearon. Desde entonces, él ha diseñado más de 1.000 cabezas de títeres, desde personajes tradicionales hasta los de juegos de video, e incluso personajes políticos. Aunque los rostros y los trajes son novedosos, la estructura y el tamaño siguen las proporciones tradicionales —o sea, ni cabezas grandes ni cuerpos gigantes.

Cambio de manos

Los personajes de la novela clásica china El margen de agua .

Mientras que la mayoría de los grupos comerciales y programas de televisión aún favorecen los títeres grandes, los “nuevos clásicos” de Chen han afianzado su sólida reputación entre los pocos grupos que realizan el repertorio clásico, las tiendas de regalos y los coleccionistas en el país y el extranjero. Chen no es una persona ambiciosa; él está muy satisfecho con ser capaz de trabajar en la artesanía que conoce desde niño, y salvar los títeres de la extinción. Por otra parte, su esposa Chen Zong-ping, piensa que en vez de fabricar silenciosamente títeres, ellos deberían promover más su artesanía. Ella no sabía nada sobre títeres hasta hace 15 años cuando el trabajo de Chen Yi-si fue incluido en una exhibición que ella organizó. “Siempre me gustó el arte occidental y estudié en la universidad artes aplicadas, con énfasis en pintura occidental”, recuerda. “Hasta que vi esos títeres, no tenía interés en esta forma artística, a pesar de que se trataba de algo de aquí mismo”. Pero poco tiempo después, Chen Zong-ping dejó a un lado su pintura para unirse al taller de Chen Yi-si.

Con su experiencia y contactos en el mundo del arte, Chan Yi Fang abrió su primera tienda en la Librería Eslite en Taipei en 1996. Las bellas piezas de Chang Yi Fang valían entre NT$10.000 y $20.000 (US$300 y $600). Las más caras eran generalmente los personajes femeninos que venían con los más completos estilos de peinado. Los trajes y accesorios eran comprados de forma separada, ya que los títeres tradicionales venían sólo con ropa interior, y los trajes, junto con los accesorios, tales como plumas o espadas, dependían de la historia. Estos títeres tienen la misma estructura que los que aparecen en los escenarios tradicionales, pero la mayoría de los clientes, según los Chen, los compran para exhibición. Con esperanza de permitir que más gente conozca sobre los títeres, al dejar que los manipulen, Chang Yi Fang ha desarrollado algunos básicos que cuestan NT$1.000 (US$30). Además, hay una serie de títeres para bricolaje que los niños pueden armar por sí mismos.

Cambio de manos

Se espera que los títeres básicos, máscaras y productos cotidianos logren llamar la atención de más personas hacia este arte tradicional.

Aunque la conservación de los títeres tradicionales está en mejor posición que hace 15 o 20 años, aquellos que aprecian realmente y valoran el arte siguen siendo una minoría. Para hacerlos más atractivos, Chen Zong-ping estableció Creaciones de Títeres de Taiwan Chang Yi Fang en 2005. Con el uso de motivos de los títeres clásicos, la organización trabaja con los diseñadores locales para crear productos cotidianos, tales como bolsas y camisetas. Ella explica que el plan es que Chang Yi Fang se convierta en una marca conocida, y no sólo en una tienda. Es fácil que una persona piense en los títeres al ver una camiseta con el diseño de un títere. Sin embargo, es más difícil que una bolsa fabricada con la misma tela de los trajes de los títeres, logre el mismo propósito. “Esto no importa, siempre que la gente sepa que es una bolsa de Chang Yi Fang, y que su marca está basada en los títeres tradicionales”, dice ella. “Si a la gente le gusta la bolsa, vendrá a nuestra tienda y podrá conocer los títeres”.

El hecho de que las camisetas y bolsas logren producir ganancias no preocupa a los Chen; ellos están más interesados en los títeres y el arte en sí mismo. “Yo mismo ignoré este arte por un largo tiempo”, dice Chen Zong-ping. “Sería fabuloso si nosotros podemos lograr que ese tiempo se acorte para otras personas”.

La página de Internet de Chang Yi Fang: http://www.cyf-bodehi.com.tw

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